“La Junta de Andalucía, en manos del PP ahora, pero también en las del PSOE anteriormente, ha aplicado una mirada cortoplacista e insostenible que no contempla un mañana para la comarca

OPINIÓN. Las historias que nos contamos. Por Carmen Molina
Bióloga y ecologista


01/02/21. 
Opinión. La bióloga Carmen Molina escribe, en su colaboración en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, un texto sobre la sobreexplotación hídrica: “A pesar del avance que supuso la Directiva Marco de Aguas (DMA) para comprender el ciclo integral del agua, se sigue gestionando como si fuera un bien ilimitado. Estamos desbordando la capacidad de recuperación de ese ciclo y poniendo en peligro...

...no sólo el abastecimiento humano, sino también la conservación y preservación de humedales, acuíferos, ecosistemas fluviales, etc”.

Los subtropicales de la Axarquía contra su propia supervivencia

Hace unos días, la delegada de la Junta en Málaga, Patricia Navarro, nos ofreció en primicia una noticia: la Junta de Andalucía espera tener listo el trasvase de La Viñuela este verano. Explicó que se iniciarían en breve las obras, tras adjudicar la obra de bypass de Churriana, para lo que cuentan con un presupuesto de 1,4 millones de euros. El bypass de Churriana, -afirmaba-, permitirá traer agua del embalse de La Concepción, en la costa occidental hasta La Viñuela.


Atiende así a la demanda de los productores de la Axarquía, que quieren tener acceso a más agua. Ese es el motivo para plantear un trasvase desde La Concepción hasta el pantano de La Viñuela: atender una demanda en lugar de controlar una oferta sobredimensionada. ¿Cómo podrán, los hijos de los productores que ahora cultivan aguacates y mangos, seguir ganándose la vida cuando sean ellos los responsables de las explotaciones, si no se para pronto esta dinámica destructiva que amenaza con dejar un erial en herencia?

No se puede seguir extrayendo agua por encima de la capacidad total del sistema hídrico. Y se lleva haciendo desde hace mucho, con la evidente consecuencia de poner en peligro el futuro del sector, tan dependiente de aportaciones extras de las que no se dispone.

En las cuencas mediterráneas andaluzas, donde se ubica el pantano de la Viñuela la situación es la siguiente:


Lo que evidencia que, a pesar de las intensas lluvias con que ha comenzado el año, el agua embalsada mengua a ojos vista, año tras año, aunque los responsables de las políticas hídricas e hidráulicas en la consejería, no quieran verlo. Las demandas no pueden ser ilimitadas, ni se puede ofrecer un aumento permanente de permisos de extracción, trasvases de lugares donde tampoco sobra, o vender la idea (como así hace la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible) de que se pueden sumar recursos para ampliar regadíos, si se impulsan los tratamientos terciarios en las Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) que permitan la utilización de aguas regeneradas. Por este procedimiento no se pueden recuperar grandes volúmenes, como para pretender ampliar regadíos.

Las medidas que se van adoptando van habitualmente enfocadas a seguir incrementando la oferta, y se basan en la realización de grandes obras hidráulicas; presas, embalses, diques, trasvases o canalización de los ríos. Por supuesto que optimizar los sistemas de riego es imprescindible y evitar pérdidas, pero, es imprescindible replantear los regadíos actuales y adaptar el número de Hectáreas a la capacidad de nuestras cuencas y acuíferos de mantenerlas y mantenerse. Porque hay que poner el foco en el deficiente estado de las cuencas hidrográficas y posibilitar la recuperación y conservación del buen estado ecológico de los ecosistemas acuáticos y de ribera, además de evitar la sobreexplotación.

Y es que, a pesar del avance que supuso la Directiva Marco de Aguas (DMA) para comprender el ciclo integral del agua, se sigue gestionando como si fuera un bien ilimitado. Estamos desbordando la capacidad de recuperación de ese ciclo y poniendo en peligro no sólo el abastecimiento humano, sino también la conservación y preservación de humedales, acuíferos, ecosistemas fluviales, etc. Los ecosistemas de agua dulce y su biodiversidad se encuentran entre los más amenazados por el calentamiento global y el cambio climático en marcha.

