"Intentar que queden bien Opus, PSOE, PP produce resultados patéticos y sonrojo"
25/10/05 MÁLAGA. Adelaida de la Calle, rectora de la UMA,
dio lectura el pasado jueves a un manifiesto "elaborado por
profesores malagueños en el que se da cuenta del sufrimiento que padecen los
inmigrantes deportados que intentan entrar en nuestro país", según dice la
web oficial de la UMA.
"Intentar que queden bien Opus, PSOE, PP produce resultados patéticos y sonrojo"
25/10/05 MÁLAGA. Adelaida de la Calle, rectora de la Universidad de Málaga (UMA),
dio lectura el pasado jueves 20 de octubre, en las escaleras de la facultad de
Derecho, a un manifiesto "elaborado por
profesores malagueños en el que se da cuenta del sufrimiento que padecen los
inmigrantes deportados que intentan entrar en nuestro país, a través de Ceuta y
Mellilla y que son expulsados a sus lugares de origen", según dice la
web oficial de la UMA. El
documento ha provocado reacciones encontradas. Columnistas, como Javier Navas,
en el diario Málaga Hoy, el lunes 24 de octubre, lo califica de
"embrollado manojo de tópicos difíciles de encontrar
incluso en los discos de Ismael Serrano". Profesores universitarios lo tachan de
esfuerzo inútil y estéril por la cantidad de intereses divergentes que se
intentan poner en común. "Intentar que queden bien el Opus, el PSOE, el PP, la
falsa progresía y las personas normales al mismo tiempo, siempre produce
resultados patéticos y sonrojo ajeno", declaran a la revista EL
OBSERVADOR otros universitarios malagueños.
SEGÚN expone la web oficial de la universidad
malagueña: "Con este acto
simbólico la rectora de la UMA, junto con un grupo multitudinario de alumnos,
profesores, personal de administración y servicios, sindicatos y miembros del
Consejo de Dirección de esta institución, se ha adherido a la causa y ha animado
a todos a tener una conciencia solidaria y comprometida con este tipo de
problemas. Además, De la Calle, ha hecho
referencia a la instalación en los centros universitarios de unas mesas para
recoger firmas en apoyo a la trágica situación que viven estos inmigrantes
subsaharianos".
SE adjunta el texto
íntegro de este manifiesto, y la
columna de opinión de Javier Navas, titulada Manifiesto y publicada en
el diario Málaga Hoy el 24 de octubre.
"DECLARACIÓN DE
UNIVERSITARIOS MALAGUEÑOS SOBRE LA SITUACIÓN DE LOS INMIGRANTES
SUBSAHARIANOS".
"LA naturaleza provoca a
menudo tragedias humanas como las que
estos días hemos vivido en Afghanistán, India, Paquistán o Guatemala. En estos casos, sólo cabe prestar ayuda a
los perjudicados con la máxima celeridad posible y exigible, en un ejercicio elemental de solidaridad y con la
intención de restablecer o paliar los daños ocasionados y los indecibles sufrimientos soportados por tantos seres
humanos".
"SIN embargo, en otras muchas
ocasiones el sufrimiento, el dolor y los padecimientos no son debidos a causas
naturales, sino resultado de torpes políticas humanas y es lamentable que, en
estos casos, la respuesta no sea igualmente urgente y solidaria".
"EN los últimos días
asistimos horrorizados pero paralizados a la odisea perversa que están viviendo
un número indeterminado de subsaharianos
que trataban de introducirse en nuestro país y que están siendo expulsados en
condiciones infrahumanas y vergonzosas hacia sus supuestos lugares de origen,
olvidando que la vida tiene el mismo valor para todos los seres
humanos".
"CUNDEN las acusaciones
sobre el trato vejatorio que están recibiendo y sobre la responsabilidad de
Marruecos por su escasa sensibilidad hacia los derechos humanos individuales y
colectivos de los afectados. Una acusación de culpabilidad que, sin estar totalmente exenta de razón, actúa de bálsamo reparador y olvida, consciente e irresponsablemente, que son también otros los que pueden ser igualmente tenidos
por autores de estas violaciones de derechos".
