“Debe ser que aquí atamos los perros con longanizas, ya que, además de rechazar dinero del Estado, dejamos de recaudar casi 100 millones de euros por la bonificación del Impuesto de Patrimonio a las grandes fortunas”
OPINIÓN. Boquerón en vinagre. Por Francisco Palacios Chaves
Programador informático
12/09/24. Opinión. El programador informático Francisco Palacios escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre las prioridades del Gobierno de la Junta de Andalucía: “Puede parecerte escandaloso que el gobierno de la Junta de Andalucía haya rechazado 112 millones de euros para 12.000 plazas escolares gratuitas. O que hayan muerto más de 40.000 personas...
...esperando las ayudas a la dependencia. Más si cabe, si te enteras de que los interventores censuran a la Junta por adjudicar 300 millones a dedo a empresas sin justificación alguna”.
Tú es que no te enteras
En serio, te estás equivocando. Te fijas en lo que no es, le das importancia a lo que no la tiene, y lo mollar, lo gordo, lo realmente importante pasa por delante de tus ojos sin que te llame mínimamente la atención.
Ahí estás, protestando porque te tienes que pasar varias horas a la puerta del ambulatorio, con la fresquita de las mañanas de agosto. Piensas que eso es crucial para el transcurso de tu vida, y te enfadas porque pueden tardar veinte días para darte una cita. Se te altera el pulso porque cierren plantas de oncología, o que te digan que, si no te quieres morir antes, te pases por una clínica privada para arreglar esos asuntitos de salud que tanto te quitan el sueño, porque, para cuando tengas hueco en la pública, le habrás cedido tu puesto a tu viuda y huérfanos. Pero te equivocas.
Te crees que te toman por tonto cuando tu alcalde te habla de alquileres de corta duración, cuando en realidad no es más que un eufemismo de bajo coste que esconde la lacra de los pisos turísticos. Te enfadas porque sólo se atienden las quejas de los propietarios de pisos de un millón de euros, mientras que tus protestas de casa de currante caen en saco roto, como si fueses un malagueño de segunda, o de tercera. No entiendes que se atienda antes a las necesidades de los que más tienen o de los que vienen de fuera antes que las tuyas, que soportas con tus impuestos el pulso de una ciudad prostituida y alquilada al mejor postor. Pero te equivocas.
Se te revuelven las tripas cuando oyes a una señora imitando el acento andaluz, en la creencia de que tiene mucha gracia, cuando la tiene, más o menos, a la altura del duodeno. Una señora clasista intenta enseñar lo que no sabe, destacándose solo en evadir y desafiar a la autoridad, y en ascender al poder mediante tránsfugas. Entiendes que el menosprecio hacia tu acento es importante, que esa postura supremacista de señorona venida a menos que se ríe de los otros por su manera de expresarse, merece, por lo menos, un par de improperios lanzados al aire. Pero te equivocas.
Puede parecerte escandaloso que el gobierno de la Junta de Andalucía haya rechazado 112 millones de euros para 12000 plazas escolares gratuitas. O que hayan muerto más de 40.000 personas esperando las ayudas a la dependencia. Más si cabe, si te enteras de que los interventores censuran a la Junta por adjudicar 300 millones a dedo a empresas sin justificación alguna. Como si les hiciera falta alguna. Te llevan los demonios cuando oyes que se eliminan 2.600 aulas públicas en toda Andalucía. Pero te equivocas.
Te escama que el gobierno central apruebe poner en marcha plazas gratuitas de educación infantil de 0 a 3 años, pero luego te enteres que aquí no podrá aplicarse porque el gobierno que tiene que mirar por ti ha rechazado esa financiación. Debe ser que aquí atamos los perros con longanizas, ya que, además de rechazar dinero del Estado, dejamos de recaudar casi 100 millones de euros por la bonificación del Impuesto de Patrimonio a las grandes fortunas. Pero te equivocas.
Te concentras en nimiedades, detalles que aunque significativos para ti, te limitan a tu círculo más cercano. Este enfoque egoísta te impide ver más allá de las barreras autoimpuestas. Todo eso que te azora, que te quita el sueño y el resuello, no es lo que debería de llamar tu atención. Ellos, a los que señalas con tu dedo acusador, tienen otra amplitud de miras. Su horizonte va más allá, siempre pensando en lo que nos ataña a todos, y no solo a tus penurias.
Por eso, tu gobierno, el que mira por tu salud, por tu educación, por el bienestar de tus mayores, por tus ciudades y tus barrios, va a presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley de Anmistía. Porque esa es la culpable de todos tus males. Esa ley es la que alarga las colas en los ambulatorios, la que cierra plantas de hospitales. Es la que liquida aulas, la que le perdona impuestos a los que más tienen pero te persigue a ti con todas sus fuerzas. Es la causante de que sigamos estando a la cola en empleo, y a la cabeza en abandono escolar. No le des más vueltas, no sigas equivocándote. No busques más culpables, que ellos ya lo han localizado.
No sigas errado, que ya deciden por ti los herrados.
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