El fotógrafo malagueño retira la muestra ‘Y sigo caminando’ por el trato recibido

alexzea127/09/07. Sociedad. Al comprobar que la exposición ‘Y sigo caminando’, que había cedido gratuitamente a las Galerías Goya (un complejo de tiendas del centro de Málaga), había sido arrinconada, los paneles donde colgaban las fotos reducidos de seis a dos y escuchar la crítica salvaje...

El fotógrafo malagueño retira la muestra ‘Y sigo caminando’ por el trato recibido

alexzea127/09/07. Sociedad. Al comprobar que la exposición ‘Y sigo caminando’, que había cedido gratuitamente a las Galerías Goya (un complejo de tiendas del centro de Málaga), había sido arrinconada, los paneles donde colgaban las fotos reducidos de seis a dos y escuchar la crítica salvaje -“es una mierda y no tiene calidad”-, el fotógrafo malagueño Álex Zea ha decidido retirar este trabajo del centro comercial “por dignidad profesional”, explica a EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. Las fotografías habían formado parte de la muestra colectiva ‘Miradas que muestran realidades’ que organizó el pasado noviembre la Consejería de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía y reflejan el afán de superación de las personas que sufren algún tipo de minusvalía y se esfuerzan por amoldarse a su nueva situación.

ÁLEX Zea es, por diversos motivos, alguien relacionado y conocedor de la realidad de los discapacitados. Por eso no dudó en participar el año pasado en la exposición colectiva ‘Miradas que muestran realidades’, en la que una veintena de fotógrafos profesionales andaluces contribuyeron de modo altruista cediendo sus imágenes a la Consejería de Igualdad y Bienestar Social para formar una mirada de conjunto sobre el universo de las minusvalías. Del germen de aquel trabajo nace ‘Y sigo caminando’, una colección de doce imágenes en color y en blanco y negro en las que, según señala Zea, ha tratado “que la gente entienda esta situación a través de la trastienda. No buscaba el horror de la foto, buscaba el lado bello dentro de la dureza y de la realidad tan difícil que tienen que afrontar. Tratar de hacer visible, en definitiva, parte de la lucha diaria por acciones cotidianas que para ellos suponen un mundo, un abismo”.

EL fotógrafo, con una amplia trayectoria como reporteroalexzea3 gráfico y que trabaja habitualmente con El País y con otros medios escritos como Vida Económica, y que también ha colaborado con ABC, cedió gratuitamente sus imágenes a Galerías Goya y pagó de su propio bolsillo los soportes donde se iban a instalar las fotos, porque como él mismo dice, “es un tema que me interesa, que se sale de lo habitual y que había hecho con ilusión, con ganas”. De hecho, actualmente está trabajando en una serie de imágenes en las que denuncia las barreras arquitectónicas que tiene la ciudad de Málaga.

SIN embargo, cuando el pasado fin de semana (la muestra estaba prevista que durara desde el día 9 al próximo domingo 30 de septiembre) Zea descubrió en una visita a Galerías Goya que su exposición había sido arrinconada en un lateral sin visibilidad, el número de paneles se había reducido y las fotografías se agrupaban una sobre otra decidió pedir explicaciones. Lo cual fue peor, porque, según el fotógrafo, el mensaje que recibió de parte de Garbiñe A. de Pablo fue que las fotos “eran una mierda y no tenían calidad”. Ante esta coyuntura, Zea decidió retirar la muestra del centro comercial; “por dignidad profesional no me quedaba otra opción, quizás lo que no les gusta es que se muestre una realidad diferente, incómoda”.
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GARBIÑE A. de Pablo, coordinadora de las actividades culturales de Galerías Goya, reconoce sobre la exposición de los minusválidos “que es cierto que los comerciantes pensaban que el tema no era lo oportuno, aunque por esa razón nunca se va a retirar una exposición”. Puntualiza De Pablo que el número de fotos presentadas era menor del habitual al igual que el formato no era el adecuado, pero que “nadie las ha vetado”, aunque sí que es verdad que la exposición se “resumió y se movió”. Añade la coordinadora que la reacción del fotógrafo fue injustificada y que Álex Zea “no ha hablado con ningún comerciante ni con el dueño de las Galerías”.

SOBRE la génesis de este polémico trabajo, Zea cuenta cómo pidió permiso en la unidad de amputados del Hospital Civil, y en la ortopedia Ortomálaga, que se dedica a hacer prótesis. “Fueron tres días de trabajo. Al principio los enfermos se mostraron fríos y distantes. Había quien no quería salir. Luego cuando les expliqué mi objetivo ya no hubo ningún problema”, explica el fotógrafo sobre la génesis de ‘Y sigo caminando’, y añade: ““Hablando claro: es un asunto muy jodido. Te falta un miembro y cada día es una lucha. Peinarse, cocinar, vestirse, caminar…actos tan rutinarios y naturales se convierten en retos tremendos”.