“Que tres tipos como tres castillos sean capaces de entender la regla del fuera de juego, el doble pivote y la defensa en zona y no sean capaces de discernir que una niña de 15 años es una menor, no lo llego a entender”

OPINIÓN. Boquerón en vinagre. Por Francisco Palacios Chaves
Programador informático

19/12/19. Opinión. El programador informático Francisco Palacios continúa con su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com con un artículo donde habla del revuelo causado por la condena a los jugadores de la Arandina: “Aunque ella quisiera, aunque llamara a uno de los jugadores decenas de veces, aunque se pusiera pesada y los persiguiera por todos los bares del pueblo, aunque fuera tan...

...libertina que dejara a la propia Mesalina a la altura de una carmelita descalza, aunque les provocara, subiera a su casa, y se dejara hacer, que no es el caso, se pongan como se pongan, era una menor. Y es un delito”.

Peloteros y sus pelotas

Yo debo ser duro de mollera, y me estoy planteando donar mi cabeza, no para el estudio científico, sino para que hagan encimeras de cocina, o mostradores para pescaderías. Porque por más que lo intento, hay cosas que no me entran en la sesera.

Que tres tipos como tres castillos sean capaces de entender la regla del fuera de juego, el doble pivote y la defensa en zona y no sean capaces de discernir que una niña de 15 años es una menor, no lo llego a entender. De la misma manera que no me alcanza para comprender que se reunieran alrededor de 500 personas para defenderlos. Lo que sí debería quedar cristalino es que, si tienes una hija menor en ese pueblo, hay al menos 100 familias con las que deberías tener cuidado.

Es que es muy sencillo. Aunque ella quisiera, aunque llamara a uno de los jugadores decenas de veces, aunque se pusiera pesada y los persiguiera por todos los bares del pueblo, aunque fuera tan libertina que dejara a la propia Mesalina a la altura de una carmelita descalza, aunque les provocara, subiera a su casa, y se dejara hacer, que no es el caso, se pongan como se pongan, era una menor. Y es un delito.

Y no, una niña de 15 años no tiene la misma madurez que tres machotes de veinte. Aunque sean tan cortitos que se dediquen a vacilar de sus andanzas por WhatsApp. Y no, no sólo se ha tenido en cuenta la versión de la menor. De hecho, no queda probado que uno de ellos la violara en su dormitorio, de manera que se cae por su propio peso el argumento de que sólo se ha tenido en cuenta el relato de la chica. También son hechos probados las marcas y moretones que la chica muestra a sus familiares cercanos. Y no, la pena no es desproporcionada, puesto que a la de abuso de una menor se les añaden las de cooperación necesaria, puesto que, si no fueran tres los machitos que se encontraban en el piso, es posible que el delito ni se hubiera cometido. Y sobre todo, no, no sale más barato matar, una afirmación bastante peligrosa puesto que cualquier gilipollas se la puede creer. Estamos hablando de que cada uno acumula tres delitos, no uno solo.

Dejando aparte la situación en la que queda la chica y su familia, lo peor de todo esto es que personas con cargos públicos tachen a la menor de arpía, fulana, o se la critique por el hecho de que se haga fotos más o menos subidas de tono. Entiendo que los habrá con tan escasa capacidad de raciocinio que sean meras marionetas en manos de las oleadas de testosterona que inundan sus venas, incapaces de contener sus instintos más primarios, y primates, ante una menor. Son como esos curas que no pueden reprimir la tentación de niños de 12 años, con unas mentes tan maléficas que son capaces de llevar por el lado oscuro a personas consagradas al sacerdocio.

Para terminar, una pequeña reflexión: si las minifaldas y los tangas los consideras provocaciones, si un escote hace que te mees en la cara de Darwin, si crees que es necesario llevar un contrato de consentimiento, un bolígrafo y un notario antes de quedar con una chica, si crees que la culpa es de los padres que las dejan vestirse como putas, campeón, háztelo mirar. De nada.

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