“No entienden, o no quieren entender, que estar contra el asesinato de niños inocentes no es estar a favor de Hamás. El asesinato, la guerra, la muerte de inocentes no puede ser defendido por nadie en sus santos cabales”

OPINIÓN. Boquerón en vinagre. Por Francisco Palacios Chaves
Programador informático


16/05/24. Opinión. El programador informático Francisco Palacios escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre Eurovisión y el genocidio en Palestina: “Tener muy claro que bombardear una columna de ayuda humanitaria o un hospital es un atentado contra la Humanidad, no es apoyar a Hamás. De hecho, en Cisjordania también mueren civiles inocentes, y...

...allí no gobierna Hamás. Israel no ha parado de ocupar tierras que no eran suyas desde hace 75 años, y no existía Hamás. Han muerto casi 15.000 niños, y no eran militantes de Hamás”.

Un niño, 21 euros

Muchas veces, las más de las veces, casi siempre, no entiendo los procesos mentales de cualquier persona que se hace llamar de derechas. Da igual cuánto a la derecha se encuentre, si pegada al centro o mucho más allá del ámbito donde descansan los grifos del agua fría. Me cuesta la propia vida alcanzar a comprender qué planteamientos mentales se cruzan por sus cabezas, o si no son más que una sucesión de colores y sonidos sin sentido.


Hace pocas fechas pudimos ver, el que lo viera, la nueva edición del Festival de Eurovisión. No voy a entrar en la discusión de si no fue más que un aquelarre, opinión secundada por alguna escritora, conocedora de las hechicerías célticas. Tampoco voy a opinar sobre la absoluta falta de comprensión, ya sea auditiva o lectora, de todos aquellos que no entienden la letra de la representación española. Se hace necesario que, para próximas ediciones, se haga una versión con guiñoles, subtitulada y con colorines.

Ha sido un festival caracterizado por la polémica, una polémica creada, sin duda, por la ambigüedad y la falta de criterio de una organización que castiga a Rusia por la invasión de Ucrania, pero entiende que lo de Israel y Gaza es poco más que una bronca porque me has pisado lo fregado.

La derecha de este país se empeña en etiquetar a todo el mundo como partidario de los terroristas, desde el momento en que no agachas la cabeza y sigues sus premisas. No entienden, o no quieren entender, que estar contra el asesinato de niños inocentes no es estar a favor de Hamás. El asesinato, la guerra, la muerte de inocentes no puede ser defendido por nadie en sus santos cabales. Cualquiera de nosotros, con un mínimo de humanidad corriendo por sus venas, abomina de Hamás o de cualquier organización que utilice la violencia para defender sus ideas. Dicho esto, Israel está cometiendo un genocidio vergonzante para toda la comunidad internacional, que mira la sangría diaria de inocentes con displicencia, sin apenas inmutarse.

No, protestar contra la carnicería que protagoniza Israel en Gaza no es apoyar a Hamás. Defender la idea que de que cualquiera que mate a un niño es un criminal, no es apoyar a Hamás. Tener muy claro que bombardear una columna de ayuda humanitaria o un hospital es un atentado contra la Humanidad, no es apoyar a Hamás. De hecho, en Cisjordania también mueren civiles inocentes, y allí no gobierna Hamás. Israel no ha parado de ocupar tierras que no eran suyas desde hace 75 años, y no existía Hamás. Han muerto casi 15.000 niños, y no eran militantes de Hamás. No, yo no quiero más muertos en Palestina, yo no apoyo a Hamás.

La derecha no entiende de empatía. Son tan penosamente parecidos a una piedra pómez que, para ellos, que una mujer o un homosexual clame contra las atrocidades que se están cometiendo en Gaza, es una estupidez, porque sus derechos se verían comprometidos en esa tierra. Como si no lo fuesen ya aquí, o en un barrio ortodoxo. No entienden que la defensa de la justicia no entiende de sexos, de condiciones sexuales, de colores de piel o de lo que les salga de las narices.


Pero ellos van por otro lado. Ellos abren caminos donde los demás vemos un secarral que no lleva a ninguna parte. Como entendían que la progresía patria iba a ir en Eurovisión contra Israel, como ya se posicionaron algunos países, en sus cabezas les pareció una idea genial dejarse 21 euritos en el televoto para darle a Israel el premio de ser la delegación más votada por el público. Ellos, los que dan lecciones de patriotismo, prefieren dar su voto a un país extranjero antes que al suyo. Dan palmas con las orejas por su victoria, sin entender que la gente normal ha repartido sus votos entre un montón de países, mientras que ellos los han concentrado en uno. Allá ellos y sus pajas mentales. Lo que no sé si sabrán es que esos 21 euritos irán a pagar los sueldos de Silvia Intxaurrondo y David Broncano. Su gozo se hundió en un oscuro y negro pozo de homofobia, y el certamen acabó siendo ganado por el representante suizo, que se declara no binario. Qué cosas.

Espero que no llegue el día en que todos estos blanqueadores de la ignominia y el asesinato no vean como alguien llama a las puertas de su casa y les echa, con la excusa de que su Dios o su amigo imaginario favorito le señaló como el pueblo elegido hace dos mil y pico años, y que esa casa está en la tierra prometida, blandiendo el libro sagrado de su religión como el que empuña una escritura de compra venta. Si ese día llega, no se enfaden si sus vidas tienen el valor de 21 euros en un televoto. Menos aún si alguien les tacha de terroristas por negarse a irse de sus tierras.

Mucho ánimo y fuerza para los malagueños universitarios de la Acampada Por Palestina.

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