La
trastienda de Ikea
revela que la estrategia de la empresa es crecer un 25% cada año sin aumentar
los precios
04/05/06 MÁLAGA. La apertura en Murcia el pasado febrero
de un establecimiento de la compañía Ikea sirvió como excusa para que
las asociaciones Movimiento Cultural Cristiano,
Camino Juvenil Solidario y Solidaridad y Autogestión Internacionalista
organizaran unas jornadas de reflexión sobre la explotación infantil.
La trastienda de Ikea revela que la estrategia de la empresa es crecer un 25% cada año sin aumentar los precios
04/05/06 MÁLAGA. La apertura en Murcia el pasado febrero
de un establecimiento de la compañía Ikea sirvió como excusa para que
las asociaciones Movimiento Cultural Cristiano,
Camino Juvenil Solidario y Solidaridad y Autogestión Internacionalista
organizaran unas jornadas de reflexión sobre la explotación infantil. El
programa incluía la proyección de un vídeo documental al que ha tenido acceso
EL OBSERVADOR, llamado La
trastienda de Ikea, que desvela la fórmula de la firma sueca para mantener
los precios más bajos del mercado del mueble y crecer a razón de un 25% cada
año: acuerdos con fabricantes de países subdesarrollados que contratan mano de
obra infantil para la elaboración de sus productos de diseño.
EL reportaje realizado por Mikael Olsson y Andreas Franzen, para la televisión sueca SVT Stockholm en 1998, muestra cómo el gigante nórdico motivado por disminuir en un 25% o 50% sus precios frente al de sus competidores busca empresas subcontratadas en el este de Europa y Asia donde el coste de la mano de obra es 20 veces menor que en Europa.
SEGÚN el vídeo, que en breve podrá
visionarse libremente en EL OBSERVADOR,
la dirección de
Ikea exige a sus pequeñas empresas repartidas por el mundo unos plazos
y unos costes difíciles de soportar en el actual contexto económico. Es por esta razón
que lo primero que se reduce siempre es el salario de los trabajadores y los gastos en
seguridad laboral. En Vietnam, por ejemplo, los
empleados de una fábrica
especializada en cerámica cobran 4,5 euros al mes trabajando 7 días por semana,
un sueldo diez veces menor que el que gana un filipino en el mismo puesto. Sin
embargo, poco pueden protestar los empresarios ya que la presión ejercida por la
compañía sueca ha hecho que estas subcontratas se dediquen exclusivamente a la
producción de muebles para Ikea que no dudará en cambiar de fabricante
si alguno de los contratados le da problemas. “Si Ikea rescindiese
nuestro acuerdo sería un desastre a corto plazo”, admite el dueño de una de las
fábricas de estanterías de Manila, Philip Yao.
EN estas condiciones, tal y como
relata el documental, una familia que quiera salir adelante necesita emplear a
todos sus miembros aunque algunos de éstos apenas cuenten con siete años de edad y tenga que dormir entre sustancias altamente
tóxicas mientras espera que su madre termine su jornada
laboral.
A PESAR de las evidencias, la dirección de
la firma sueca asegura que las empresas que ellos contratan no usan mano de obra
infantil y que tienen inspectores que visitan las fábricas para que esto no
ocurra. “Tal vez nuestros controles no son todo lo riguroso que deberían serlo,
en el futuro tendremos que pensar más en ello, porque lo último que la empresa
quiere es fomentar la explotación infantil”, dice el consejero delegado del
Grupo Ikea, Anders Moberg, después de que se le mostraran las imágenes
de un taller textil en la India.
PUEDE ampliar la información sobre las denuncias humanitarias que pesan sobre Ikea en un reportaje publicado en el # 44 (octubre/noviembre 2004) de la revista EL OBSERVADOR:
- Ikea: La tienda de los horrores
PARA obtener más información en noticias anteriores: