OPINIÓN. Relatos torpes. Por Dela Uvedoble
Hilvanadora de historias
27/11/20. Opinión. La escritora Dela Uvedoble continúa su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com con dos relatos acompañados de una imagen cada uno. Esta hilvanadora de historias nos regala todas las semanas dos textos con su imagen correspondiente dentro de la sección Relatos torpes. Hoy nos ofrece ‘Lunes de miel’ y ‘SI DA, NO DA’...
Lunes de miel
Él decidió que la boda fuese en domingo para emprender la luna de miel en martes, día en que los vuelos son más baratos, además el de las 4:45 a.m. sumaba descuento por lo puñetero de la hora.
Esa madrugada pondrían rumbo a Estocolmo, destino bicoca al ser temporada baja.
Se casaba con un hombre cabal, experto en cambalaches legales para desgravar en Hacienda y que nunca dejaba una gota del vino en la copa; su máxima era: “El dinero no lo regalan”.
Ella, que siempre huyó de las personas tacañas de bolsillo y corazón, estaba convencida de que entre los dos sería diferente y aceptaba sus “peculiaridades”.
Él se había negado a convivir hasta tener el piso totalmente decorado y estar casados, “es lo correcto” afirmaba colocando la foto de sus padres enmarcada en plata sobre el aparador del futuro hogar.
Cierto que las relaciones íntimas eran más que excelentes, había que reconocerle ser un cariñoso compañero y hábil amante.
Cuando despertaron tras una noche de bodas honoris causa, ella se hubiese dejado matar por él. Sobre todo cuando la volvió a tender a besos susurrándole:
—Yo me ocupo, reina.
Mientras lo oía trastear bulló las almohadas esperando disfrutar un inolvidable desayuno en la cama, con la informalidad inherente al sexo juguetón y satisfecho. La lluvia, que con textura de jazz actuaba tras la ventana espiando el romántico momento, arreció ante la orden inesperada:
—Ven al comedor.
Extrañada obedeció. La mesa ganaba por goleada a todas las aparecidas y por aparecer en el Hola; deslumbrada tomó asiento mientras él le servía el café.
—¿No te has vestido?, -preguntó perplejo.
—No sabía que debía hacerlo...
—La corrección ante todo, querida, ve por la bata al menos, mientras traigo la miel.
—No hay... -dijo ella mordiendo culpablemente la tostada.
—¿¡Cómo que no hay!?, -gritó convertido de repente en Mr. Hyde-, ¡Es inconcebible, no se empieza una luna de miel sin miel!, ¿¡No te lo enseñó tu madre!?
Gotas de saliva salpicaron la brillante cafetera, bullendo con el calor y dejando puntitos blancos en la superficie. Sin poder dejar de mirarlos ella asintió mansamente.
—Llevas razón, bajo ahora mismo, esto no debe consentirse.
—¡A ver cuál me traes...!
La reina destronada cambió bata por gabardina y llamó a un taxi. La ventaja de empezar la luna de miel en lunes es que están abiertos los supermercados y los bufetes de abogados.
Día ideal para tramitar un divorcio.
SI DA, NO DA
La cantinela se oía en el 88 por todas partes. Provenía de un spot hecho para promocionar el uso de preservativos con el fin de evitar contagios de SIDA.
Esas cuatro letras ya daban mucho miedo. Apenas cinco o seis años antes provocaban las risas de machirulos que se veían inmunes a tal enfermedad aunque la mayoría fuese, muy probablemente, puteros o promiscuos y llevaran en la bragueta el virus a su legítima y futuros hijos. Con “profesionales” no se ponían condón, pagaban para correrse a gusto que a disgusto ya tenían a su señora. “Los sidosos son maricones, se lo pegan entre ellos”. Un justo castigo de Dios por ser sodomitas (se ve que algunos escaparon de la lluvia de fuego para caer en las brasas). “Ir contra natura no puede ser bueno, los vicios es lo que traen”.
A más de uno y dos gomosos oír soltar estas perlas lamentando que no resbalaran con ellas.
Cuando se vio que el virus se cebaba también en heterosexuales, que las mujeres embarazadas lo pasaban al feto y que una transfusión de sangre podía llevar la enfermedad a las venas de cualquiera la cosa cambió.
Y casi empieza una caza de brujas, ahí, esta vez si, anduvo rápido el mundo. Las campañas se sucedían concienciando, informando y combatiendo bulos.
Cuarenta años después aún no existe vacuna pero sí antirretrovirales y todos sabemos como protegernos. Cada primero de diciembre se conmemora el Día Internacional del SIDA para recordar que el virus sigue ahí y se llevó a muchas personas por delante.
Un día quizá tengamos una jornada dedicada a la COVID 19, pero eso será cuando sepamos cómo dejarlo KO, de momento todos lo días son suyos.
Póntela, pónsela a tus hijos, me refiero a la mascarilla pero también a la educación para que no desprecien al enemigo. Ni se rían de cosas que ignoran o creen superadas.
Hace no tanto tiempo algunos de los que rieron fueron los que más lágrimas vertieron después.
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