Una de las principales consecuencias del cambio climático, especialmente en la cuenca mediterránea, es un aumento de las sequías y de la temperatura, y por lo tanto el agua va a ser un bien cada vez más escaso, tanto por su falta como porque las reservas están cada vez más contaminadas. Por ello, no es lógico que desde las Confederaciones Hidrográficas y gobiernos locales, autonómicos o centrales se siga sin cambiar la tendencia. Las acciones deberían ir justo en la dirección contraria, evitando la construcción de nuevas presas, de nuevos embalses o de trasvases. A nivel mundial se está promoviendo la demolición de infraestructuras obsoletas. Por esa misma razón se debería desistir de seguir construyendo presas, embalses o sistemas de tuberías para trasvasar un agua que supuestamente “sobra” en un lugar, para llevarlo a otro en el que falta. La terminología usada de cuenca excedentaria o deficitaria no deja de ser una tremenda falacia. Los productores de la comarca acabarán pagando el error de intensificar los regadíos y exigir un agua de la que no se dispone. Vamos al colapso hídrico porque se lleva mucho tiempo gastando mas agua de la que hay y el déficit hídrico es muy evidente.

Apoyar al sector de los subtropicales en la Axarquía malagueña implica trabajar para lograr un sector sostenible en la actualidad para que pueda tener futuro. Sin duda se deben incluir en los balances, la disponibilidad de recursos necesarios para producir esos frutos subtropicales que tanto éxito tienen, que son suelo, agua y diversidad. La verdadera protagonista ahora es el agua, por ser el recurso limitante, aunque los otros dos también peligran, pero, al menos, hay que plantear restricciones a la extensión del riego y asegurar y mejorar la eficiencia del mismo en las zonas que ya cuentan con él. No son admisibles incrementos de superficie de riego. Si los principales interesados, los productores, no lo entienden; y la administración -que debe estar atenta a ello- no lo controla, el futuro de la comarca será incierto.

El pantano de la Viñuela, es el que presenta un porcentaje menor de agua embalsada de todos los embalses de la provincia, con 31´38%. El de la Concepción, el que mas (74´41%). Pero esto no significa, ni mucho menos, que en la Concepción sobre agua y esta se pueda derivar para contentar a los productores de frutos subtropicales en una zona que no es tropical y que mediante la acción humana acabará siendo subdesértica.

Aunque se pueda reutilizar agua depurada tras poner en marcha los tratamientos terciarios en las estaciones depuradoras, el grueso de la respuesta, al final está en la extracción y consumo de agua subterránea de un modo insostenible. De manera que se reproduce el modelo del poniente almeriense de no contención del crecimiento de la superficie invernada con las consecuencias negativas que todos conocemos a nivel del acuífero.

En la Axarquía existe un incremento de superficie cultivada de subtropicales muy elevado con casi 13.000 hectáreas y este incremento se ha dado por encima de la cota de 140 m., que era la contemplada para la gestión hidrológica de la cuenca.  Lo que ya supone un incumplimiento flagrante y ese incremento ha supuesto más producción, pero también más limitación del recurso para el resto de regantes que sí están ajustados a la norma. Además, el subir en cota conlleva bombeos que requieren consumos de energía.

Se está poniendo en peligro la viabilidad de los subtropicales en la comarca en el medio y largo plazo. La Junta de Andalucía, en manos del PP ahora, pero también en las del PSOE anteriormente, ha aplicado una mirada cortoplacista e insostenible que no contempla un mañana para la comarca.

Y es que, una gestión sostenible implica que la actividad sea económicamente viable ahora y en el futuro. Y no podemos dejar de actuar en consecuencia ahora que lo sabemos.

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