“Creo que hay dos percepciones de lo que es la lealtad. Por un lado, aplaudir lo que dice el líder de turno. Por otro lado, decir lo que uno piensa, para ayudar a que el líder de turno no se equivoque, y hacer más fuerte la organización a la que uno pertenece”

OPINIÓN. Observando. Por Rafa Fuentes
Doctor en Económicas y Empresariales

14/12/21. Opinión. El exconcejal y reconocido militante socialista, Rafa Fuentes, escribe en su columna de colaboración en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com un artículo sobre la decisión de Dani Pérez como nuevos secretario general del PSOE en Málaga de nombrar una ejecutiva de 57 personas, “lo que hace que la dirección del partido sea inejecutiva. Imaginemos una ejecutiva para...

...tratar diez puntos, en la que intervengan solo la mitad de los integrantes de la misma, y solo tres minutos por cada intervención. Eso significaría que esa ejecutiva duraría unas 15 horas… algo inviable para un órgano ejecutivo”.

La ejecutiva inejecutiva

Creo que hay dos percepciones de lo que es la lealtad. Por un lado, aplaudir lo que dice el líder de turno. Por otro lado, decir lo que uno piensa, para ayudar a que el líder de turno no se equivoque, y hacer más fuerte la organización a la que uno pertenece.


Sé que para la mayoría de los integrantes de una organización, la lealtad es seguir a quien dirige esa organización, independientemente de lo que piense, pero para mí eso no es lealtad, eso es otra cosa.

Desde ayer, el líder de mi partido, el PSOE de Málaga, es Dani Pérez, a quien ayudaré dentro de mis posibilidades, a que nuestro partido sea lo más fuerte posible en la provincia y a que sea el próximo alcalde de Málaga. Pero creo que se ha equivocado en su primera decisión como secretario general de los socialistas malagueños.

Y puedo aplaudirle o decirle, “cuidado Dani, no empiezas bien”. Mi concepto de la lealtad es decirle, cuidado Dani, no empiezas bien.


Digo esto porque su primera decisión como secretario general la tomó ayer, y en opinión de este humilde militante de base, se equivocó dos veces.

Primero, porque ha elegido una ejecutiva de 57 personas, lo que hace que la dirección del partido sea inejecutiva. Imaginemos una ejecutiva para tratar diez puntos, en la que intervengan solo la mitad de los integrantes de la misma, y solo tres minutos por cada intervención. Eso significaría que esa ejecutiva duraría unas 15 horas… algo inviable para un órgano ejecutivo.

Segundo, porque creo que tenía que haber integrado a una representación de la candidatura de José Antonio Gómez, Nono, que obtuvo la quinta parte del respaldo del partido, y a quienes no ha tenido en cuenta en esa numerosísima ejecutiva.

Algunos/as me tacharán de desleal, pero yo creo que decir lo que pienso para mejorar el partido en el que milito, y quiero, es la verdadera lealtad.

Puede leer AQUÍ otros artículos de Rafa Fuentes