El miércoles se convocó una protesta frente al Consistorio, donde se celebraba el pleno. Pomares, edil de Servicios Sociales, promete escuchar sus demandas

02/05/14. Sociedad. La portavoz de la Asamblea Intercorralas para la problemática del padrón municipal, Gloria García, explica a EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com cuál es la situación de, según este colectivo, “miles de malagueños”. Muchas personas, al carecer de contrato domiciliario, se encuentran con la negativa de la administración al pretender registrarse en el censo.

NO poder figurar en el padrón significa que estas familias no pueden escolarizar a sus hijos, no pueden acceder a subvenciones, ayudas y cursos de formación ni tampoco pueden contratar luz y agua, entre otros inconvenientes.

“PARA registrarse en el censo municipal exigen un documento fehaciente. Y unas facturas de la luz y del agua, de hecho, no lo son”. Así, el abogado José Cosín reprueba la negativa de la corporación local a “miles de malagueños” que no pueden normalizar su situación y se ven excluidos y marginados por su administración más cercana. Cosín considera que esta negativa a registrar a ciudadanos en situaciones especiales en el padrón está “fuera de la ley”, y por ello asistió, junto a decenas de vecinos de las corralas de Málaga (bloques de viviendas vacíos realojados mediante okupaciones) a protestar el miércoles pasado a las puertas del Ayuntamiento de Málaga. Esta concentración coincidía con la celebración del pleno municipal, en el que no pudieron intervenir, según explican.

GLORIA García, portavoz de la Asamblea Intercorralas de Málaga para este tema (en la asamblea participan distintas comunidades como la Malasaña o la de las Luchadoras) cuenta su caso particular. Era propietaria de un negocio, un chiringuito ubicado en Vélez-Málaga, que se vio obligado a cerrar debido a la crisis. Pronto se encontró en la calle y se fue a vivir con su hija, a la que las cosas tampoco le fueron bien. El último piso en el que Gloria estuvo empadronada fue en el de su hija, pero lo embargó el banco, y si ahora va al Consistorio a solicitar su documentación se la niegan porque, aunque figura en ese domicilio, la casa pertenece a la entidad financiera que ejecuto el lanzamiento de Gloria y de su hija.

POR culpa de esta situación, Gloria dice que no puede escolarizar ni pedir subvenciones, ayudas o cursos de formación, ni tampoco contratar luz ni agua. Ahora, Gloria reside en la corrala Malasaña con un grupo de personas, que según cuenta, vive situaciones similares a la suya. Pero el conflicto no solo se da en bloques okupados. En la Palmilla, el barrio más deprimido de la ciudad, los residentes se alquilan y venden los pisos verbalmente, y no existen ni los cambios de escritura ni ningún tipo de trama burocrática. Eso genera problemas e indefensión en este ámbito a al menos 3.000 personas, según estimaciones aportadas por el propio Cosín.

TAL complicada situación podría verse revertida de cumplir su palabra el concejal Francisco Pomares (PP), responsable del Área de Servicios Sociales de la corporación local. El pasado miércoles manifestó al abogado José Cosín, siempre según la versión de este último, que él no podía hacer nada ya que la Ley se lo impedía, algo que a juicio del letrado no es cierto. Después del intercambio de pareceres, Pomares se comprometió a recibir las quejas de los manifestantes siempre y cuando viniesen respaldadas de argumento legal. Cosín no tardó en responder y el mismo miércoles redactó un escrito de cinco páginas cargado de argumentos legales.

GLORIA, por su parte, no entiende por qué no se pueden censar ya. Vive en la corrala Malasaña. “¿Por qué no nos podemos empadronar si la policía ya nos ha identificado?”, se pregunta. “Las personas que vivimos en un lugar que no es de nuestra propiedad no okupamos por gusto. El Ayuntamiento no nos ofrece ayudas para superar un poco la crisis. Estamos de manos atadas y lo único que me dijeron es que fuese a un albergue, pero allí sus condiciones me espantaron. Soy malagueña, de padres malagueños, abuelos malagueños y tengo nietos malagueños. Tengo incluso un padrón histórico. ¿Por qué se niegan a censarme?”.

EL letrado, por su parte, adelanta a esta revista que “hay jurisprudencia del Supremo” en este ámbito. El alto tribunal estipula que “cualquier documento fehaciente es suficiente para censar una persona”. Estos documentos fehacientes pueden ser varios. Según el abogado, bastaría con un informe de los trabajadores sociales, uno policial, un acta notarial, etc.

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