Organizado por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, este congreso de arte de acción ofrece un contrastado e interesante recorrido por el mundo de la performance

Galán: “
Esta acción, Otras distancias sociales, será la tercera (y por el momento última) propuesta con el trabajo simbólico del equipo de protección individual (EPI) que vestimos los profesionales sanitarios cuando atendemos pacientes con covid


OPINIÓN. El ademán espetao. Por 
Jorge Galán
Artista visual y enfermero

28/03/22. 
Opinión. El artista visual Jorge Galán escribe en su colaboración con EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre su propuesta ‘Otras Distancias Sociales’, que va a presentar en el congreso ‘Acción Spring(t)’ de Madrid, el próximo lunes 4 de abril: “La propuesta completa el tercero de los ámbitos de desarrollo previstos para la acción, en lo que al público se refiere. Las dos anteriores, La Covitera y Acarrear el Muerto...

...[de una gran aceptación mediática] se desarrollaron en estudio por streaming (sin presencia real de público) y en la calle [en el Centro de Málaga] en forma de intervención urbana, respectivamente”.

‘Otras distancias sociales’ en ‘Acción Spring(t)’

El próximo mes de abril -los días 4, 5 y 6- se celebra el anual congreso de arte de acción Acción Spring(t), en su quinta edición, organizado por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid y coordinado por María Fernández y Elisa Miravalles.

Un certamen con un brillante y variopinto cartel de artistas, la mayoría con un contrastado e interesante recorrido en el mundo de la performance, como George Marinov, Analía Beltrán i Janés, Romina Casile, Patricia Corrêa, Carlos Tejo o Víctor Ripoll entre otros muchos. También contará con mesas de debate y ponencias alrededor del mundo de la acción artística, con temáticas como 'Ciudades, caminos, cuerpos y fragmentos', 'La sacralización de la presencia', 'La destrucción en el arte' o 'El cuerpo modificado' de la mano de ponentes como Itsaso Iribarren y Germán de la Riva, Alberto Chinchón, Diego Rambova o Blanca Molina, entre otros. La dinámica del certamen es bastante intensiva, con sesiones matinales y vespertinas de ponencias y acciones los tres dias de duración.

Tengo el honor y el privilegio de cerrar su primer día de acciones con la propuesta Otras Distancias Sociales. Esta acción será la tercera (y por el momento última) propuesta con el trabajo simbólico del equipo de protección individual (EPI) que vestimos los profesionales sanitarios cuando atendemos pacientes con covid.


La propuesta completa el tercero de los ámbitos de desarrollo previstos para la acción, en lo que al público se refiere. Las dos anteriores, La Covitera y Acarrear el Muerto se desarrollaron en estudio por streaming (sin presencia real de público) y en la calle en forma de intervención urbana, respectivamente. Acarrear el Muerto tuvo una repercusión mediática imprevista y superlativa, siendo recogida por más de ochenta medios de prensa, radios y televisiones de todo el mundo. En esta ocasión la acción se desarrollará en una sala de exposiciones, un concepto más cercano y arropado por el sistema arte, muy diferente a los anteriores.

Continúo por tanto, sometiendo el elemento simbólico de la figura del sanitario en lucha contra la pandemia (mediatizado hasta la saciedad en los últimos años) a distintos entornos de interacción con el público. La sala predispone ciertos condicionantes que no se pueden desarrollar fuera de ella. Una sala de exposiciones predispone que uno va a ver algo estrechamente relacionado con el arte, es su ubicación habitual y establece ciertos condicionantes previos que se dan por sentados y que ejercen su influencia.

La propuesta por tanto, alejada del territorio de las anteriores; necesariamente estará exenta de la introversión que se produce con la ausencia de público y alejada del trabajo mediatizado por el objetivo -más cercano al videoarte- que se produce en el streaming (La Covitera). Como también evitará la simulación -o el encuentro más cercano al mundo real- que se activó en la intervención en el espacio urbano (Acarrear el Muerto).


La sala me pone a mano un espectador predispuesto a ver performance en el contexto de un certamen. Situación que será explotada al máximo por la propia acción: la interacción con el público presente. Queda, por tanto, una casuística totalmente abierta a esta interacción, que exigirá de improvisación en función del tipo de respuesta que provoque el desarrollo de la misma. Será un trabajo muy abierto a cualquier tipo de reacciones y sobre todo, el protagonista será el público presente y no tanto el performer.

Otras distancias sociales propone, mediante el tratamiento simbólico, nuevas interpretaciones y realidades sobre la omnipresente y agotadora pandemia de coronavirus, una lectura alternativa de toda esta nueva e inesperada problemática que ha alterado tan profundamente nuestra forma de relacionarnos. Una acción catártica que nos presenta otras distancias sociales que han aparecido tras la impuesta como medida preventiva al contagio. Distancias en ocasiones ponderadas hacia ciertos colectivos como el sanitario, sufridor por partida doble -como ciudadanos y como trabajadores- de las vicisitudes de la crisis epidemiológica.

El performer y al mismo tiempo sanitario de primera línea en urgencias durante la crisis, parte de una situación “privilegiada” para abordar -tanto desde el protagonismo profesional como desde la mirada de ciudadano- el torbellino de sensaciones y consecuencias sociales que nos ha traído la pandemia.

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