Sorprendentemente el Ayuntamiento concedió la licencia a este chiringuito en julio, cuando EL OBSERVADOR denunció a la fiscalía las irregularidades en su gestión

30/10/13. Sociedad. La asociación cultural Soho Málaga que preside Sergio García fue en su momento la que propuso al Ayuntamiento de Málaga convertir el Ensanche en el “barrio de las artes” que intenta ser hoy día. La asociación que preside García estrechó lazos con la Asociación del Jazz de Málaga para lograr en este barrio del distrito Centro un local que sería conocido como el primer “club del jazz” del barrio.

Se ubicaba en el establecimiento hotelero “Feel Hostels”, de ahí que el nombre de este club fuese “Feel Jazz Club”. Por cuestiones de espacio, ahora este club se traslada a La Malagueta, al chiringuito de Lamoraga de Antonio Martín que se asienta sobre suelo público y sobre el que se acometen obras irregulares y no autorizadas. Ahora, el club de jazz será “Lamoraga Jazz Club”. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com informa de cómo Miguel Narváez, marido de la vicepresidenta del PP de Málaga, Margarita del Cid, ha convertido este chiringuito (que no es suyo, al ubicarse en suelo público) denunciado múltiples veces por sus irregularidades, y al que las autoridades locales y autonómicas permiten su funcionamiento de forma impune y sorprendente, en un club de jazz.

SERGIO García, presidente de la asociación cultural Soho Málaga, pidió a Miguel Narváez, quien explota la concesión de Lamoraga de Antonio Martín, un espacio para ubicar el nuevo club de jazz de Málaga. Narváez, quien además es el marido de la vicepresidenta y diputada nacional del PP de Málaga, Margarita del Cid, respondió encantado de acoger esta iniciativa en una sala de eventos del chiringuito. “La asociación cultural Soho y la Asociación del Jazz de Málaga solo se encargarán de la programación y de la organización del club”, explica García, quien cree que no hacía falta adaptar el espacio del chiringuito con ninguna obra. Pero durante estas últimas semanas, tal y como ha informado esta revista, en el interior de Lamoraga de Antonio Martín se han venido acometiendo una serie de actuaciones. El hecho reviste gravedad porque la Junta de Andalucía dijo no tener constancia de las mismas, cuando para llevar a cabo cualquier tipo de intervención en ese chiringuito ha de solicitarse una autorización, ya que se levanta sobre suelo público y es, por tanto, una concesión pública. Pero como con todo lo relacionado con este establecimiento, la impunidad impera.



AL marido de Margarita del Cid, también diputada provincial, le ha dado igual. Sus obras continúan en el inmueble ubicado en la Plaza de la Malagueta 4, donde se instala lo que será una barra de bar. La página de Facebook del club de jazz ahora se ve renombrada como ‘Lamoraga Jazz Club’ https://www.facebook.com/FEELJAZZCLUB?fref=ts y anuncia mensajes insistiendo en la proximidad de la apertura de este nuevo negocio de Narváez. Sergio García, encargado de la programación de la sala junto a la asociación Soho y a la Asociación  del Jazz de Málaga, ha confirmado a esta revista que para cada concierto se tramitará la pertinente solicitud de autorización al Consistorio. Algo a lo que no han respondido (como ocurre de forma habitual) las fuentes municipales del departamento de comunicación del Ayuntamiento, a pesar de la insistencia de esta revista.

EN la página de Facebook referida se ve una fotografía (la que acompaña esta información) de una sala llena de personas asintiendo a un concierto. La sala es de nueva construcción, hecha sobre lo que era el interior del chiringuito que Narváez no podía tocar según dice la ley. No hemos podido saber si con las condiciones de seguridad necesarias. Fechada el pasado domingo día 27. El texto dice: “Llenazo con Navas-Carra dúo y el Cuarteto Granada. 150 personas en un club de jazz ya es Primera División, no? Pues eso!”.

LAS obras realizadas bajo la tutela de Narváez, más allá de que sirvan para dar conciertos de jazz, convierten una concesión pública en un negocio privado más. No es la primera vez que Lamoraga de Antonio Martín acomete irregularidades en la intervención de este inmueble. El titular de la concesión, la empresa Exceho SL, tiene que afrontar una multa de 30.000 euros impuesta por la Junta de Andalucía y el derribo de una terraza ilegal levantada en la azotea del edificio, a no ser que el Gobierno autonómico dicte lo contrario tras la entrega del recurso de los titulares de la concesión. La terraza se dictó como ilegal porque los titulares de la concesión solicitaron autorización al gobierno autonómico para adecentar el inmueble y reforzar su estructura, por lo que la obra de la terraza no se adentraba en el plan proyectado.



TAMPOCO la barra del bar, presumiblemente. Para esclarecer estos detalles, la Oficina de Derechos Civiles de la asociación sin ánimo de lucro Al-Sur ha solicitado una copia del expediente de apertura al Área de Comercio y Vía Pública del Ayuntamiento de Málaga. Es el expediente 2012/2002. La licencia de apertura que ratificó la puesta en marcha de este chiringuito se otorgó en julio de 2013, cuando esta revista denunció en fiscalía las irregularidades y tropelías que se estaban acometiendo en este espacio público concesionado.

HAY que recordar que el titular de la concesión pública de este chiringuito pertenece a Exceho SL, propiedad del empresario taurino José Luis Martín Lorca y que actualmente representa el presidente de la Asociación de Hosteleros de la Costa del Sol, José Carlos Escribano. Exceho subarrenda, sin embargo, la concesión  del  chiringuito a la empresa Andalusian Gourmet Concept SL, que administra el citado Miguel Narváez, empresario y marido de la vicepresidenta del PP de Málaga, Margarita del Cid.

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