Para 'okupar' ayer la sala Espaciu pensaban aprovechar una asamblea sobre enseñanza que convocaron en la Facultad de Educación y que anularon sin más
13/03/14. Sociedad. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com ha tenido acceso a una lista de correo en la que participan destacados activistas sociales miembros de La Casa Invisible, centro social 'okupado' de calle Nosquera. En la sucesión de misivas se detallan los preparativos para celebrar lo que denominan una “fiesta de la primavera” ayer miércoles a las siete de la tarde, siendo en realidad los planes para 'okupar' una instalación del campus universitario de Teatinos, la sala Espaciu.
ESTA sala se ubica detrás de la Facultad de Educación, antes era de la fundación ECCUS y, tras seis meses cerrada, sin programación y una nefasta gestión, ahora es de la Universidad de Málaga.
PARA 'okupar' la sala Espaciu, los activistas de La Casa Invisible y del entorno universitario se comunicaban a través de una lista de correos. En ella planeaban con todo lujo de detalles la compra de cortafríos para poder entrar, o la secuencia de reuniones que iban manteniendo con distintos profesionales con el fin de abrir las instalaciones contando ya con una programación elaborada. Para convocar a la comunidad educativa cerca de las instalaciones con el fin de que ayudaran en dicha 'okupación', los activistas crearon un evento en el que se invitaba a los ciudadanos a participar en una asamblea sobre enseñanza a las puertas de la Facultad de Educación, que se encuentra a espaldas de la sala Espaciu. Tras conocer el mismo martes que aquellas instalaciones eran ya propiedad de la Universidad de Málaga (UMA) y que esta había reforzado la seguridad del sitio, el evento se desconvocó, y muchos de los activistas que no conocían el trasfondo y que habían sido engañados y manipulados no entendieron por qué el cese de la asamblea.
LA sala Espaciu es un recinto ubicado en pleno Campus Universitario de Teatinos. Vuelve a pertenecer a la Universidad de Málaga, después de que hace más de ocho años la institución cediese el suelo en el que se ubica esta infraestructura a una fundación privada llamada ECCUS, dado el interés que mostraba la Junta por este trámite. La Universidad de Málaga recupera este espacio tras seis meses de abandono (ECCUS entró en barrena debido a la crisis, según explican sus responsables), y comprar a la baja por entre 80.000 y 90.000 euros las instalaciones, dado que eran propiedad de esta fundación privada.
LOS activistas se dieron cuenta del estado de abandono del lugar al cerrar sus puertas en septiembre de 2013, cuando los últimos gestores fueron despedidos por la fundación titular de los edificios. La sala Espaciu son una serie de contenedores que en su interior guardan un escenario, hábil para conciertos. Al lado se encuentran los despachos y el Centro de Iniciativas Universitarias (CIU). En su conjunto, el recinto ofrece múltiples oportunidades para la gestión cultural. La UMA lo utilizará ahora como oficinas para el Servicio de Cultura, órgano dependiente del Vicerrectorado de Extensión Universitaria.
LAS conversaciones para 'okupar' el lugar comenzaron a principios de febrero. En las mismas se menciona a la abogada Amanda Romero o a Alfonso de la Pola, hermano de Riansares de la Pola (responsable de la fundación privada ECCUS que explotó la Espaciu durante estos últimos 8 años). La mención a Romero o a De la Pola se efectúa en calidad de “posibles colaboradores” tras la 'okupación'.
LO sorprendente es que los activistas no guardaron discreción en ningún momento. Durante más de una semana discutieron cuestiones como el nombre que recibiría el centro una vez tomado. Algunas de las propuestas fueron La Contenedora o La Colmena, siendo esta última la elegida. Contra todo pronóstico, los activistas se apresuraron a crear redes sociales (@LaColmenaMLG) e incluso una página web, a la que esta revista ya tuvo acceso ayer (ver AQUÍ).
MÁS de un mes después de que comenzasen las conversaciones en La Casa Invisible para la 'okupación' de la Espaciu, Juan Díaz, un activista conocido en el centro social como Güan, lanzó el pasado martes este mensaje a través de la lista de correo a la que esta revista ha tenido acceso: “En vista que desde anteayer la universidad se ha activado y está trabajando en el espacio (…) se decide suspender la fiesta. Puede ser que por casualidades de la vida (han decidido justo ahora darle vida al espacio) o porque se hayan enterado: en cualquiera de los casos no es conveniente intentar así nada”. También anulaban la convocatoria de la asamblea para discutir sobre Educación, ante el asombro de los que iban a acudir a ella de buena fe que así lo manifestaron en las redes sociales.
UN mes de trabajo teórico se les ha quedado en la nada ante la falta de discreción y de la difusión en internet de la campaña. La frase del manifiesto de los okupas de La Colmena (“porque hablamos con la práctica”) cuestiona los métodos de contestación de La Invisible, donde hoy muchos activistas achacan la ocupación del centro por parte de la Universidad de Málaga a un chivatazo. La realidad es otra: el mismo Juan Díaz (Güan) ya difundió el 27 de febrero que la Espaciu había pasado a ser propiedad de la Universidad de Málaga, gracias a una información que según explica le había facilitado la abogada Amanda Romero. Para el activista, aquello era una “buena noticia” ya que podrían mediar con una institución “sin privados de por medio”: los activistas conocían perfectamente que lo que iban a 'okupar' no era un recinto abandonado sino un recinto de una institución pública.
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