19/06/12. Sociedad. La misiva ‘Tiempos difíciles’ que firman el gerente de Proteo-Prometeo, Jesús Otaola, junto al presidente del Consejo de esta histórica librería malagueña, Paco Puche y que hoy les ofrece EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com es excepcional por lo inusitado. En muy raras ocasiones una empresa explica de motu propio a sus clientes, y al público en general, las medidas concretas que está tomando para superar las dificultades que atraviesa.
“NUESTRO éxito consiste en que somos una empresa de la ciudad”, recalca Paco Puche, que durante décadas comandó la dirección de la librería Proteo-Prometeo y que ahora, desde una jubilación más aparente que real, sigue atendiendo las vicisitudes de la tienda en su posición de presidente del Consejo de la misma.
VARIAS cosas hacen diferente a Proteo-Prometeo, desde el premio que recibió por recuperar parte de la muralla nazarí cuando en 2005 emprendió la rehabilitación de sus instalaciones, como la agenda cultural que tradicionalmente ha convertido este espacio en un punto de encuentro de la cultura local. Pero quizás haya sido el servicio personalizado y profesionalizado, con cuentas de cliente que se mantienen durante décadas, lo que hace esta librería un referente. Lleva 43 años abierta en el centro de Málaga.
‘TIEMPOS difíciles’, la carta que hoy publicamos en su integridad, ha sido enviada a los clientes de Proteo-Prometeo. “Algunos de ellos nos han dado las gracias por ser tan claros”, afirma Puche, que explica que no tratan de ocultar las dificultades que atraviesan, y que no han terminado todavía.
Tiempos difíciles
SON tiempos difíciles, como diría finamente Dickens novelando el inicio del capitalismo industrial en su tierra. O "esto está que no veas" como se oye decir a la gente por la calle. No hay que insistir.
A nosotros también la situación nos ha obligado a un reajuste de las librerías.
PARA ello tratamos de seguir unos criterios básicos de los que no queremos desprendernos: uno, seguir dando los mejores servicios de librería posibles en la línea de nuestra tradición librera de más de 43 años; y el otro mantener el empleo al máximo posible.
Y hemos hecho algunas modificaciones que esperamos apenas serán notadas. Por una parte la librería de Ocasión la hemos traspasado a un proveedor nuestro que se ha comprometido a mantener el mismo tipo de librería y con el que hemos llegado a un acuerdo comercial. Éste consiste en que todas las personas que tienen cuenta de librería con nosotros (los llamados socios) pueden seguir comprando a crédito en aquella librería de ocasión, igual que antes. Por otra parte de los dos locales que comprenden la librería Prometeo (secciones infantiles, textos, etc.) hemos dejado uno de ellos, que es justamente la mitad del establecimiento. Las secciones se han acomodado en la casa donde está Proteo.
EN cuanto a las personas que trabajan ha habido algunas variaciones: una persona se ha jubilado a su tiempo, otra se ha ido con la empresa de libros de ocasión, una tercera que sustituía una maternidad ha concluido su contrato y una cuarta que completaba una prejubilación ha concluido al darse la jubilación completa de la persona afectada.
ENTENDEMOS que los ajustes no han terminado, pero en nuestras necesarias adaptaciones a los tiempos que corren pretendemos mantener los dos criterios arriba señalados, distribuyendo los acomodos entre todos.
PARA el mundo del libro la crisis es también de tecnología (los libros digitales, los e-book) y de la presencia de oligopolios potentes (Amazon). Aparte de traer a colación el chiste de El Roto, en el que un libro de papel abierto reflexiona de este tenor: "si sobrevivimos a las hogueras, ¿cómo no vamos a sobrevivir a la electrónica?", lo que nos da mucha esperanza; aparte de afrontar la competencia de los macro negocios dando proximidad y servicio, no cabe duda que también esto nos terminará afectando.
NUESTRO propósito es seguir siendo la librería de referencia de la ciudad, en el que la gente pueda seguir disponiendo de todos los servicios del mundo del libro, palpables o virtuales, presenciales o a distancia, y en donde ninguna demanda de libros por rara que sea deje de ser satisfecha.
CON este propósito y esa esperanza nos despedimos afectuosamente, en estos tiempos difíciles.