La intervención artística la llevo a cabo en diciembre del año pasado en el Centro de Málaga, donde vestido con un EPI de sanitario arrastró una camilla con un ‘muerto’. Ultraderechistas y negacionistas profirieron contra él amenazas de muerte que denunció a la policía
OPINIÓN. El ademán espetao. Por Jorge Galán
Artista visual y enfermero
02/02/22. Opinión.. El artista visual y enfermero Jorge Galán reflexiona en esta nueva colaboración para la revista EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre la gran repercusión que produjo en los medios de comunicación de España y del extranjero y en las redes sociales, la información publicada en primicia por EL OBSERVADOR sobre la performance que llevó a cabo en el Centro de Málaga a...
...finales de 2021, titulada Acarrear el muerto (AQUÍ), algo que motivó que recibiera incluso amenazas de muerte que puso en conocimiento de la policía.
Titular de la noticia publicada en primicia por la revista EL OBSERVADOR y que provocó la repercusión posterior en medios y redes
Galán llevó a cabo su intervención artística sin que la misma tuviera repercusión alguna en los medios. Desde EL OBSERVADOR, que sabía de ella, se le pidió que escribiera un artículo sobre la performance para publicitarla, ya que se entendía desde la revista que no había tenido suficiente atención mediática, al haber salido únicamente en algunos perfiles en las redes.
La publicación en EL OBSERVADOR del artículo del propio Galán dando cuenta de su acción artística (AQUÍ), tuvo una repercusión inesperada, siendo replicado y manipulado en gran número de medios de comunicación nacionales y extranjeros y provocó en las redes intervenciones de ultraderechistas y negacionistas que profirieron hasta amenazas de muerte contra él, que el artista puso en conocimiento de la policía. Esta es la historia detrás de la Historia.
Apuntes de prensa sobre una performance
Tras la activación del mi último trabajo de performance "Acarrear el Muerto" en el centro histórico de Málaga, se produjo una inesperada y sorprendente explosión mediática y viralización de la obra, llegó a ser recogida en más de 80 medios de prensa escrita y en varios canales de televisión y radio. A finales de diciembre tuvo una segunda reverberación en Sudamérica y especialmente en Argentina, a raíz de una entrevista publicada en el diario Clarín. Me gustaría hablar tranquilamente de todo este embrollo mediático, ahora que ha pasado la tormenta, comentar y aclarar aspectos que son ciertamente interesantes.
La referida explosión comienza en este mismo medio, EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, donde se publica un artículo con una referencia a la acción con fotos y un vídeo que configuro como pieza secundaria, donde se recogen las reacciones de la gente durante la realización de la performance Leer: El artista visual Jorge Galán ‘Acarrea el muerto’ por el centro de Málaga en una sorprendente performance. Superpone realidad y realidad ficcionada denunciando unos tiempos de gran irresponsabilidad social.
Al día siguiente la noticia de la performance es recogida por los medios de prensa local Málaga Hoy y La Opinión de Málaga. Curioso que el diario Sur, después de más de 80 medios escritos haciéndose eco de la noticia, no la publicase, parece que las críticas directas o indirectas a las políticas del consistorio malagueño están vetadas en este medio. En los siguientes días se publica en medios de prensa regional, nacional y más tarde en televisiones y radio. Cada día que abría mi correo o alguna red social me encontraba varias solicitudes de utilización del vídeo, a las que no puse ninguna objeción. He cedido gratuitamente el vídeo de la acción a cualquier medio que lo ha solicitado y he realizado todas las entrevistas a prensa escrita, televisiones y radio de manera totalmente gratuita.
Resulta curioso que apenas tuviese conversación directa con 7 u 8 medios de prensa escrita, vía telefónica principalmente, pero gran parte de los más de 80 reflejaban explícitamente en la noticia que había hecho declaraciones personales para cada uno.
De la realización de una obra de arte de temática sanitaria, con crítica a las aglomeraciones innecesarias, la noticia fue convirtiéndose en una acción activista de un sanitario "cabreado". A medida que medios más sensacionalistas entraban en escena la parte artística quedaba más soterrada, los titulares se centraban en destacar y descontextualizar el asunto más escabroso de la pieza; "el muerto" y posteriormente las amenazas recibidas, comentario que realicé como respuesta al tratamiento en redes de la obra.
El pirateo y copia de unos medios a otros (con los que no intercambié ninguna información) me resultó asombroso. Más aún cuando comprobaba cómo algunos titulares (no todos) cada vez se iban haciendo más morbosos. El colofón de este asunto fue una especie de transcripción automática bastante absurda -porque dudo que esté realizada por una persona- donde encuentro una serie de frases que me producen una sensación a medio camino entre lo jocoso y lo preocupante, en el Diario Écija. Frases como:
- "No dejes que nadie se lo lleve por hedonismo"
- "La enfermera envía un mensaje a la sociedad quitar la conciencia y evidencia sentirse sanitario cada vez que ve aglomeraciones en las que la salud de todos está en peligro"
- "No es mi intención que todos se queden solos en casa, pero que nadie lo entienda. hedonismo, que a veces inspira a las instituciones, dice."
