“No debemos olvidar que España lleva siendo el destino turístico más competitivo del mundo varios años y es este un capital social que no debemos perder en este trance”

OPINIÓN. 
Piscos y pegoletes
. Por Enrique Torres Bernier
Profesor del Departamento de Economía Aplicada de la UMA


08/04/21. 
Opinión. El Doctor en Ciencias Económicas y especialista en turismo y ordenación del territorio, Enrique Torres, escribe en su colaboración en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre los factores de competitividad turística de España, en esta ocasión las políticas de marketing y comercialización: “Es evidente que tras este frenazo de la actividad turística la memoria sigue existiendo, en...

...especial con sus características positivas de demanda. Por lo tanto, la imagen de España y tras ella y con ella, la de los diferentes destinos que comprende, debería de mantenerse dado que es un capital turístico acumulado, aunque no siempre esto pueda hacerse en su integridad por los cambios introducidos por el coronavirus”.

Peligros para el turismo a la salida del túnel: Adecuación de las políticas de marketing y comercialización

La interrupción de los flujos y la caída de la demanda por razones de miedo y prevención deben llevar a una reformulación, y esto si a corto plazo, de las políticas de marketing y comercialización, teniendo en cuenta que será un mercado mucho más estrecho, pero en expansión, y con demandantes diferentes a los habidos históricamente. En primer lugar, hay que considerar los mercados de proximidad, aunque ciertamente para un destino como España y para muchos de los principales focos turísticos serán insuficientes, pero tampoco empezarán, a corto plazo, a plena capacidad. A medio y largo plazo lo más probable es que se intenten recuperar los antiguos mercados de antes de la pandemia en los que al menos históricamente están ya posicionados. Sin embargo, también se tendrá que tener en cuenta la garantía sanitaria de los mismos presenta para nuestros destinos.


Es evidente que tras este frenazo de la actividad turística la memoria sigue existiendo, en especial con sus características positivas de demanda. Por lo tanto, la imagen de España y tras ella y con ella, la de los diferentes destinos que comprende, debería de mantenerse dado que es un capital turístico acumulado, aunque no siempre esto pueda hacerse en su integridad por los cambios introducidos por el coronavirus.

Para ello debe de hacerse un esfuerzo para usar la información disponible y crear la nueva necesaria usando las nuevas tecnologías y los poderosísimos medios que nos proporcionan las redes sociales y sus derivados.

La aparición del Covid tuvo una serie de consecuencias que cambiaron el panorama del marketing y la comercialización de sus destinos. Por un lado, la limitación de las comunicaciones dentro de España y con otros lugares limitaron las posibilidades de acceso de los turistas, al mismo tiempo que abrió oportunidades a otros con motivaciones y procedencia distintas.

Esto supuso además, el cambio en el uso de medios de transporte, lo que supuso también el uso de mecanismos y medios distintos de promoción.

También la vuelta de la mirada a los llamados mercados de proximidad ha llevado a cambiar los planteamientos para promocionar destinos que a pesar del frenazo de las comunicaciones, aún permanecen con su capacidad de acogida intacta. Entre ellos habría que estacar los llamados turismos de interior o rurales a los que se les han abierto oportunidades hasta ahora inéditas. La proximidad de las grandes ciudades y el uso de plataformas especializadas en turismo rural pueden ayudar a reactivar a este segmento que, no debemos de olvidar está íntimamente relacionado con eso que se ha dado en llamar la España vacía.

Pero, tal vez lo más complicado de ajustar es la promoción y el marketing de los destinos a las diferentes fases de recuperación y caída que se están presentando durante este largo año de pandemia, cambios a los que para una mayor eficacia deberían de anticiparse los diferentes mercados.

No debemos olvidar que España lleva siendo el destino turístico más competitivo del mundo varios años y es este un capital social que no debemos perder en este trance, y para ello es muy importante no perder el pulso de los cambios en los mercados y actuar en consecuencia con la debida celeridad y usando los canales más adecuados y en los momentos más oportunos.

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