La poca vergüenza política del presidente del PP y de la Diputación de Málaga. El alcalde de Benamocarra, Abdeslam Lucena, que formaba parte de su Gobierno, fue condenado por calumnias, injurias y desobediencia. Elías Bendodo exige explicaciones al PSOE, y él nunca tuvo ‘ni principios’ ni redaños para echar a este alcalde al que llegó incluso a defender

06/07/15. Sociedad. El presidente en funciones de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo (PP), ha reclamado al PSOE que actúe ante la polémica que Francisco Conejo mantiene a cuenta de su piscina. La semana pasada los mediosseñalaban que el portavoz socialista en la institución provincial había sido citado mediante un auto del Juzgado de Instrucción 8, a cuenta de irregularidades con...

...las licencias de la misma. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com recoge las exigencias del líder de los populares en la provincia, que en el pasado mandato no tuvo los “principios” ni los redaños -que ahora exige a los demás- para dejar fuera del Gobierno de su Diputación a Abdeslam Lucena, alcalde de Benamocarra condenado en abril por injurias, calumnias, desobediencia y un delito de malversación del que fue absuelto. Lucena abandonó el ente supramunicipal cuando quiso en noviembre, siete meses después de que llegase la primera condena en firme. Francisco Salado era parte de ese mismo equipo de Gobierno que ahora exige responsabilidades. La pasada legislatura fue el alcalde de Rincón de laVictoria, cuyo Consistorio archivó pocos días antes de las municipales el expediente por el que se investigaba a Conejo a tenor de una presunta infracción urbanística.

EL blog Arrinconados que edita el periodista David Bollero en el municipio publicaba la semana pasada una extensa entrada (AQUÍ) en la que hacía una cronología del caso sobre la piscina prefabricada de Francisco Conejo, número tres del PSOE andaluz, portavoz en la Diputación de los socialistas, que instaló en su casa (en Rincón de la Victoria) hace más de un lustro. Mario Jiménez, diputado socialista en el Congreso, niega que haya imputación alguna, solo confirma que se están dirimiendo unos procesos judiciales en los que su compañero Conejo será llamado a declarar. De momento, el propio Conejo confirmó la semana pasada mediante un comunicado de prensa que él no había recibido notificación alguna.

ESO
ha de sumarse al hecho de que la abogada demandante Paloma Ayllón ya presentó otra querella por los mismos motivos que fue archivada en marzo de este año, en la que se hablaba de un delito de tráfico de influencias. La actual, la que ahora dirime Instrucción 8, denuncia delitos de prevaricación. Pero la insistencia ha hecho que Patxi López, el secretario de Acción Política y Ciudadanía, declarase en Ferraz, que esto podía ser parte de una “caza de brujas”.

DENTRO
de la complejidad y confusión que rodea todo este asunto exclusivamente político, camuflado por el PP con el disfraz de la defensa del urbanismo y la legalidad vigente, lo que es digno de hacer notar es la falta de vergüenza política que pone en evidencia una vez más el presidente de la Diputación provincial en funciones y máximo dirigente del PP de Málaga, Elías Bendodo, que se tira al barro de la polémica para exigir a sus adversarios políticos medidas contundentes ante las irregularidades. Llegó a pedir “ejemplaridad” para los representantes políticos, no solo en las conductas públicas, también en las “privadas”. “No hay que esperar a que la justicia actúe, hay que hacerlo por principios, convicción y responsabilidad, para recuperar la confianza de la gente”. En resumen, lo que pide es que el PSOE “haga algo” ya contra Conejo sin esperar que la Justicia se pronuncie.

EN abril de 2014 Abdeslam Lucena, alcalde de Benamocarra y miembro del equipo de Gobierno de Elías Bendodo en el ente supramunicipal, recibió una sentencia en firme por injurias, calumnias, desobediencia y un delito de malversación del que fue absuelto. Hubo que esperar hasta noviembre de ese mismo año para que Lucena renunciara a sus cargos voluntariamente sin que nadie, incluido Bendodo, le dijera que se marchara. En el PP nadie asumió su responsabilidad y se llegó a defender que se dejase trabajar a la Justicia. Con más desvergüenza y oportunidad política que ética, Elías Bendodo ofrece ahora a instancias de la Diputación provincial (lo pronunció en su sede) un discurso radicalmente opuesto a lo sucedido en la legislatura pasada.

CABE recordar que Lucena se convirtió en alcalde por el PA cuando apenas contaba con 23 años y se presentaba por vez primera a unos comicios. En 2011 fue 'fichado' por el PP para ir como independiente en su candidatura. Abandonó la Diputación en noviembre tras ratificar la Audiencia Provincial la condena por un delito de calumnias, injurias y desobediencia. A raíz de dicha condena de seis meses de prisión, e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo, el PP prefirió no incluirlo en su lista, pero eso no impidió que, después de que un juez lo autorizase al suspender la ejecución de la sentencia mientras se resuelve el expediente de solicitud de indulto, Lucena haya vuelto a ser electo con una formación independiente.

INDEPENDIENTEMENTE
de la resolución legal que merezca el caso de Conejo, el cinismo de Bendodo y del PP llama más la atención si cabe, porque los hechos que se le imputan al representante socialista fueron archivados por el Ayuntamiento que dirigía Francisco Salado, alcalde de Rincón de la Victoria hasta que lo echaron el pasado 24M, miembro dirigente del PP y portavoz del partido en el pasado Gobierno de la Diputación en el que compartía escaños con su compañero Lucena, contra quién tampoco se le escuchó ningún reproche en todo el tiempo que estuvieron juntos en el gobierno provincial.

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