“Los beneficios fáciles a corto plazo taparon las voces críticas, que solo fueron escuchadas cuando los males tenían difícil remedio”
OPINIÓN. Piscos y pegoletes. Por Enrique Torres Bernier
Profesor del Departamento de Economía Aplicada de la UMA
24/09/20. Opinión. El Doctor en Ciencias Económicas y especialista en turismo y ordenación del territorio, Enrique Torres, escribe en su colaboración en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre las ventajas e inconvenientes de la actividad turística: “La actividad turística, al ser intensiva en mano de obra, presentaba una gran capacidad de crear empleo, y por ende valor añadido, no requería...
...la aplicación de nuevas tecnologías, ni tampoco de especial formación y sus condicionantes eran buen clima, recursos naturales y culturales, precios bajos y seguridad, todo lo cual se cumplía en buena parte de España y en otros lugares”.
Ventajas e inconvenientes del turismo
En los años sesenta, cuando comenzó el turismo de masas impulsado por los cambios en el transporte, más rápido, cómodo y barato, del tiempo libre, impulsado por una mayor productividad y las reivindicaciones de los trabajadores, el aumento de las rentas, crecimiento económico en general, y el deseo de conocer lugares nuevos, parecía que habíamos encontrado la piedra filosofal del desarrollo y del bienestar. Esto idea se aplicó muy especialmente para las zonas en vías de desarrollo.
La actividad turística, al ser intensiva en mano de obra, presentaba una gran capacidad de crear empleo, y por ende valor añadido, no requería la aplicación de nuevas tecnologías, ni tampoco de especial formación y sus condicionantes eran buen clima, recursos naturales y culturales, precios bajos y seguridad, todo lo cual se cumplía en buena parte de España y en otros lugares. Como, además, la recuperación europea impulsó la demanda de una clase media que no solo deseaba viajar, sino que consideraba esto como una prueba de estatus social superior.
Pocos fueron los estudiosos que, como Mario Gabiria y Francisco Jurdao, advirtieron los peligros que el libre desarrollo del turismo podría suponer en un futuro.
El crecimiento abrupto de esta actividad y nuevos estudios sobre el mismo, vinieron a aflorar los peligros que podía suponer estos desarrollos sobre la economía y sobre la sociedad en general. Sin embargo, los beneficios fáciles a corto plazo taparon las voces críticas, que solo fueron escuchadas cuando los males tenían difícil remedio.
Los principales peligros, ya bien conocidos, fueron su impacto en las estructuras territoriales, sobre el medio ambiente, en las manifestaciones culturales y sociales en general y en el reparto de sus beneficios, desde la perspectiva territorial y social. Cada uno de estos aspectos los iremos examinando por separado en próximos artículos.
El impacto sobre las estructuras territoriales no fue advertido hasta más tarde al desarrollarse en primer lugar el turismo de sol y playa sobre espacios vacantes que parecía no tendrían efectos negativos. El turismo de ciudad estaba aún incipiente, como el rural que no admitía por sí mismo masificación. Sin embargo, ha sido en la ciudad donde mayor contestación ha encontrado en los últimos tiempos y donde se ha desarrollado la turismofobia. Por primera vez se ha considerado al turismo como actividad “non grata” y que perjudicaba a los destinos urbanos.
Tanto el medio ambiente como la cultura fueron, durante mucho tiempo, contrarias al turismo que se miraba como un enemigo. Poco a poco se han ido admitiendo como un valor turístico, aunque, como veremos en su momento, no siempre manejado con acierto.
Otro aspecto a considerar, es la distribución social de sus efectos económicos. De principio, al considerar al turismo como una fuente de empleo básico y con un gran poder multiplicador se pensó con una lógica razonable que favorecería a los trabajadores y a las PYME’s de los destinos. Sin embargo, la globalización, la precarización del trabajo, la deslocalización de las empresas y sobre todo, la carencia de políticas correctoras capaces de fijar en el territorio los beneficios que genera, han terminado situándolo y la mayoría de los casos como un depredador de recursos de los lugares donde se desarrolla.
Desde una perspectiva genérica se puede decir que actualmente el turismo camina hacia una mayor sostenibilidad inducida también por los organismos internacionales (OMT) gobiernos y empresas.
En resumen, podemos afirmar que no es el turismo el que en si genere los beneficios y los problemas, sino su forma de gestionarlo en el territorio y en la sociedad. Tema sobre el que volveremos más adelante.
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