“Irán es un país de grandes escritores y artistas que no olvidan que esa gran civilización es prisionera del chiismo que ha convertido la religión en una dictadura”
OPINIÓN. Sin conclusiones. Por Antonio Álvarez
El escritor es un traductor12/01/23. Opinión. El catedrático de Filología Francesa en la Universidad de La Laguna (Tenerife), Antonio Álvarez, en su colaboración con EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com escribe sobre la dictadura iraní: “En Teherán, Mahsa Amini, una joven de 22 años, murió tras ser torturada por la Policía de la Moral. Su delito: no llevar bien colocado el velo. La muerte de esa joven -heroína, a su pesar-...
...actuó como un revulsivo ciudadano y desde aquel 16 de septiembre de 2022 hasta hoy no han cesado las manifestaciones, exigiendo el fin de la República Islámica, que han causado medio millar de muertos”.
La dictadura de una religión
Abdellatif Laâbi, más conocido como poeta, sobre todo tras recibir el Premio Goncourt de poesía 2009, también ha escrito novelas, además de teatro y ensayo. Su obra es el paradigma coherente de una forma de ver la vida y la realidad de nuestros días, el compromiso ético y estético de quien no separa la escritura de lo social, es decir, de su lugar en el mundo. Entre Francia, su país de adopción y Marruecos, su patria y su matria, sigue siendo un ejemplo del exiliado que se mueve entre dos orillas, porque no quiere permanecer atracado para siempre en ninguna de ellas. En su obra literaria y ciudadana, nada hay de nacionalismos, de señas de identidad como corazas de hierro. En Un continente humano (1998) ya dejó escrito que “la identidad es más un proyecto que una simple adquisición en el momento de nacer. Lo que nos es concedido al comienzo (un nombre, una religión, un país, una lengua, lazos de pertenencia) es aplastante, porque nos programa mucho más para la cerrazón que para la apertura”. Y añadía: “El identitarismo es una de las más viejas y más insidiosas formas del integrismo”. En El libro imprevisto (2010), inédito aún en español, una obra de género inclasificable, llena de inteligencia, sensibilidad, humor e ironía, subraya con su escritura la importancia esencial de la libertad de expresión: “Es posible y casi banal, tener convicciones diametralmente opuestas y defenderlas en público y en la más absoluta libertad. Es posible que la crítica, por más radical que sea desde el punto de vista contrario, no nos exima del respeto que debemos al interlocutor y que no nos lleve a considerar a este último como un enemigo y un monstruo en cuanto se revela infructuoso el esfuerzo de persuasión que hemos intentado en su dirección. Es posible, en fin, que una vez terminada la discusión, cada uno siga por su camino y vuelva a sus ocupaciones con toda tranquilidad, porque a nadie se le ocurrirá entregarle a la venganza popular por los dogmas que ha defendido o de las herejías que ha proferido. No se habrá desplomado el cielo ni la tierra se habrá precipitado al abismo, pero quizá en la cabeza de la gente un nuevo rayo de luz se abrirá camino, al augurar una efervescencia creadora del pensamiento. Sí, soñemos. Es sano y, sobre todo, no impide actuar en favor de un mundo en el que la libertad de creencia fuera la regla y no la excepción. ¿Cuántas batallas habrá que librar para irlo consiguiendo y durante cuántas generaciones? (…) Tengo ese sueño de una humanidad reconciliada, aquí, no en el cielo. Es legítimo, así lo siento, porque yo formo parte de la humanidad que lleva en sí ese sueño. Mi obligación es defenderlo, lo que no impide que, con frecuencia, uno se sienta desgraciado”.
El autor del artículo a la sombra de Rilke, en compañía de Jocelyne y de Abdellatif Laâbi, fotografiados en Ronda por Miguel Moreta
Dos décadas después, Abdellatif Laâbi acaba de firmar una denuncia contra el gobierno iraní que ha empezado a tener repercusión mundial y que traduzco para El Observador:
¡La represión se abate sobre los escritores!
Queridos amigos, poetas y escritores de todo el mundo:
La represión contra las mujeres iraníes y los hombres que apoyan su lucha por la libertad, la igualdad y la dignidad plena, es conocida por todas y todos ustedes. Esta represión no ha perdonado tampoco a los periodistas y a los artistas (cineastas, actores, pintores, músicos...).
En estos momentos, quisiera llamar su atención sobre la ola de arrestos y condenas a largas penas de prisión que afecta desde hace años a poetas y escritores iraníes, pero que ha adquirido una amplitud sin precedentes desde el estallido del movimiento popular de denuncia del régimen dictatorial reinante en el país.
Adjunto a mi carta una primera lista de estos escritores afectados por la represión, con información precisa de algunos de ellos, a la espera de saber más sobre otros.
Denuncio el terror que hace reinar el régimen iraní y reclamo apoyo a los escritores encarcelados o procesados por sus escritos, o por haber expresado libremente su opinión sobre la situación que prevalece en su país.
¿Hay que recordar que la vida de estas mujeres y de estos hombres está realmente amenazada?
¿Es necesario reafirmar que nuestro papel de escritor comporta, hoy más que nunca, el imperativo de alzar nuestra voz para denunciar el aplastamiento de las libertades allí donde la barbarie pisotea todos los valores que nos impulsan a escribir?
Ruego que transmitan este mensaje y concreten las acciones que consideren útiles.
Abdellatif Laâbi (poeta y escritor. Marruecos/Francia)
Lista de poetas y escritores, víctimas del Gobierno iraní, publicada, por ejemplo, en el Pen club de Francia
RECORDATORIOS: Como es sabido, en Teherán, Mahsa Amini, una joven de 22 años, murió tras ser torturada por la Policía de la Moral. Su delito: no llevar bien colocado el velo. La muerte de esa joven -heroína, a su pesar- actuó como un revulsivo ciudadano y desde aquel 16 de septiembre de 2022 hasta hoy no han cesado las manifestaciones, exigiendo el fin de la República Islámica, que han causado medio millar de muertos.
Irán es una potencia militar e industrial, como estamos viendo a diario. Por ejemplo, en los cielos de la guerra de Rusia contra Ucrania. También es un país de grandes escritores y artistas que no olvidan que esa gran civilización es prisionera del chiismo que ha convertido la religión en una dictadura.
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