“Todo se resume en una concepción personalista de que el Estado debe ser mínimo… hasta que “yo” tengo un problema de cualquier tipo y entonces reclamo, con exigencia y urgencia, que el Estado me lo resuelva”
OPINIÓN. Observando. Por Rafa Fuentes
Doctor en Económicas y Empresariales
12/07/22. Opinión. El exconcejal y reconocido militante socialista, Rafa Fuentes, escribe en su columna de colaboración en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com un artículo sobre lo público y lo privado: “Pero, lo peor de todo, es que nos hemos acostumbrado a ver como quienes defienden una economía neoliberal, con reducción de impuestos y una mínima intervención de lo público, cuando...
...tienen un problema personal, van corriendo al Estado exigiendo una respuesta inmediata para solucionar su problema personal. Puro egoísmo e hipocresía”.
Defensa de lo público
Estamos pasando por una marea a favor de lo privado, de la teórica eficiencia de los mercados, de la supuesta bondad del modelo neoliberal.
En este contexto, quería hacer una defensa de lo público, estoy totalmente convencido que es absolutamente necesario un Estado fuerte y robusto, como pilar básico para alcanzar una sociedad más igualitaria.
Parto de una premisa clara, prefiero una sociedad solidaria, a una sociedad individualista. Estamos pasando por una ola de neoliberalismo, de excesivo individualismo, de una grave visión de competitividad en el “mercado de las personas”… y no puedo estar de acuerdo.
Sobre todo, no puedo estar de acuerdo en la nueva moda de preferir un Estado lo más pequeño posible. Creo que ello es debido a que demasiados españolitos/as se creen las mentiras de la derecha y ultraderecha, cuando afirman que lo privado funciona mejor que lo público y que hay que pagar menos impuestos… sin entender que ello conlleva a una disminución de la calidad de los servicios públicos.
Pero, lo peor de todo, es que nos hemos acostumbrado a ver como quienes defienden una economía neoliberal, con reducción de impuestos y una mínima intervención de lo público, cuando tienen un problema personal, van corriendo al Estado exigiendo una respuesta inmediata para solucionar su problema personal. Puro egoísmo e hipocresía.
Estamos cansados de ver como “teóricos neoliberales”, cuando tienen a un familiar con un problema de salud grave, y saben que la Sanidad Pública les ofrece mayor garantía, exigen una urgente atención sanitaria a su padre o pareja.
A quienes apuestan por la economía de mercado, pero tienen un problema de crisis económica en su empresa, y exigen inmediatamente al Estado que intervenga financiando las pérdidas para la supervivencia de su empleo.
A quienes critican con insistencia lo inútil de la ley de Dependencia, y reclaman con firmeza que aumenten su presupuesto, cuando su madre necesita esos cuidados.
A trabajadores/as que se niegan a pagar impuestos, pero cuando tienen un problema laboral y se quedan en el paro, exigen al Estado dignas prestaciones de desempleo.
A empresarios que tienen un problema financiero en su empresa, y reclaman al Estado subvenciones, crédito ICO y ayudas a financieras para solucionarlo.
A muchos/as de los que se jubilan, y pasan de criticar que haya que pagar impuestos para las jubilaciones de otros, a exigir unas pensiones más elevadas.
Podría poner más ejemplos.
Todo se resume en una concepción personalista de que el Estado debe ser mínimo… hasta que “yo” tengo un problema de cualquier tipo y entonces reclamo, con exigencia y urgencia, que el Estado me lo resuelva.
Eso solo se llama egoísmo, o individualismo, o personalismo, o egocentrismo, y la sociedad lo que necesita es lo contrario, un sistema público firme y solidario.
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