Los vecinos no saben si hay autorización municipal para hacer esto, puesto que no se ha dado ningún aviso. Los trabajos no pueden hacerse dentro de la parcela del palacio, según uno de los empleados. No es la primera polémica de las obras: hubo talas de árboles no autorizadas e incluso vertidos a la playa

26/06/15. Sociedad. La constructora de las obras que se llevan a cabo en el Palacio Miramar, en La Malagueta, para reconvertirlo de nuevo en hotel, ha abierto una zanja en la confluencia de la calle Keromnes, que bordea la manzana del edificio, con el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso, que discurre desde la zona este de la ciudad hacia el centro de Málaga. Los trabajos que se realizan en el Palacio para volver...

...a convertirlo en hotel levantan suspicacias entre los vecinos del barrio que soportan las ya prolongadas molestias. Uno de ellos, que prefiere mantenerse en el anonimato, ha señalado los problemas que está causando al tráfico rodado el corte de esta vía, una de las pocas que alivian el tráfico del Paseo de Reding hacia el Paseo Marítimo. También muestra sus dudas sobre la autorización por parte del Ayuntamiento para hacer este corte durante un tiempo tan prolongado, ya que no consta ningún tipo de aviso municipal, ni está a la vista. Algunos operarios han explicado a EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com que la calle cortada permanecerá así por lo menos “otra semana”, y alegan que los trabajos que están realizando no se pueden acometer en el interior de la parcela. La situación podría recrudecerse en los próximos días, una vez que las obras del Metro corten el Paseo del Parque. Entonces, el Ayuntamiento tiene previsto habilitar tres carriles de un solo sentido en la calle Gutenberg, paralela a Keromnes. Desahogará el tráfico en Reding, pero el paseo marítimo será pasto de retenciones.


LA aplicación de mapas de Google tiene una herramienta que permite seguir en tiempo real el estado del tráfico en las principales ciudades. Ayer a media mañana el sistema presentaba complicaciones en la desembocadura de la calle Keromnes (los colores, de verde a rojo, indican si el tráfico es más o menos fluido). Esta discreta vía es un aliviadero de tráfico fundamental en La Malagueta, que deja entrar a los vehículos procedentes del Centro en el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso, no solo para ir hacia el Este, sino también para adentrarse en los bloques de viviendas que dan la espalda al Muelle Uno y a La Farola: es una zona muy poblada.

KEROMNES está cortada desde hace más de diez días, y según ha podido saber esta revista, por boca de uno de los operarios que trabajan en la reforma del Hotel Miramar, permanecerá así “por lo menos otra semana”. Preguntado por si los trabajos que se están haciendo en la vía pública no podían realizarse en el interior de la parcela, este operario negó con la cabeza. A lo largo de estos días la calle ha estado cortada para el simple paso de camiones. Sin embargo, ayer por la mañana una retroexcavadora cargaba restos en uno de estos vehículos, y lo hacía al linde de la parcela.






ESTO obliga a los residentes en el corazón de La Malagueta (vecinos del Paseo Marítimo Ciudad de Melilla y sus calles aledañas) a dar múltiples rodeos en coche, en caso de que lo tengan estacionado en el aparcamiento municipal de Avenida Cervantes. Muchos de los usuarios de esta instalación salen directamente a la rotonda que conecta los paseos marítimos con el Paseo de los Curas y la Fuente de las Tres Gracias, frente al Hospital Noble. Por ello, tienen que recorrer desde el inicio el Paseo de Reding y llegar prácticamente a la Avenida de Príes para caer al paseo marítimo. Los operarios, sin embargo, recordaban que los conductores cuentan con la posibilidad de entrar por calle Keromnes, girar y seguir la calle Maestranza hasta encontrar una salida al paseo.

NO es la primera vez que las obras del Hotel Miramar generan polémica en Málaga. En octubre del pasado año, un accidente colocando un muro pantalla dañó uno de los aliviaderos de la playa de La Malagueta, provocando un escape de bentonita, un material ‘inocuo’ utilizado en obras. El mes anterior, en septiembre, la dirección de obra optó por acabar con especies arbóreas protegidas como parte del patrimonio municipal y supuso ya una sanción a las obras.

JOSÉ Seguí es el autor del proyecto y director de las obras que promueve el grupo Hoteles Santos y ejecuta la constructora ‘Obras y Reformas Picasso’ (ORP) en el Palacio Miramar de La Malagueta, antigua sede de los juzgados de la capital, para volverlo a convertir en el hotel que en su día fue. En 2012, el colectivo Ecologistas en Acción le premió con el galardón ‘Caballo de Atila’ “por su contribución a la destrucción medioambiental” a raíz de los masivos desarrollos urbanos que ha promulgado con el Plan de Ordenación Territorial (POT) de la Costa del Sol Occidental y los PGOUs de Ronda y Antequera, amén de ser el responsable de diseños como el de la megaurbanización La Resinera. Si bien la hoja de servicios de Seguí es abultada (desde la Ciudad de la Justicia de Málaga al Puerto de la Bajadilla de Marbella) el arquitecto es el autor de la única obra que, literalmente, hunde sus pilares en la misma ribera (dominio público hidráulico) del río Guadalmedina: la ampliación del estadio de la Rosaleda. También es conocido por ser un personaje esencial en la trama de la urbanización Los Merinos Norte de Ronda, como redactor del Plan de la ciudad de 1994, caso que todavía trae cola en el municipio, o por ser el protagonista de una inspección de Hacienda en 2008, que le señaló por no declarar un millón de euros (ver La condena a José Seguí por fraude a Hacienda destapa la operación por la que el ‘arquitecto de la Junta’ se hizo con más de un millón de euros especulando con Aifos y Grupo Mirador en Villanueva del Rosario).

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