El empresario vasco desembarcó en la capital
de la Costa del
Sol con una fortuna y apostó por la construcción pero el Ayuntamiento y la
crisis han trabado sus negocios
26/10/11. Sociedad. Del empresario
y promotor vasco José Iñigo Basañez se cuenta en Málaga que tiene una
calculadora en la cabeza y que no acostumbra a regatear. Llegó a comienzos de
la pasada década a la capital de la
Costa del Sol con su promotora Baensa. Compró mucho suelo...
26/10/11. Sociedad. Del empresario
y promotor vasco José Iñigo Basañez se cuenta en Málaga que tiene una
calculadora en la cabeza y que no acostumbra a regatear. Llegó a comienzos de
la pasada década a la capital de la
Costa del Sol con su promotora Baensa. Compró mucho suelo...
El empresario vasco desembarcó en la capital de la Costa del Sol con una fortuna y apostó por la construcción pero el Ayuntamiento y la crisis han trabado sus negocios
26/10/11. Sociedad. Del empresario
y promotor vasco José Iñigo Basañez se cuenta en Málaga que tiene una
calculadora en la cabeza y que no acostumbra a regatear. Llegó a comienzos de
la pasada década a la capital de la
Costa del Sol con su promotora Baensa. Compró mucho suelo. Y
en lugares estratégicos. Pero las desavenencias con el Ayuntamiento local y la
coyuntura económica han desbaratado estos proyectos, algunos de los cuales se
encaminan a los juzgados.
EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com analiza hoy el laberinto de Basañez en Málaga.EL promotor José Iñigo Basáñez desembarcó en Málaga cargado de una fortuna. Su actividad constructora en el País Vasco había sido intensa. Se cuentan por miles las viviendas de protección oficial que levantó y la venta de centros comerciales como el de Megapark, en Baracaldo, le proporcionaron una ingente cantidad de dinero. Algunas fuentes le sitúan en Málaga por la presión de ETA, cosa que no está en absoluta clara. Lo cierto es que Basañez llegó a Málaga a mediados de la pasada década dispuesto a invertir unos cuantos millones de euros, entre otras cosas para evitar los cuantiosos impuestos que de mantener parados sus activos tendría que pagar.
FUENTES del sector de la construcción informan de que pagaba al momento, con cheques, y que no acostumbraba a regatear. Utilizó para sus operaciones a la empresa Baensa, de su propiedad. Tuvo como clientes entre otros a la desaparecida Evemarina. Se hizo con terrenos en la plaza de la Merced, en la plaza del Teatro y en el barrio de El Perchel, junto al mercado del Carmen. También en la zona de San Julián. Sus movimientos no se restringieron a Málaga. Su actividad promotora ha llegado a Sevilla, Madrid y Marruecos. Campechano, directo y con una impresionante capacidad de cálculo, quienes con él han tratado lo describen como “todo un coco”.
HOY, la sede de Baensa en Málaga, situada en la calle Juan Sebastián El Cano, está cerrada. Y la práctica totalidad de sus proyectos en la ciudad, paralizados. La semana pasada se hizo
público que el Ayuntamiento de la ciudad adeuda a Baensa
–la empresa promotora que responde a las iniciales de los apellidos del
matrimonio conformado por José Ignacio Basáñez y Rosario Encinas- siete
millones de euros, que se sumarían a los 21 millones que ya ha pagado el
Consistorio local por la adquisición del edificio de los cines Astoria y
Victoria, en la plaza de la Merced. Esta
cantidad correspondería a los gastos inútiles y el lucro cesante provocado por
la titubeante política de la corporación dirigida por Francisco de la Torre, que primero autorizó
la construcción de viviendas en esta céntrica pastilla de terreno, después puso
un rosario de trabas para su ejecución y después impidió el proyecto, para
hacerse finalmente con los terrenos.COINCIDIENDO en el tiempo con esta noticia aparecieron otras dos. Una en la que se anunciaba que Baensa deja en barbecho la construcción de 72 viviendas y 108 plazas de garaje en la parcela comprendida entre la plaza del Teatro y la calle Tejón y Rodríguez. La paralización de esta promoción supone dejar las fachadas protegidas de estos céntricos inmuebles sin otro soporte que un precario apuntalamiento. La otra información detallaba otro litigio entre Baensa y el Consistorio malagueño a quien el promotor vasco reclama una compensación de algo más de 18,3 millones de euros. Una indemnización que se justifica, según la versión de Basáñez, en la imposibilidad que ha tenido para construir 230 viviendas en un parcela aledaña al mercado del Carmen porque las obras de este último se han retrasado cuatro años, rompiendo así el Ayuntamiento el compromiso de dejar vía libre a esta actuación en 2007, y causando el consiguiente perjuicio económico.
BAENSA sigue teniendo en Málaga el suelo con el que fue compensado por el Ayuntamiento por la compra del edificio de la plaza de la Merced. Y si bien ha cerrado las oficinas de Málaga, eso no significa que haya paralizado su actividad, que continúa vigente y en colaboración con empresarios locales. Si el crédito de Unicaja parece haberse cortado para alguno de estos proyectos, también parece que otras cajas de ahorros vascas y gallegas puedan estar interesadas en mantener el grifo de la financiación abierto. Otras fuentes del sector consultadas señalan que el empresario vasco cuenta con ingentes recursos propios. En hemeroteca se da cuenta de que José Iñigo Basáñez cuenta con una colección de arte contemporáneo con 70 piezas de altísismo valor con firmas como Kandisky, Picasso, Barceló y Chillida, entre otras.
UNA cosa parece evidente, el entorpecimiento –las trabas administrativas, las promesas incumplidas, los cambios de criterios arbitrarios…- al que el Ayuntamiento de Málaga ha sometido a las inversiones de Baensa en la ciudad, se han traducido en que una cifra considerable de millones de euros se han dejado de invertir en la ciudad. A la paralización de la actividad en este contexto de crisis, se le une la certeza de que los procesos judiciales o administrativos en cursos se alargarán y, si así lo deciden los jueces, acabarán mermando las ya ajustadas cuentas municipales.
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