No quiero ni imaginar, aunque me hago una idea, cómo sería el devenir de este país con semejante pandilla al frente. Dirigidos por un tipo que no ha entendido el artículo 99 de la Constitución, aunque afirme amarla y respetarla

OPINIÓN. Boquerón en vinagre. Por Francisco Palacios Chaves
Programador informático


23/11/23. Opinión. El programador informático Francisco Palacios escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre las protestas en la sede del PSOE en calle Ferraz: “No hay dos días en que la performance cayetana se repita. Cuando crees que lo has visto todo, siempre hay una planta más en el sótano de su desesperación. Chavales al borde de las lágrimas al verse...

...agredidos por putodefender España, familias enteras de rodillas rezando el rosario, pidiendo la intervención divina porque ésta es la tierra de María, y no Palestina”.

Lo de Ferraz

No hay noche que me lo pierda. Atrás quedaron los días en que me dejaba caer en el sofá y rebuscaba entre las distintas plataformas el último capitulo de la serie de moda, el estreno de una película o algún documental interesante que me llevara a galope hasta los brazos de Morfeo. Nada de pillar un libro, repasar las tareas para mañana, ni de coña. Ahora, lo que lo está petando es ver a la derecha en Ferraz.


Es un espectáculo novedoso, que muda, muta y troca cada atardecer. No hay dos días en que la performance cayetana se repita. Cuando crees que lo has visto todo, siempre hay una planta más en el sótano de su desesperación. Chavales al borde de las lágrimas al verse agredidos por putodefender España, familias enteras de rodillas rezando el rosario, pidiendo la intervención divina porque ésta es la tierra de María, y no Palestina. Procesiones de muñecas hinchables que hacen estación de penitencia por las calles de Madrid, no se sabe bien si recién salidas de un sex-shop o pertenecientes al fondo de armario de algunos de los manifestantes. No podrían faltar las banderas ornitológicas o las llamadas reiteradas a taxis.


Tampoco se echan de menos a esos políticos que, con una mano defienden a las fuerzas del orden, mientras que con la otra ordenan y mandan, decidiendo cuál es su labor, cuándo deben ejercerla y contra quien. Desde luego, con ellos, no. Para ellos, los cordones policiales son cortinas que se abren a su paso, sin que nadie pueda tener la menor intención de interrumpirles. Porque son compatriotas. Porque aman a España. Y si tienen que cortar una calle o cien, se cortan. Por putodefender al país.

Si les soy sincero, porque ser franco me da repelús, a mi, lo de amnistiar a ese señor que parece compartir peluquero con Milei no es algo que me haga feliz, como tampoco ninguna de las concesiones que se van a hacer al nacionalismo catalán. Entiendo que el contexto lo pide, que estas mismas concesiones, en otras fechas, no se concederían, y que, en resumen, a la fuerza ahorcan. Pero cada día que pasa, viendo el panorama que se reúne cada noche en Ferraz, me convenzo más de que es necesario que esta derecha tarde en llegar al poder lo máximo posible.

No quiero ni imaginar, aunque me hago una idea, cómo sería el devenir de este país con semejante pandilla al frente. Dirigidos por un tipo que no ha entendido el artículo 99 de la Constitución, aunque afirme amarla y respetarla, un caballero que sigue pensando que el que tira más córners es quien gana la Champions, que desconoce a qué se dedican sus amistades, a pesar de que lo pregonen los periódicos. Gobernados por un partido que se rasga las vestiduras ante una amnistía de corte político pero hace palmas con las orejas a rebajar impuestos a los ricos, e incluso perdonárselos bajo promesa de no volver a hacerlo más, te lo juro si te miento que me muera en un Louis Vuitton.

Entiendo el mosqueo, el cabreo y el crujir de dientes de la derecha. Llevaban desde las elecciones municipales soñando húmedamente con las generales, con el reparto de cargos, ministerios, secretarías generales y todos esos chiringuitos de los que luego reniegan, básicamente porque no los ocupan ellos. Muchas fantasías murieron el 23J, y con ellas un buen número de promesas de “no te preocupes de lo tuyo que en algún lado te meto” que quedaron en nada.

A la vista está, que el nuevo gobierno no trae más que incertidumbre. O al menos eso dicen ellos. Porque el IBEX no hace más que negar los malos augurios con subidas y beneficios. Será que es otra de esas mamandurrias de izquierdas creadas para medrar.

En resumidas cuentas, amigos y convecinos, creo que el error es de concepto. No hay que putodefender a España, porque a este país se le defiende no dejando tirados a los más débiles, ni permitiendo la explotación de los trabajadores a manos de empresarios patriotas. Se le defiende siendo solidario, feminista, arrinconando a los xenófobos, racistas y machistas.

Lo que hace falta es putogobernar.

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