LA revista EL
OBSERVADOR no pone en duda las sentencias judiciales que han determinado este fallo,
ni tampoco entra a valorar el derecho del demandante a restablecer su honor.
Esta publicación se muestra alarmada por el hecho de que en una situación tal
ni la cúpula directiva ni la empresa (responsables subsidiarios) paguen por ello
y sí lo haga un trabajador. Aparte de los máximos jefes en Madrid, el
director de Diario 16 Málaga era el periodista Juan de Dios Mellado,
que se libró de todo aduciendo el legalismo de ser director sí, pero 'adjunto',
por lo que a la hora de la verdad no 'tenía' responsabilidad alguna. Tampoco
hubo forma de que asumiera su responsabilidad Publicaciones y Prensa de Málaga
SA, la empresa editora, 'inventada' para compartir el accionariado con
Diario 16 Madrid, y para que la cabecera Diario 16 Málaga
pareciese una empresa 'malagueña' frente a la foránea. Esta sociedad la encabezó
el que fue presidente de la Cámara de Comercio de Málaga Antonio Martín Criado, acompañado de otros conocidos empresarios de la ciudad. La gestión de la
sociedad seudomalagueña no fue muy brillante, lo que llevo a la desaparición de
la cabecera y al despido de los trabajadores y, posteriormente, a no asumir
ningún tipo de responsabilidad.
SANTIAGO cuenta que Diario 16 "tenía
en los años 90 una línea muy combativa. Destapó y denunció casos como los de
Roldán o el GAL. Este periodismo no sale gratis y un montón de compañeros en
Madrid tuvieron demandas, de las que se encargaba la asesoría jurídica del
grupo, en Madrid". Luis Santiago investigó la supuesta trama de corrupción en
los juzgados de Marbella, tema conocido como el 'caso Casino'. Escribió varios
artículos (los denunciados son del 24 y 25 de julio de 1994) y una de las
personas afectadas, Juan Carlos Ramírez, interpuso una demanda de protección del
derecho al honor en otoño de 1994, como asegura Santiago. Son demandados el
propio Santiago, José Luis Gutiérrez (como director de Diario 16), Juan de Dios
Mellado (como director adjunto y responsable en Málaga de la publicación), Juan
Tomás de Sala (editor) y la empresa Publicaciones y Prensa de Málaga
S.A.
EN noviembre de 1995 el Juzgado de Primera
Instancia nº 10 de Málaga falla la primera sentencia y culpa únicamente a Luis
Santiago por intromisión ilegítima del derecho al honor, por lo que debe abonar
al denunciante los más de 25 millones de pesetas. También declara responsables
subsidiarios a la empresa, a Juan Tomás de Salas (ya fallecido y cuya carga
recae ahora en su esposa Bárbara Chaplin) y a José Luis Gutiérrez. Juan de Dios
Mellado se libra por ser 'técnicamente' director adjunto.
EN 1996 el periódico Diario 16 desaparece
y con él se van las opciones de que la empresa asumiera algún tipo de pago. El
primer fallo judicial se recurre pero la Audiencia Provincial de Málaga, en
1998, mantiene la sentencia. Juan Tomás de Salas vuelve a recurrir posteriormente al Tribunal Supremo pero éste falla una sentencia firme en septiembre de 2004 donde
mantiene la condena. El denunciante (Juan Carlos Ramírez) pide que se ejecute la
sentencia y, desde abril de este año, a Luis Santiago se le embarga parte de su sueldo. "¿Por qué se me embarga a mí, que además soy quien menos dinero y
posibilidad de pagar tengo? Porque soy el único 'visible legalmente' de los
condenados. Tengo una nómina en un periódico y se cobra de ahí", asegura
Santiago.
EL periodista se lamenta de que hay "un colectivo
muy amplio de profesionales que está desprotegido. No existe como en otros
colectivos pólizas, seguros que cubran este tipo de casos. Hay muchos compañeros
que no están amparados por el medio de comunicación. Hay algunos medios que
suelen tener fondos para cubrir este tipo de gastos, pero son los
menos".
"TODO esto es una situación
tan extraordinaria que me he visto como un 'conejillo de Indias'. Es el primer
caso que se da en Málaga y no sé si habrá algún otro similar en Andalucía, en el
que al final acabe pagando únicamente el redactor, que es el más indefenso de
todos", afirma Santiago a EL
OBSERVADOR.
COMO fórmula de ayuda, y ante
la pérdida absoluta de cualquier otro tipo de apoyo de su ex empresa o los
superiores y directivos del medio de comunicación, la Asociación de la Prensa de
Málaga tiene abierta dos cuentas bancarias donde se pueden
ingresar cantidades para Luis Santiago. Una es de Unicaja (2103 2032 32
0030007393) y la otra de Cajamar (3058 0751 01 2720 133234). "La Asociación tuvo
la iniciativa de crear un fondo de solidaridad para que los compañeros que
quisieran aportaran alguna ayuda. Actualmente hay un grupo de unas 15 personas
que todos los meses ingresan algo y después hay aportaciones puntuales". Pese a
esto, Santiago reconoce que todavía es una ayuda escasa. "El Sindicato de
Periodistas de Andalucía (SPA) también me ha mostrado su apoyo y ha realizado
varios llamamientos en el mismo sentido", culmina Santiago. Más información en
Periodista Digital.