“No puedo estar de acuerdo con el urbanismo de la Málaga de los bodrios del Centro Histórico, como la del edificio que se acaba de construir en plena Alameda o el horrible edificio del hotel de “Moneo”, entre otros muchos”
OPINIÓN. Observando. Por Rafa Fuentes
Doctor en Económicas y Empresariales
09/05/23. Opinión. El exconcejal y reconocido militante socialista, Rafa Fuentes, escribe en su columna de colaboración en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com un artículo sobre las cosas con las que no está de acuerdo en Málaga: “No puedo estar de acuerdo con el “parque temático” que se ha convertido el centro de nuestra ciudad, con una masificada imagen de turismo de despedidas de solteros/as,...
...que deterioran la necesaria apuesta por un destino de calidad. Es evidente que cada vez más hay un sentimiento de estar en contra del turismo, de la turismofobia, debido a que el Ayuntamiento no ha hecho nada por parar esos desmadres”.
Málaga, así no la quiero
Leo a algunos periodistas escribir que quienes no estamos de acuerdo con el desarrollo que está teniendo Málaga somos unos catetos, que no entendemos de las ciudades del futuro.
Pues bien, soy un cateto para esos periodistas y ellos están muy equivocados para mí.
No puedo estar de acuerdo con la Málaga de los rascacielos, de las torres de Paco de la Torre. No es un sentido de modernidad, es una forma de colmatar, aún más, la ciudad colmatada. No es un proyecto estratégico de generar una “city residencial y de servicios” con edificios de diseño de treinta o cuarenta plantas. Es “plantar rascacielos” donde quedan parcelas libres, como está pasando en Martiricos, Princesa, Carretera de Cádiz, la Térmica, etc., sin ningún sentido urbano. Y eso es un desastre para Málaga.
No puedo estar de acuerdo con el urbanismo de la Málaga de los bodrios del Centro Histórico, como la del edificio que se acaba de construir en plena Alameda o el horrible edificio del hotel de “Moneo”, entre otros muchos. Bodrios que se han construido en los dos últimos años, destruyendo un rico patrimonio histórico artístico, que quedarán para lamentarnos nosotros y las futuras generaciones. Y eso es un desastre para Málaga.
No puedo estar de acuerdo con la falta de políticas de incentivos a las viviendas de protección oficial o viviendas sociales. Me rebelo a que la política urbanística de nuestro ayuntamiento esté basada en dar facilidades a la promoción de viviendas de 800.000 euros, de un millón de euros o millón y medio de euros… que no puede pagar ninguna familia trabajadora malagueña, mucho menos nuestros jóvenes, que tienen que “emigrar” a otros municipios cuando quieren emanciparse y que solo sirven de interés especulativo para capitales de fuera de Málaga. Y eso es un desastre para Málaga.
No puedo estar de acuerdo con el “parque temático” que se ha convertido el centro de nuestra ciudad, con una masificada imagen de turismo de despedidas de solteros/as, que deterioran la necesaria apuesta por un destino de calidad. Es evidente que cada vez más hay un sentimiento de estar en contra del turismo, de la turismofobia, debido a que el Ayuntamiento no ha hecho nada por parar esos desmadres. Y eso es un desastre para Málaga.
No puedo estar de acuerdo con el empeño de cambiar espacios verdes por espacio hormigonados. No entiendo la razón de que una ciudad que está siete veces por debajo de los ratios de espacios verdes mínimo por habitante, cuando hay un espacio que pueda convertirse en un parque, el equipo de gobierno decida hacer más viviendas, supongo que para cobrar plusvalías e ibis en contra de la calidad de vida de la ciudadanía. Y eso es un desastre para Málaga.
No puedo estar de acuerdo con la apuesta por facilitar un hotel privado (con licencias de apartamentos de lujo y espacios comerciales) en un espacio público, anteponiendo los privilegios de inversores externos, al disfrute del mejor espacio de ocio y convivencia que queda para los malagueños/as, tal y como es la esquina del Puerto. Y eso es un desastre para Málaga.
No puedo estar de acuerdo con la eclosión, sin ningún control, de las viviendas con fines turísticos, que está haciendo que sea imposible alquilar un piso para nuestros jóvenes y que se esté produciendo un desplazamiento a otros municipios, con el coste de tiempo y la pérdida de calidad de vida, sin plantear, si quiera, la limitación de las mismas. Y eso es un desastre para Málaga.
No puedo estar de acuerdo con otros diez o veinte razonamientos de lo que el equipo de gobierno del PP está convirtiendo a mi ciudad, pero me he quedado ya sin espacio.
De lo que si estoy convencido, es que hace falta un cambio de rumbo, un cambio de gobierno, una apuesta decidida porque la estrategia municipal sea solo una, trabajar por mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, algo de lo que se ha olvidado el actual equipo de gobierno.
Si estás de acuerdo con lo anterior, es fácil parar esta desastrosa espiral, solo hace falta votar por el cambio el próximo 28 de mayo.
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