OPINIÓN. Relatos torpes. Por Dela Uvedoble
Hilvanadora de historias

09/10/20. Opinión. La escritora Dela Uvedoble continúa su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com con dos relatos acompañados de una imagen cada uno. Esta hilvanadora de historias nos regala todas las semanas dos textos con su imagen correspondiente dentro de la sección Relatos torpes. Hoy nos ofrece ‘Sierva’ y ‘No sin mi yogú’...

Sierva


Josefita no tenía los catorce cuando su tía la metió a servir en una casa, por calle Compañía.


La señora dudó, “parece endeblita”.

-¿Esta?, ¡que va, pa trabajá é una mula, ya verá osté!
-Bueno déjamela. La llamáremos Fita, que es más corto.

Quedó de interna. Dormía en el cuartito cercano a la puerta de servicio. Le pareció palacio, con catre para ella sola.

La señorita le llevaba tres años y pasaba las mañanas bordando.

Por las tardes, después de la siesta, se acicalaba para la tertulia.

La existencia de las dos muchachas no podía ser más dispar a pesar de cubrirlas el mismo techo.

Doña Adelina tuvo un novio. La guerra se lo llevó y aunque no llegaron a recibir las bendiciones le guardó estado de viudez.

Fita hacía la casa plegándose a las excentricidades de su ama, “la pobrecita tiene mal los nervios desde el 36”.

Debía lavar la ropa a mano, incluyendo toallas y sábanas y planchar hasta las ruillas. “Las lavadoras no desinfectan, destrozan”, sentenciaba la señorita.

Oían misa diaria, ambas con velillo, pero las diferenciaba la buena ropa, el corte de peluquería y las perlas de una con el coco canoso y la batita de percal de la otra.

Rozaba los ochenta años doña Adelina cuando decidió irse a una residencia, así se lo dijo a Fita:

-Niña, me ha dicho don Jesús el administrador que con mis rentas y la venta del piso podré pagarme la estancia hasta que Dios me llame.
-¿Y cuando noh vamo?
-No, tú no. Para las dos no llega, me ha dicho don Jesús que te puedes quedar en el hueco escalera, blanqueado quedará muy bien. Y con los ahorros que debes tener... ¡porque hija, nunca has gastado en nada!

Fita la miraba asombrada, ni recordaba la última vez que le pagó, ¡si ni estaba asegurada! Doña Adelina siempre decía que eso eran tonterías habiendo confianza.

Se sintió menos que perra de compañía.

El estupor rompió en pregunta, “¿pero allí lavan a mano?”.

-Naturalmente, dice don Jesús que es como un hotel de lujo, dado lo que cuesta... el piso lo vendo amueblado, tú puedes quedarte con una cosa, de recuerdo.

Fita, tendida en su catre, miraba hacia el ventanuco que daba al ojopatio. Sintió las dos en el reloj del comedor.

Atravesó a oscuras y descalza la casa en la que había vivido toda su vida. Tanteó un cajón sacando de él un antiguo mantel de hilo, lo dobló en pico poniéndoselo como un mantón.

Salió al rellano y subió a la azotea.

A la luz de la luna las ropas tendidas parecían fantasmas de los que asustan a los niños.

Pasó entre ellas para percibir el aroma a jabón, a limpieza que cuesta sabañones. El olor de su miserable existencia.

Desde tan arriba las tres cruces que rematan la iglesia del Sagrado Corazón se veían cercanas y solemnes.

Sin miedo se sentó sobre la barandilla, de espaldas a la calle.

Quería irse con las pupilas llenas de estrellas.

“Envuelta en el mantel holandés, ¡qué avenate le daría!... le he dicho a don Jesús que yo le pago el sepelio. No quiero que me despellejen por dejar que la entierren en fosa común -protestaba doña Adelina-, pero el más económico, claro está, al fin sólo era una criada”.

No sin mi yogú


No tenía más remedio que llegarse al súper el sábado, único día que podía acompañarla su marido.

Y es que a una semana de dar a luz y con una hija de tres años en plena efervescencia se sentía incapaz de ir sola.

Empujaba trabajosamente el carrito con la chiquilla sentada en él estirando mucho los brazos pues mediaba el barrigón.

-Mami bájame.
-Pero pegadita a mí, no te vayas a perder.

Levantó a la niña sintiendo un latigazo en los riñones y una dolorosa contracción. Se agarró al stand de perfumería e hizo la respiración aprendida en el cursillo pre-parto.

-No cojas más pamplinas que este mes llevamos mucho gasto, -le regañó el marido-. Ella soltó aire por la nariz y siguió la ruta.

En el pasillo de los lácteos un letrero amarillo anunciaba que los yogures con fecha de caducidad inferior a una semana saldrían GRATIS.

