Desde entonces el editor de esta revista ha tenido que denunciar dos suplantaciones de identidad. Una, por atribución de falsas informaciones a esta revista. Otra, por un grave intento de acceder a sus facturas de teléfono

02/06/16. Comunicación. El Grupo Mundo, de los hermanos Daniel y Juan Antonio Rodríguez, trató de contratar inserciones publicitarias en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com a finales del pasado mes de marzo para acabar así con la serie de informaciones ‘desagradables’ que esta revista estaba sacando a la luz sobre las actividades de dicha empresa. Era un intento de comprar el silencio...

EXACTAMENTE el 10 de marzo de 2016 a las 12:10, el conocido periodista de Málaga X escribió un correo a un responsable de EL OBSERVADOR: “Hola. Me urge el presupuesto sobre lo que hablamos. Debo presentarlo el viernes y me gustaría antes estudiarlo. Un saludo. X”. Ese mismo día a las 18:40, volvía a escribir: “Gracias. Mañana llevo las dos propuestas a Consejo Grupo Mundo y el lunes te comunico cual de las dos aceptamos y nos ponemos ‘manos a la obra’. Un saludo. X”. Entre medias, se le había enviado desde EL OBSERVADOR una oferta de comunicación.

EL 16 del mismo mes de marzo se recibe en
EL OBSERVADOR un nuevo correo a las 14:43: “Hola. Te informo que la propuesta informativa publicitaria que nos remitiste para Grupo Mundo a solicitud mía ha sido aceptada. Solo habría que "esforzarnos" todos un poco y adaptarla a una iguala de X euros por mes más IVA. Sé que no es la inicialmente presentada por ti, que era de X euros, pero son distintas acciones las que tenemos que acometer y la tuya podríamos asumir en esa cantidad. No obstante por un lado el contrato sería de un año y con posibilidades, muchas, de ser renovado. Y por otra que no es un detalle menos, Grupo Mundo estudiaría o te plantearía eventualmente campañas extras para meses de máxima actividad o eventos especiales. No dudes de que así será si como espero, la rentabilidad publicitaria del newsletter se percibe. Creo que podríamos abrir de manera inmediata con la firma de este contrato una vía de colaboración mutua e interés recíproco”.

EL correo continuaba: “Tendremos tiempo de analizar posteriormente, y entre ambos, las consecuencias positivas de este acuerdo, ver contenidos de eventos y conciertos y detectar nuevas formas de seguir en labor conjunta. Esperando tu respuesta, recibe un cordial saludo. X”.

TRAS un tira y afloja sobre los presupuestos se acuerda una cita en el mismo restaurante de carretera en el que se le había hecho al representante de
EL OBSERVADOR la propuesta inicial de que presentara al Grupo Mundo una oferta de comunicación. Así, el conocido periodista envía el 27 de marzo del corriente a las 20:23 el siguiente correo: “En el mismo sitio del otro día? En el que comimos en X. Me viene mejor esta vez porque vengo de X”. Y se cierra la cita para el día 30 de marzo, miércoles.

EL periodista, en nombre de la empresa de los hermanos Rodríguez, había negociado con un representante de esta cabecera un contrato que rondaba los 1.000 euros mensuales en inserciones publicitarias. La intención de esta revista era cumplir el objeto del contrato (publicitar los intereses de Mundo a través de sus páginas) sin perjuicio de seguir informando acerca de las cifras de contratación que esta privada percibe de las administraciones controladas por el PP o cualquier otra información que se considerara de interés para sus lectores. Y así se lo transmitió el representante de la revista al representante del Grupo Mundo. Al conocer esto, el conocido periodista que ejerció de portavoz de Mundo lo rechazó alarmado, diciendo que si se “metía” publicidad era para que se dejara de informar sobre las actividades del Grupo. La inversión tenía una intención evidente: silenciar informaciones incómodas.


EL
diálogo acabó con una clara manifestación por parte del representante de 
EL OBSERVADOR: “Dile a los hermanos Rodríguez que se pueden meter su publicidad por el culo”. Después de esta reunión este medio ha tenido que presentar dos denuncias ante la Guardia Civil y la Policía Nacional por usurpaciones de identidad.

