El regidor propuso que los cargos fuesen responsables de los daños que cometan. La exedil de Urbanismo dimitió de forma “oficiosa” por algo similar, cuenta Molina

03/11/14. Sociedad. El regidor de Estepona quiere gestionar el Ayuntamiento como si fuese una empresa privada. Es lo que denuncia la presidenta de la Plataforma 176 y Más, que nació después de que el regidor realizase un Expediente de Regulación de Empleo hace ya dos años y despidiera a trabajadores del Consistorio. Hace escasas semanas el alcalde de este municipio malagueño, José María García Urbano, trasladó una serie de propuestas, que valieron para que en algunos medios locales como el diario Sur, el periodista Héctor Barbotta realizase un extenso panegírico a su figura y obra, algunos columnistas también le dedicaron espacio.

EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com quiere colaborar para que se tenga otra visión del alcalde esteponero y ofrece las palabras de la presidenta de la mencionada plataforma, Emma Molina.

EL
panegírico sobre el que ya escribió esta revista (ver Desmesurado panegírico del alcalde de Estepona, José María García Urbano (PP), en las páginas del diario local Sur. La plataforma de despedidos ‘176 y más’ recuerda sus críticas al regidor. “No hay ahorro privatizando lo público”) también lo realizó el arquitecto Salvador Moreno Peralta (cuando sirvió de presentador en la charla en la que el alcalde desgranó sus ‘remedios’), que llegó a fundir los valores de García Urbano con los de la transición española. “Pertenece”, dijo el arquitecto sobre el alcalde, “a esa estirpe de servidores públicos que hace rejuvenecer una época en la que ennoblecer tu ciudad era un privilegio que se veía recompensado cuando un vecino te paraba y te daba las gracias”.

ALGUNAS de las propuestas ‘revolucionarias’ de García Urbano son que los cargos públicos tengan responsabilidad incluso civil sobre los daños que estos pudiesen ocasionar a la administración, que existiese el supuesto de legitimidad para suprimir el control previo de la Junta andaluza a las corporaciones locales en materia urbanística, que el empadronamiento fuese obligatorio, que la gestión de los servicios fuese mancomunada o que el silencio administrativo fuese positivo. Para García Urbano, la ruina de los ayuntamientos se debe a “una conquista desaforada de competencias impropias”.

EMMA Molina, de Plataforma 176 y Más, no opina igual, y lamenta que García Urbano pretenda convertir lo público “en una empresa privada”. “No negaré que en determinadas cuestiones sobre el personal habría que tener más organización, pero es algo que no pasa solo a nivel municipal”, incide. “Si un empleado no produce lo suficiente bajo el criterio del representante político que gestione el departamento, este tiene mecanismos como expedientes o inhabilitación de empleo y sueldo. Pero estos mecanismos nunca se llevan a cabo. Y existen para que la gestión sea más eficaz, pero claro, usarlos es perder votos”. Molina añade que “eso no significa que los empleados públicos sean unos ‘vagos’, que es el concepto que la gente tiene”, un pensamiento desafortunadamente extendido.

“EL servicio que se presta al ciudadano es el que nos preocupa a todos”, continúa Molina. “Cabría preguntarse por qué muchos técnicos no firman algunos proyectos”, responde cuando se le pregunta la opinión por el hecho de que los cargos públicos se hagan responsables civiles de los daños a la administración. Molina recuerda que la dimisión de la exconcejala de Urbanismo en el municipio el pasado mes de marzo, y que hizo tambalear al equipo de Gobierno del Consistorio, se debió a “motivos personales”. Pero, de forma “oficiosa”, se debía a que no quiso firmar el convenio en relación al bulevar, asegura Molina. Es lo que ya denunció el concejal del grupo de la oposición de Izquierda Unida, Antonio Murcia: “La marcha de Susana Arahuetes está motivada por las irregularidades en el bulevar”.


GARCÍA Urbano “quiere gestionar la función pública como si fuese una empresa privada, y desgraciada o afortunadamente lo que es público es público. En el momento en el que se pone en manos de determinadas personas es derivada a una gran casa de lobos: a ver quién se lleva la mejor tajada”, dice Molina.

EL decálogo de propuestas del alcalde que el periodista Héctor Barbotta incluyó en su loa a García Urbano en el diario Sur, y que esta revista ira comentando en sucesivas entregas, es el siguiente.

1. Supresión del control previo de la Junta de Andalucía en materia urbanística en favor de los ayuntamientos.
2. Dejar libertad a los profesionales para que inicien los proyectos bajo su responsabilidad.
3. Que los cargos públicos tengan responsabilidad civil incluso en casos legales si perjudican a la administración.
4. Que el silencio administrativo siempre sea positivo.
5. Que haya límite de ingresos, no sólo de gastos.
6. Sistema de subastas en la contratación pública.
7. Normas y plazos para todos los actos administrativos.
8. Empadronamiento obligatorio.
9. Gestión mancomunada de servicios.
10. Transparencia total en la administración.

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