El hombre rebuscó.

-¡Mira estos!, -dijo eufórico al encontrar la ganga, apropiándose de dos docenas-.
-Son de higos y pitangas, no nos gustan.
-Nena, a caballo regaláo... y te conviene el calcio.

Pocas ganas tenía ella de discusión, al llegar a casa le esperaba colocar la compra, tender la lavadora y bañar a la cría.

La cajera había pasado ya medio carro cuando vio la ristra de yogures a caballo entre los alambres laterales.

El hombre, lleno de satisfacción, anunció:

-Estos gratis que cumplen la oferta.
-A ver... -dijo la empleada esculcándolos con el aparato pertinente-, No, no me salen en promoción.
-¿Como que no?, ¡llame usted ahora mismo al encargáo!,- el vivaz comprador entró en modo “a mi no me engaña nadie”.

La cola crecía en clientes expectantes en ver cómo acababa el sainete mientras cajera y marido esperaban al jefe, enfrascados en un lío de cuentas.

Y la embarazadísima saliendo de la suya.

-Cari, vámonos, -susurró.
-¡No sin mis yogures! -gritó épicamente sin mirarla-, ella apoyó su inmensa gravidez en el stand de las pilas y cerró los ojos.

La chiquilla, nerviosa, tiró de la pernera a su padre:

-Papi, que la mami sá hecho pipí.

Se giraron todas las cabezas y vieron unas manoletinas nadando en un charco.

Cuando volvió en sí después de la cesárea una enfermera la recibió alegremente: “has tenido un niño muy guapo, ¿como le vas a  poner?”.

Aún desnortá por la anestesia respondió:

-DANONE.

Puede leer aquí anteriores entregas de Dela Uvedoble:
- 02/10/20 ‘El pretendiente (1885)’ y ‘Octubre’
- 25/09/20 ‘La visita’ y ‘Gourmets’
- 18/09/20 ‘Desahogo’ y ‘¡A galope, a galope!’
- 11/09/20 ‘Er Mosquito (1945)’ y ‘Cosquillitas’
- 10/07/20 ‘Contacto’ y ‘Ojos que no ven...’
- 03/07/20 ‘Condenado’ y ‘Julio, hoz en puño’
- 26/06/20 ‘San Juanito’ y ‘El año extraviado’
- 19/06/20 ‘Cuando las colchas adornaban los balcones (1971)’ y ‘Veintidós’
- 12/06/20 ‘El trece pá San Antonio’ y ‘Calores (1973)’
- 05/06/20 ‘El descoque (1933)’ y ‘Junio’
- 29/05/20 ‘Mujeres de vida alegre (1920)’ y ‘Luna a secas’
- 22/05/20 ‘Maestro lencero’ y ‘Gamberrada’
- 15/05/20 ‘El escote (1958)’ y ‘El rabúo’
- 08/05/20 ‘La Gurrita’ y ‘Dora menguante’
- 30/04/20 ‘Mamá’ y ‘Croquetas’
- 24/04/20 ‘De segunda mano’ y ‘Benditas letras’
- 17/04/20 ‘Antoñito busca novia (1949)’ y ‘Tita Concha (1960)’
- 03/04/20 ‘Ardiente fe’ y ‘Aprovechando’
- 27/03/20 ‘Raro domingo’ y ‘Hilo’
- 20/03/20 ‘El tiro por la culata’ y ‘Amantes de papel’
- 13/03/20 ‘Simple future’ y ‘De negros y fetiches’
- 06/03/20 ‘Primera y última (1950)’ y ‘Error de embalaje’
- 02/03/20 ‘Blas Infante’ y ‘Amo’
- 21/02/20 ‘Morado y carnal (1932)’ y ‘Carnestolendas (2020)’
- 14/02/20 ‘Amor memorable (1950)’ y ‘Sexo, autoengaño y Tinder’
- 07/02/20 ‘Medio médium’ y ‘Abierto por obras’
- 31/01/20 ‘Graduación’ y ‘Los miauserables’
- 24/01/20 ‘Pedro Pan’ y ‘Ataduras’
- 17/01/20 ‘La sota de bastos (1905)’ y ‘Todo calculado’
- 10/01/20 ‘Sueño oriental’ y ‘Donde las dan...’
- 20/12/19 ‘Cifras y letras gordas (1985)’ y ‘Buenanoche (Un corralón de Málaga, 1910)’
- 13/12/19 ‘Ojos apropiados’ y ‘Aquellas navidades (1973)’
- 10/12/19 ‘Dientes, dientes’ y ‘Transición (1978)’
- 29/11/19 ‘Purísimo’ y ‘Genio y figura’
- 22/11/19 ‘El mote’ y ‘Templada sabe mejor’