"EN primer lugar, son
responsables quienes histórica y estructuralmente han provocado que África se
haya convertido en un continente hambriento, en un verdadero infierno en vida
para cientos de millones de seres humanos. En el continente donde se concentra
la mitad de la población que intenta sobrevivir con menos de un euro al día,
donde se registran más muertes infantiles por inanición, donde el SIDA alcanza
dimensiones apocalípticas y donde el analfabetismo y demás indicadores de
desarrollo arrojan niveles de sonrojo. O donde, a pesar de tener la menor tasa
per cápita en uso de energías fósiles, es la región más vulnerable al cambio
climático dada su poca capacidad de adaptación mermada por la pobreza. Sin lugar
a dudas, una parte de culpa la tienen muchos de sus dirigentes políticos, a los
que -por cierto- se aplaude y apoya permanentemente desde los países más ricos
por adecuarse a sus pretensiones. Pero no sólo ellos, porque es imprescindible
recordar que la mayoría de las profundas heridas que ahora sangran en África son
el resultado de un colonialismo egoísta y usurpador y que nunca se han intentado
sanar por nuestros Estados responsables".
"EN segundo lugar, son responsables quienes
actualmente siguen creyendo que es posible defenderse de las invasiones de masas
empobrecidas mediante el vano procedimiento de instalar vallas de seguridad más
o menos altas o sofisticadas, como si la isla de la riqueza que es nuestro mundo
del norte pudiera sobrevivir indefinidamente sin amenazas en este océano de
pobreza. Lo increíble no es que unos pocos miles de personas intenten saltar las
vallas de la miseria o se jueguen la vida atravesando en pateras un mar siempre
peligroso, sino que queden detrás tantos millones de seres humanos resignadas a
su suerte, esperando impasibles una muerte que en África llega mucho antes y más
sufridamente que en cualquier otro lugar del mundo. Mientras sigamos permitiendo
y creando en África más miseria serán muchos más los que traten de realizar un
último intento para salvarse del hambre traspasando masivamente nuestras
fronteras".
"EN tercer lugar, son
responsables quienes asisten impertérritos a estos hechos, buscando responsables
mediatos, pero actuando como si estas tragedias humanas fueran tan inevitables
como los tsunamis, las lluvias torrenciales o los gigantescos terremotos.
Quienes guardan silencio sin querer reconocer, de una parte, que todos formamos
parte de la cadena de responsables y, de otra, que los recursos necesarios para
paliar los sufrimientos que ya se están produciendo y, a continuación, para
erradicar definitivamente los males que los producen, están verdaderamente a
nuestro alcance pero los dedicamos a otros fines más irracionales y
egoístas".
"POR todo ello, como
ciudadanos y miembros de la comunidad universitaria de Málaga y siendo en estos
momentos especialmente conscientes de nuestra responsabilidad ante la sociedad":
"EXIGIMOS a nuestros
representantes políticos, con independencia de filiaciones y colores y del
carácter local, provincial, autonómico o estatal de sus responsabilidades, que
se adopten sin dilación las medidas urgentes necesarias para remediar la caótica
e inadmisible situación de la que estamos siendo testigos y, a la vez, que se
comprometan directa, definitiva y formalmente a destinar una parte más
sustancial de los presupuesto públicos a ayudas reales al desarrollo, hasta
alcanzar, al menos, los niveles a los que nos obligan las normas y los
compromisos internacionales".
"REQUERIMOS a la Unión
Europea, de la que formamos parte, que actúe con contundencia para procurar el
remedio inmediato de los problemas actuales y la prevención y futura solución de
sus causas, a través de un titánico esfuerzo de reforma de las estructuras
existentes en África, esfuerzo que es exigible tanto para hacer frente a la
responsabilidad histórica que se supone asumimos desde finales del siglo XIX en
ese continente, como para seguir manteniendo viva la creencia del sueño europeo
que sólo es concebible desde la perspectiva de la solidaridad
mundial".
