“En los casos de China, y EEUU con sistemas diametralmente opuestos, los primeros han atajado con mucha más rapidez el problema de la pandemia, con una total sumisión de la población a las instrucciones para la pandemia, acostumbrada a obedecer las normas del Estado”

OPINIÓN. 
Piscos y pegoletes
. Por Enrique Torres Bernier
Profesor del Departamento de Economía Aplicada de la UMA


28/01/21. 
Opinión. El Doctor en Ciencias Económicas y especialista en turismo y ordenación del territorio, Enrique Torres, escribe en su colaboración en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre los diferentes recursos que tienen las dictaduras y las democracias respecto a la pandemia: “Aunque hay que reconocer que los estados centralizados y "fuertes", entre los que se...

...encuentran prácticamente la totalidad de los regímenes dictatoriales, tienen en principio ventaja a la hora de hacer frente a la pandemia, es en realidad el buen funcionamiento de las administraciones y la responsabilidad de los ciudadanos siguiendo las normas de las autoridades sanitarias las que logran los efectos deseados”.

COVID: dictaduras y democracias

El proceso de desarrollo de la pandemia ha tenido respuestas diversas según los países, sistemas políticos y grado de desarrollo de cada uno. Es evidente que el fin ha sido su erradicación, pero no todos han estado de acuerdo cómo, considerando incluso la existencia de "negacionistas" como el caso de Brasil.


Lo cierto es que los países que tienen más desarrollado su "democracia territorial", es decir descentralizadas sus decisiones en sus diversos territorios, no han estado siempre de acuerdo como actuar, introduciendo muchas veces criterios de carácter político, cosa tan comprensible como nefasta en una situación de casi absoluta incertidumbre.

Es por ello que muchos estados han tenido que acudir a sus constituciones para centralizar ciertos poderes mediante las figuras que preveían las mismas, muchas de ellas pensadas para conflictos bélicos, pero también para grandes catástrofes y situaciones de emergencia.

Los países que poseen gobiernos autoritarios, poco o nada democráticos, no han tenido que forzar su entramado constitucional sino, simplemente, utilizar sus organismos competentes para tratar de atajar la pandemia.

Esto nos llevaría a preguntarnos si en estos casos de extremo peligro para la población las dictaduras y estados más totalitarios funcionan mejor que las democracias. En primer lugar habría que tener en cuenta un factor añadido, el grado de desarrollo del país medido por el índice que queramos. Los llamados estados fallidos, es decir aquellos en los que las administraciones se diluyen y no aparecen cuando las necesitan los ciudadanos, no funcionan en estos casos, independientemente de su sistema político. A pesar de esto, los autoritarios o dictaduras tomarán las decisiones más rápidas y concretas, lo cual no quiere decir que la cadena funcione para resolver el problema.

En los casos de China, y EEUU con sistemas diametralmente opuestos, los primeros han atajado con mucha más rapidez el problema de la pandemia, con una total sumisión de la población a las instrucciones para la pandemia, acostumbrada a obedecer las normas del Estado. Los EEUU sin embargo, con resistencias, individuales e institucionales teniendo como argumento la libertad democrática, han encontrado más problemas, relegándose la solución del problema a la vacunación en "rebaño", que tampoco es comunmente aceptada.

En nuestro país con un estado cuasi federal con cada vez mayores transferencias especialmente a las regiones "ariscas" que decía Ortega, aparte del uso del estado de alarma y alerta por parte del gobierno central, las autonomías han entrado en el juego perverso de anteponer los intereses políticos a los de la situación de emergencia, aunque hay que reconocer que al agravarse la situación han centrado sus esfuerzos en las medidas de protección de la población ante el Covid.

Aunque hay que reconocer que los estados centralizados y "fuertes", entre los que se encuentran prácticamente la totalidad de los regímenes dictatoriales, tienen en principio ventaja a la hora de hacer frente a la pandemia, es en realidad el buen funcionamiento de las administraciones y la responsabilidad de los ciudadanos siguiendo las normas de las autoridades sanitarias las que logran los efectos deseados.

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