“A veces es tan descarado que sorprende que empresas y universidades estrechen lazos tan ruines, solo por dinero, aparcando el interés científico sincero y el servicio a la sociedad”
OPINIÓN. ECOselección BlogSOStenible. Por Pepe Galindo
Profesor de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la UMA11/12/20. Opinión. El profesor de la UMA, Pepe Galindo, comparte en su espacio de colaboración en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com textos de su web BlogSOStenible. En esta ocasión escribe sobre universidades vendidas a empresas: “Por supuesto que no estamos diciendo que las empresas no deben apoyar la investigación. De hecho, lo ideal es que lo hagan. Lo que no es admisible es que...
...los resultados de esa investigación estén condicionados por quien los paga, incluso aunque solo haya una duda razonable. La universidad no solo debe ser objetiva en sus estudios, sino también parecerlo”.
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Cátedras universitarias vendidas a sucios intereses empresariales: otra forma de greenwashing
Tras desvelar las vergüenzas de algunos museos, ahora toca visibilizar escándalos en algunas universidades y sus cátedras de “investigación” (entre comillas).
¿Debemos fiarnos siempre de la ciencia? Por desgracia, hay muchos casos en los que se llama ciencia a algo vendido a intereses particulares. Un caso muy conocido lo vemos en el sector farmacéutico. Por encima de los nombres de los autores de cada estudio científico debería ponerse, en letra grande, quién lo ha pagado. Investigar esas relaciones de intereses meramente económicos es, en general, complicado. Sin embargo, hay evidencias imposibles de negar: las cátedras universitarias pagadas por empresas privadas, no para investigar, sino para hacer estudios a medida de sus intereses. A veces es tan descarado que sorprende que empresas y universidades estrechen lazos tan ruines, solo por dinero, aparcando el interés científico sincero y el servicio a la sociedad.
Por supuesto que no estamos diciendo que las empresas no deben apoyar la investigación. De hecho, lo ideal es que lo hagan. Lo que no es admisible es que los resultados de esa investigación estén condicionados por quien los paga, incluso aunque solo haya una duda razonable. Por dejarlo claro: que no vengan los terroristas a hablarnos de amor fraternal, aunque sea con su mejor intención. La universidad no solo debe ser objetiva en sus estudios, sino también parecerlo.
Universidades sin vergüenza
Desgraciadamente, no nos podemos fiar de un estudio por el mero hecho de llevar el logotipo de cierta universidad. Eso queda demostrado con esta sucinta selección de universidades sospechosamente vendidas a intereses privados:
- Universidad de Castilla-La Mancha: Sin pudor ninguno, una empresa cárnica paga la Cátedra Incarlopsa para que se ensalcen las “propiedades nutritivas y saludables” de la carne. Los resultados están fijados antes de investigar. La objetividad científica queda masacrada y ninguneada. La misma universidad tiene también la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa pagada por el Banco Santander, un banco muy criticado entre otras cosas por financiar la industria armamentística y todo tipo de empresas altamente contaminantes. ¿Qué tipo de responsabilidad es la que investigan? Señora Botín, aplique la RSC a su banco antes de intentar dar lecciones.
- Universidad Politécnica de Madrid: Una empresa que gestiona los residuos de forma escandalosa paga la Cátedra Ecoembes que siempre concluye que el trabajo de Ecoembes es impecable. Ecoembes también paga, sin rubor, a periódicos y periodistas para que la prensa no sea ingrata con los mayores contaminadores del plástico. Desde esa cátedra se beca a profesionales especializados en preservar el modelo de usar y tirar y, para el mismo objetivo, se involucran a investigadores en otras universidades (Universidad de Alicante, Universidad de las Palmas de Gran Canaria y Universidad de Alcalá), como denuncian Alberto Vizcaíno y Liliane Spendeler. Atentos también porque en el mismo domicilio de la Cátedra Ecoembes está Ecotextil, que pretende hacer con la ropa lo mismo que con los envases: promover el modelo de usar y tirar. Lo raro es que Inditex no participe en ello (que sepamos). Y en la misma UPM encontramos también la Cátedra Iberdrola para los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la que, suponemos que se investiga cómo incumplir tales objetivos sin que se note demasiado.
- Universidad Pompeu Fabra: Mantiene la Cátedra Mercadona de “Economía Circular”. Las empresas que más plástico de usar y tirar venden son los supermercados y uno de los de más éxito pretende dar lecciones de Economía Circular. Serían más coherentes si la cátedra Mercadona fuera de “Economía hacia el Colapso”. En esta misma universidad, otra cátedra distinta sigue la estela de la UPM para generar titulares a la medida de las empresas que se lucran con los envases de usar y tirar. El problema es que esta cátedra no está financiada directamente por una empresa, sino por la ONU. Es la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático que, curiosamente tiene programas financiados por Ecoembes, Ecovidrio y Tetra-Pak, que son los grandes magnates en España de los envases de usar y tirar de plástico, vidrio y tetrabrik, respectivamente.