"INSTAMOS a otros actores
internacionales, Estados u Organizaciones internacionales, a asumir el
compromiso de establecer un orden mundial más sensible con la queja de los
globalizados y a estar menos obsesionados con combatir los irracionales
comportamientos de quienes se quieren constituir en portavoces de los oprimidos. POR NUESTRA PARTE, nos comprometemos como ciudadanos y como universitarios, e
instamos a comprometerse a nuestros conciudadanos, a entender desde posiciones
más humanas y solidarias y menos nacionalistas, que el mal, el sufrimiento, el
dolor, la injusticia o la pobreza que aquejan a cualquier otro ser humano nos
afecta y afrenta igualmente a cada uno de nosotros; y a ser conscientes de que
el trato vejatorio, el viaje hacia ninguna parte que observamos ahora, no sólo
lo están imponiendo unas autoridades concretas, sino que éstas son meros brazos
ejecutores del egoísmo y la irresponsabilidad de los poderosos y también del
ominoso silencio de todos nosotros".
"EN la Universidad de
Málaga, a catorce de octubre de dos mil cinco. 19-10-2005"
El Manifiesto, por
Javier Navas. Diario Málaga Hoy. 24 de octubre
2005.
"EL jueves, Adelaida de la Calle, rectora de la
Universidad, leyó una declaración oficial en solidaridad con los africanos
deportados tras los acontecimientos de Ceuta y Melilla. Navegando con el Google
encontré otro manifiesto publicado antes por docentes españoles de Derecho
Internacional y Relaciones Internacionales sobre la colonización del Sahara Occidental. Inquieta compararlos".
"EL
texto acerca del pueblo saharaui pretende decir algo nuevo, inteligible y que llegue a
quien tenga potestad para actuar. La declaración de Málaga, y me entristece
decirlo, es un embrollado manojo de tópicos difíciles de encontrar incluso en
los discos de Ismael Serrano. Quienes denuncian la ocupación marroquí son
claros: unos africanos someten a otros africanos. Según los profesores
malagueños firmantes, la imputación a Marruecos de maltratar a los emigrantes
"no está totalmente exenta de razón" (¿"no totalmente..."? ¡Es una verdad como
una mezquita!), pero "son también otros los que pueden ser igualmente tenidos
por autores de estas violaciones de derechos". No se trata de encontrar salidas,
sino de flagelar corazoncitos europeos. Luego vienen los "derechos humanos y
colectivos" (derechos humanos colectivos; la leche), y esta perla: "La mayoría
de las profundas heridas que ahora sangran en África son el resultado de un
colonialismo egoísta y usurpador y que nunca se han intentado sanar por nuestros
Estados responsables". La distinción entre "nosotros" y "ellos", que debe
equivaler a "blancos" y "negros", disculpa a sus gobiernos, sus sátrapas y sus
ciudadanos: se les llama inútiles. Son como niños, no se les puede dejar
solos... Acusar de todo a occidente ceba nuestro sentimiento de omnipotencia;
una inyección de autoestima. Acaba el escrito con exigencias, requerimientos e
instancias pero ni un argumento decente o una propuesta de solución razonable".
"ME acostumbré a los disparates cuando estudiaba en la UMA. En las clases de
Sociología dedicamos horas a la validez del misticismo como forma de
conocimiento mientras que Karl Marx se despachó en cuarenta minutos. Mi profesor
de Historia describía a Gorbachov no como el hombre que desmanteló un imperio
totalitario sino como quien robó un símbolo y una referencia a intelectuales y
trabajadores del mundo. ¿El exterminio de millones de almas en nombre de tan
entrañable referencia? Una fruslería. La Constitución defiende la libertad de
cátedra pero de la intoxicación a estudiantes, ni flores".
"NADA de
eso trasciende. Los alumnos que no roncan retienen la información hasta justo
después del examen; si entra. Pero una lectura solemne en las escalinatas de la
Facultad de Derecho genera notas oficiales, páginas de periódico y bits en la
red. La institución que respalde un texto tan vacuo puede ver afectada su
credibilidad. A quienes seguro no afectará es a los desesperados saltadores de
vallas".