Es un debate de apuesta por un Estado del Bienestar con unos servicios públicos universales, gratuitos y de calidad, o una apuesta por un sistema neoliberal, en el cual prevalezca el mercado y se deje a su suerte a los más desfavorecidos

OPINIÓN. Observando. Por Rafa Fuentes
Doctor en Económicas y Empresariales

04/10/22. Opinión. El exconcejal y reconocido militante socialista, Rafa Fuentes, escribe en su columna de colaboración en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com un artículo sobre los impuestos: “Estoy totalmente convencido de que debería pagar más impuestos, ya que la sociedad que quiero es un espacio de convivencia donde todos/as tengamos unos servicios e infraestructuras públicas de calidad,...

...independientemente de la renta que tengamos y para ello, querido amigo, querida amiga, creo que los que tenemos la suerte de tener un trabajo digno, debemos pagar más impuestos”.

Quiero pagar impuestos

No es demagogia, no. Lo manifiesto públicamente, quiero pagar impuestos.


Estoy en contra del devenir en el que han entrado varias comunidades autónomas en querer bajar los impuestos, en endemoniar el pago de impuestos… como si los servicios públicos se pagaran solos.

Que se puede mejorar la eficacia en la gestión de la Administración Pública, obvio. Que se pueden mejorar la eficiencia de los Servicios Públicos, obvio. Pero, por favor, no entremos en una vorágine de querer eliminar impuestos, ya que eso nos llevaría a disminuir la calidad de la sanidad pública, de la educación pública, del apoyo a la dependencia, eliminar becas, subsidios a los parados… Eso conllevaría a que quienes más tengan puedan pagarse la sanidad o la educación de sus hijos/as, mientras que quien menos tenga, simplemente se tendría que aguantar con sus enfermedades y se tendría que olvidar de tener un hijo/a con estudios universitarios.

Además, es mentira eso de que pagamos muchos impuestos. Mentira.


La presión fiscal, es decir la ratio que mide la suma de impuestos y contribuciones sociales con respecto al PIB, según los últimos datos de Eurostat (oficina estadística de la Comisión Europea), se situó en la UE en el 41,1%, y en la Eurozona en el 41,6%. Mientras, la presión fiscal en España fue del 36,8%.

Ese 36,8% de presión fiscal en España, es muy inferior a la de los países de nuestro entorno como Francia o Italia, con un 45,6% y un 42,7%. Otros países con una presión fiscal significativamente superior a la de España son Dinamarca, Bélgica, Suecia, Austria, Finlandia, Grecia, Alemania, Luxemburgo o Países Bajos, todos ellos con porcentajes superiores al 40%. Por debajo de España están Rumanía, Bulgaria, Letonia, Malta, Estonia, Chipre o Polonia. Yo tengo claro en donde me gustaría estar.

Insisto, es mentira que tengamos una alta presión fiscal si lo comparamos con la media europea (cinco puntos menos).

Sé que mi opinión va a contracorriente, pero estoy totalmente convencido de que debería pagar más impuestos, ya que la sociedad que quiero es un espacio de convivencia donde todos/as tengamos unos servicios e infraestructuras públicas de calidad, independientemente de la renta que tengamos y para ello, querido amigo, querida amiga, creo que los que tenemos la suerte de tener un trabajo digno, debemos pagar más impuestos.

Y, obvio, también estoy convencido que quienes tienen la suerte de tener millones de euros, deberían pagar muchos más impuestos, aunque algunos gobiernos, como el andaluz, le suprima el impuesto del patrimonio y le bajen su presión fiscal.

Este debate de bajada de los impuestos no es baladí. Es un debate de apuesta por un Estado del Bienestar con unos servicios públicos universales, gratuitos y de calidad, o una apuesta por un sistema neoliberal, en el cual prevalezca el mercado y se deje a su suerte a los más desfavorecidos.

Puede leer aquí anteriores entregas de Rafa Fuentes