Mientras, el PP continúa ‘dando palmas’ al empresario Narváez, marido de la secretaria general del partido en Málaga, Margarita del Cid, y a sus obras ilegales

05/11/13.
 Sociedad. Narváez presentó un recurso para evitar la demolición ordenada por la Junta de su terraza de lujo construida ilegalmente en el chiringuito Antonio Martín de Málaga. La motivación del recurso era ganar tiempo para poder explotar la obra este verano. Conseguido. La otramotivación era esperar a la nueva Ley de Costas del Ministerio de Medio Ambiente y los cambios que tendrán que asumir los chiringuiteros.

EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com continúa informando sobre el caso del chiringuito de Antonio Martín y sobre la marca Lamoraga, que pertenece a la empresa de Miguel Narváez, marido de la secretaria general del PP de Málaga, y que ya ha sido exportada a ciudades como Frankfurt, a donde Elías Bendodo, presidente de la Diputación de Málaga, viajó para celebrar la inauguración de un nuevo restaurante de la franquicia. Por eso no estuvo en el escrache del PP a Susana Díaz.

EL Partido Popular sigue ‘haciéndole la ola’ a Narváez, que es el administrador de Andalusian Goumet Concept SL y que actualmente explota la concesión pública de este chiringuito de La Malagueta gracias al subarrendamiento de la empresa titular, Exceho SL (propiedad del empresario taurino José Luis Martín Lorca y que ahora es representada por el presidente de la Asociación de Hosteleros de la Costa del Sol, José Carlos Escribano). Coincidiendo con el escrache de alcaldes populares a la presidenta de la Junta de Andalucía, según medios locales, el presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, habría viajado el mismo sábado 26 de octubre a Frankfurt. Hubiese sido un “viaje familiar” junto a la diputada y secretaria general del partido en la provincia, Margarita del Cid. Narváez inauguró hace escasas semanas un nuevo restaurante Lamoraga en esta ciudad alemana. El gerente de este nuevo restaurante Lamoraga es Madjid Djamegari, socio del propio Miguel Narváez. Sus funciones en la empresa es “el desarrollo de la marca Lamoraga en los territorios a excepción de España, Japón y París” y “la expansión internacional de la cadena de restaurantes del mismo nombre”, “así como la administración de todos los derechos y beneficios económicos derivados de las royalties”.

NI Djamegari ni los portavoces de Lamoraga Frankfurt han querido responder a la pregunta: “¿Fue Bendodo a la ciudad alemana a finales de octubre?”. Esta revista contactó con el Gabinete de Comunicación de la Diputación y su responsable, Marta Olea, no quiso tampoco facilitar más información acerca del viaje del presidente del organismo provincial. “Bendodo no estuvo en Málaga el sábado 26 de octubre”, explicó, sin detallar dónde se encontraba el presidente. Olea esgrimió como argumento para no responder que se trataba de un viaje familiar.

LOS chiringuiteros de Málaga han abandonado el mimbre, la madera y la arena y los han sustituido por el cemento, el hormigón y el mármol. Pero ninguno de ellos puede levantar en los áticos de sus nuevas edificaciones una terraza. Solo Miguel Narváez, que además de empresario es el marido de la secretaria general del PP de Málaga, Margarita del Cid. Todo a pesar de que la Junta de Andalucía ya dio orden de demolición a la terraza ilegal que el administrador de Andalusian Gourmet Concept SL levantó en Lamoraga de Antonio Martín (Plaza de La Malagueta 4), y le impuso una multa de cerca de 30.000 euros. Narváez recurrió esta sentencia de la Junta para aprovechar la lentitud de la burocracia y explotar esta terraza durante los meses de verano (el recurso continúa tramitándose en Sevilla y según fuentes cercanas a la Consejería será, con alta probabilidad, desestimado). Pero Narváez también tenía otra motivación para presentar ese recurso: ganar tiempo de cara a la nueva Ley de Costas que prepara el Ministerio de Medio Ambiente.

POCO
se sabe de la nueva Ley de Costas, más allá de una reunión que el Ministerio ya ha mantenido con Norberto del Castillo, presidente de la Federación Española de Empresarios de Playas; y con Manuel Villafaina, presidente de la Asociación de Empresarios de Playas de Málaga.

PERO las de la terraza ilegal no son las únicas obras que Miguel Narváez está llevando a cabo en esta concesión pública. Ha convertido el chiringuito en un club de jazz donde seguir haciendo negocio, y para ello ha habilitado una nueva sala de eventos. Sergio García, presidente de la asociación cultural Soho Málaga (que no tiene nada que ver con el distrito que impulsa el Ayuntamiento en el Ensanche) ya confirmó a esta revista que para celebrar conciertos solicitarían las pertinentes autorizaciones del Consistorio. La Junta de Andalucía no tiene ni idea de estas intervenciones ni Narváez ha presentado ningún documento en el gobierno autonómico. Solo el Ayuntamiento de Málaga, que parece que sí le ha otorgado la licencia de obras, ha permitido la realización de esta nueva sala de conciertos. Fuentes próximas a la delegación de Medio Ambiente en Málaga confirman que sí podrían intervenir en caso de que los vecinos denunciasen exceso de ruidos o acometiesen alguna “barbaridad” ya en la arena, lo que supondría la implicación tanto de costas como de la Consejería.

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