TODAVÍA el Grupo Mundo no se ha atrevido a mantener un cara a cara con esta revista. Nunca lo ha hecho. Son recurrentes sus falsas críticas -que se hacen a terceros o buscando a amigos o conocidos comunes para que ‘lleguen sus recados’- en las que se acusa a este medio de no contrastar la información con el gabinete de comunicación de la empresa. Es falso. Cuando se recurre a dicho gabinete nunca contesta y nunca ha aportado luz o claridad a las informaciones que viene elaborando esta revista, siempre con documentos que sostienen cada línea de lo que se publica.

EL pasado 13 de abril se remitió desde
EL OBSERVADOR a la dirección de su servicio de comunicación el siguiente correo: “Me gustaría saber qué mítines recientes ha producido el Grupo Mundo al Partido Popular de Málaga, y si estos trabajos son siempre facturados por su holding empresarial”. El motivo del mismo era desmentir graves acusaciones que esta revista recibe con asiduidad contra Grupo Mundo y que provienen de diversos sectores. La respuesta tardó en llegar unas horas: “Con respecto a la cuestión que nos plantea y, con independencia del error contenido en su propia pregunta -ya que no somos un holding (?)- lo que podemos indicarle es que esta empresa respeta escrupulosamente las reglas de confidencialidad que suscribe con sus clientes, por lo que en el caso de que el partido al que hace mención fuera uno de ellos, no podríamos facilitarle la información que nos solicita. Por otra parte debe saber que esta empresa factura a quien le encomienda el trabajo que sea y se atiene a la legalidad vigente, por lo que resulta ciertamente molesta su insinuación/pregunta de si se factura un servicio prestado a terceras personas”. El correo terminaba así: “Agradeceríamos si utiliza esta respuesta, lo haga en su totalidad”.

DESDE hace semanas se publican informaciones en este medio sobre el Grupo Mundo o incluso sobre las presiones que recibe un concejal de Alhaurín de la Torre desde que hace cuatro años dejó de contratar a la empresa de los Rodríguez para la feria del pueblo. Coincidiendo con estas semanas, esta revista ha tenido que denunciar hasta en dos ocasiones, ante la Gurdia Civil y la Policía, intentos de suplantación de identidad. La primera llegó al conocer esta revista que había correos falsos que atribuían informaciones a este medio. Esos correos procedían de cuentas que simulaban ser de
EL OBSERVADOR pero que resultaban ser falsas. Los correos fueron reenviados por cargos del PP como su secretaria técnica o Luis Verde, presidente de Nuevas Generaciones y director técnico de Juventud en el Ayuntamiento de Málaga. Estos correos ya han motivado una investigación de la Policía Judicial de la Guardía Civil, que obrando con una gran diligencia y responsabilidad ha llevado a cabo de momento un registro de la sede del PP provincial. El otro intento de usurpación tuvo lugar el lunes y ayer se informó del mismo en un Última Hora (ver el Envío de Noticias de hoy y las noticias relacionadas abajo). Al respecto se presentó otra denuncia en la Comisaria de la Policía Nacional del distrito Centro de Málaga.

ESTA
revista, así como algunos de sus representantes, ha tenido que soportar en los últimos meses denuncias falsas interpuestas por terceros que se están ya archivando. El Grupo Mundo, según informaciones de esas personas con ‘intereses comunes’, se habría planteado hacer uso de las mismas para desatar una campaña de comunicación a través de los medios que controla: la emisora de televisión 101TV en Málaga; la Televisión de Torremolinos o la Radio municipal de Rincón de la Victoria, entre otros, en respuesta a las informaciones que publica esta cabecera, que informa desde hace 30 años y siempre bajo su particular prisma de entender la comunicación como un medio de modificar la sociedad en aquello que no le gusta. En este caso referido a lo que acontece en Málaga. Lo último que llega a la redacción de
EL OBSERVADOR son referencias a la posibilidad de que alguien contrate detectives privados para hacer un seguimiento de la vida y obra de las personas que la componen. Seguiremos informando.

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