- "También aclara, con su desempeño, titulado Sol de los muertos"
- "El artista también verifica la figura del inodoro"
La última obviamente es la más disparatada de todas, ¿pero qué clase de máquina loca han puesto a redactar noticias? ¿Nadie supervisa estas incoherencias antes de publicarlas?
Dejando a un lado transcripciones absurdas, me encuentro con algunos titulares donde abiertamente se toma partido -cual tuitero anónimo desatado- ridiculizando y manipulando abiertamente el sentido de la performance, sugiriendo que pertenezco a algún tipo de organización encargada de producir miedo a la gente o de provocar terror a propósito de la pandemia.
También en numerosos medios se adjuntó a la noticia un enlace directo a mis muros personales de redes sociales, especialmente de tuiter, lo que provocó una inmediata avalancha de comentarios de todo tipo en mis perfiles, más tarde hubo enfrentamientos interminables entre detractores y defensores de la performance durante días. Es obvio que resultaba una incitación clara a la alusión directa tras leer la noticia: aquí tienes su tuiter para putearlo, pincha y vomita.
Algún youtuber malagueño -al que no haré publicidad- también se sumó al escarnio con unas valoraciones artísticas peculiares, por llamarlas de alguna forma. Criticaba que mi intención era "hacerme famoso", pero sumándose a la ola mediática provocada por mi performance y cobrando por las visitas a su canal de youtube. Pura hipocresía. Se escandalizaba -como tantos otros que parece que han salido de las cuevas- de la alusión metafórica a la muerte en la presencia de niños. Curioso que el lenguaje metafórico en referencia a la muerte se cuestione cuando el contexto y la temática es la salud, y quede normalizado cuando el contexto es religioso, tradicional o lúdico, como en Semana Santa, Halloween o en videojuegos de referencia a la muerte en forma explícita. Suelen ser estos portentos de la interpretación alegórica los mismos que cada año se dan porrazos en el pecho viendo tronos de procesiones encabezadas por niños de cualquier edad con referencias totalmente explícitas de muerte, sufrimiento y agonía en ciertas tallas, algunas de estas procesiones con autofustigamientos de sus procesionarios incluidos. No cabe mayor falacia.
En cuanto al vídeo también he encontrado algunos medios -nacionales e internacionales- a los que no les ha parecido suficiente el uso gratuito del vídeo de la performance; han troceado y modificado las escenas a su gusto para ser mediáticamente empaquetadas en segundos, obviando que el vídeo es otra obra -aparte de la acción-, que está concebido y editado de cierta forma intencionadamente, no para ser expuesto como un eslógan referido a un producto.
En cuanto al tratamiento de televisiones también fue bastante desigual. Romper una lanza a favor de televisiones locales, como 101TV y PTV, que trataron el asunto con profundidad y seriedad en sus entrevistas, sin entrar en sensacionalismos. La condición de producto viral a explotar fue mucho más evidente en televisiones de ámbito nacional, que entraron de lleno en los aspectos más polémicos sin ningún tipo de pudor. A destacar la falta de profesionalidad de Cuatro, que tras tenerme dos tardes preparado para la entrevista on-line por Skype, me cortaron sin explicación alguna. El fútbol y la vuelta del rey fueron después las excusas cuando personalmente tuve que solicitar las explicaciones. A ésto hay que añadir que dos tardes más confundieron mi teléfono con otro entrevistado. Resultado: cuatro (curiosa coincidencia) tardes para nada.
Por último queda alguna valoración del cuarto mundo, ése que tenemos dentro del primero pero con infinita mayor miseria que el tercero: el mundo de las redes sociales. Después de la democratización de la opinión (y sus consecuencias) hemos bajado de escalón y ahora hemos democratizado el desprecio y el odio. He tenido la oportunidad de comprobarlo en carne propia. Sectores especialmente negacionistas de la pandemia y antivacunas (curioso esto último cuando no había ninguna referencia en la performance a las vacunas) se afanaron en volcar toda su aversión e inquina no solo hacia mí, sino hacia el colectivo sanitario en general.
Deseos de muerte, expresiones explícitas de odio y desprecio e incluso amenazas llovieron durante días en mis muros de perfil. Lo más llamativo fue comprobar la desaparición de la gran mayoría de ellas (realizadas desde cuentas anónimas) una vez que algunos medios incluyeron el tema de las amenazas en la noticia de la performance. Lo comprobé al preparar el dossier con los hilos que envié a la policía, que me solicitó de oficio el material para investigar la existencia de grupos de odio organizados detrás de las amenazas.
Para finalizar, expresar mi agradecimiento a los medios de prensa que sí han demostrado profesionalidad en su trabajo, que han sido muchos. No pretendo que quede una imagen negativa de todo este embrollo mediático, muy al contrario ha sido una experiencia muy positiva, pero sí me gustaría atestiguar con experiencia propia e invitar a la reflexión acerca de la presencia de un modelo de prensa cada vez más amarillista, que manipula a voluntad los contenidos de las noticias y los proyecta como titulares puramente sensacionalistas. Un modelo que convierte los hechos en producto de consumo, sustrayendo hechos o sumando morbo para conseguir que una información se convierta en una venta. Si todo ésto ocurre con una sencilla acción artística la pregunta es evidente; ¿qué no sucederá con noticias de mayor trascendencia e interés público?
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