- Universidad Jaume I: La Cátedra BP sobre Medio Ambiente Industrial tiene un bonito nombre, pero seguro que no investiga cómo cerrar la empresa BP por ser una de las empresas más peligrosas del planeta.
- Universidad de Málaga: La Cátedra sobre Cambio Climático está pagada por la Cementera Heidelberg, la industria más contaminante de Málaga. La UMA acepta su “sucio” dinero sin ningún reparo conocido. ¿Una cementera va a poner su dinero para un estudio objetivo sobre cambio climático? ¿O es más creíble que lo use para lavado verde (greenwashing)? ¿Se puede investigar la sostenibilidad de la ciudad de Málaga sin pedir el cierre o traslado inmediato de esa industria tan peligrosa y contaminante? Parece que a la Universidad de Málaga no le interesa mucho su prestigio. Para los más curiosos, la UMA tiene también una Cátedra de Estudios Cofrades, que aseguramos que no llena de orgullo a todos los investigadores de la UMA. También en la UMA tiene cabida otra Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa, pagada también por el citado Banco Santander.
- Universidad de Sevilla: Una empresa de productos químicos financia una cátedra sobre sostenibilidad, olvidando el detalle de que sus productos químicos son la principal causa de insostenibilidad y de pérdida de biodiversidad por la agricultura. La misma universidad tiene otra cátedra sobre “Comunicación y Tauromaquia”, que obviamente desprestigia a esta universidad sin necesidad de dar grandes argumentos.
- Universidad de La Coruña: Acoge la Cátedra Inditex de Sostenibilidad, sin tener en cuenta que la industria textil low cost se lucra gracias a reducir costes y producir un alto impacto social y ambiental. Inditex está entre las empresas del sector de mayor impacto ambiental y social (malos salarios, abuso de trabajadoras, esclavitud infantil, artimañas financieras en paraísos fiscales…).
- Universidad de Vigo: Acepta cobijar la Cátedra Naturgy de Energía y Desarrollo Sostenible. Una empresa de combustibles fósiles no es un buen interlocutor para hablar de nada que tenga que ver con sostenibilidad, pero el caso de Naturgy es más grave pues es una empresa sin escrúpulos hacia la naturaleza. También encontramos la Cátedra ENCE, una empresa altamente contaminante del mar y culpable de la desaparición de los bosques gallegos, investiga la gestión forestal.
- Universidad Politécnica de Cataluña: Esta universidad tiene una cátedra de Movilidad Sostenible, financiada por una empresa automovilística (SEAT) ignorando el hecho científico de que ningún coche privado es sostenible. También levantan sospechas su cátedra de Minería Sostenible financiada por una empresa minera y de fertilizantes no ecológicos (ICL Iberia e Iberpotash), la cual es causante directa de uno de los conflictos ambientales históricos en Cataluña, además de sufrir accidentes y conflictividad laboral.
- Universidad Politécnica de Cartagena: FECOAM, federación agraria y ganadera, financia una cátedra para la Agricultura Sostenible en el Campo de Cartagena. Durante años hemos visto que la agricultura sostenible no es el objetivo principal de los agricultores y ganaderos de Murcia y por si hay dudas, mirad el caso del mar Menor un desastre ambiental a la altura del Prestige o de Aznalcóllar. La empresa ya citada ICL financia también en esta universidad otra cátedra sobre sostenibilidad en la agricultura. Otra cátedra se encarga de estudiar la “sostenibilidad de los regadíos”, financiada por los regantes del trasvase Tajo-Segura (SCRATS) un trasvase claramente insostenible.
Hay bastantes más cátedras financiadas por empresas poco éticas, tales como Endesa, Iberdrola o Cepsa, pero al menos no dicen claramente que su objetivo sea la sostenibilidad, por lo que nos ahorramos la crítica, por el momento. No es ético que los terroristas investiguen en explosivos, pero al menos es coherente.
Fíate de la ciencia, pero no de toda la ciencia
La ciencia lleva años diciendo cosas muy desagradables sobre nuestro insostenible modo de vida y sobre cómo mejorar. En teoría, esto se acepta con desgana, pero en la práctica se rechaza con nuestros actos cotidianos. Nuestra sociedad confía en la ciencia, salvo que diga lo que no queremos oír. Tal vez por eso no genera el escándalo que debería que las universidades se plieguen a intereses particulares. Permitir que nos engañen con lo que otros quieren que oigamos siempre debería abrasarnos la piel.
Harari advirtió que la investigación está condicionada por el dinero y se debe a intereses políticos, económicos o religiosos, pero casos tan exagerados como los expuestos deberían ruborizarnos a todos. No solo se influye sobre las prioridades de investigación, sino que con dudosos estudios científicos se manipula a la sociedad para que el dinero fluya hacia los que pagan esas cátedras. Escandaloso.
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