En la madrugada del sábado pasado un grupo de veinte personas rodeó en calle Nosquera a uno de los periodistas de esta revista amenazándole y escupiéndole

17/03/14. Sociedad. El pasado sábado, sobre las dos de la madrugada, un grupo de veinte personas, cercanas al centro social autogestionado La Casa Invisible, rodearon al redactor de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com Alberto R. Aguiar para reprocharle la publicación en esta revista de un artículo que revelaba cómo un grupo de activistas había sido incapaz de ‘okupar’ un recinto en el campus universitario de Teatinos.

EL grupo, de alrededor de veinte personas, rodeó al redactor para echarle en cara la publicación del artículo. Todas las personas eran afines y cercanas al centro social autogestionado La Casa Invisible. Los hechos se sucedieron cerca de su puerta, en calle Nosquera, según consta en el atestado policial redactado el pasado sábado. EL OBSERVADOR denunció los hechos en la Comisaría del distrito Centro, quien a su vez, tras la investigación policial, trasladrá la denuncia al juzgado correspondiente para que obre en consecuencia.

LOS agresores escupieron y amenazaron verbalmente al autor de la información: Crónica de una ‘okupación’ fracasada. La Invisible y activistas universitarios se enredan durante un mes discutiendo qué hacer con una instalación del campus de Teatinos que querían 'okupar'... para nada. Ya estaba allí la UMA. Mientras le escupían, muchos de los activistas le manifestaron que no le habían “reventado la cabeza” antes porque no habían “querido”. Una chica llegó a decir que este medio es “la puta derecha” de la ciudad.

ENTRE los agresores se encontraban, además de Juan Díaz (en la fotografía del día en que el alcalde de Málaga recibió la llave de la Invisible, y en la primera fila, el tercero por la derecha), otras personas como Francisco Machuca y Ángel Intich. En todo momento, el trabajador de este medio se sintió vejado y amenazado. Los hechos se sucedieron a lo largo de unos tres cuartos de hora.

AL día siguiente, el redactor Alberto R. Aguiar, el director de esta publicación, Fernando Rivas, acompañados de su abogado, Manuel Camas, se personaron en la comisaría de la Policía Nacional del distrito Centro para denunciar los hechos. La Policía, según se refleja en el atestado (AQUÍ), remitirán lo investigado al Juzgado de Instrucción número 8. Como prueba se ha aportado una grabación sonora de lo sucedido que el periodista pudo realizar. Existiendo también varios testigos de los hechos.

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