La dirección explicó a los fotógrafos que el panel es parte de un contrato entre patrocinadores y Festival, y que no se movería. Ceden y ahora los trabajadores gráficos podrán también hacer fotografías sin el polémico photocall

22/04/15. Comunicación. Los fotógrafos que este año cubren el Festival de Cine Español de Málaga han ganado la mano al Festival de Málaga. Podrán hacer fotografías a los actores, directores y personal artístico de las películas del certamen sin publicidad. Los profesionales habían denunciado este pasado fin de semana la colocación de un panel publicitario en plena alfombra roja dificultaba su trabajo.

ESTE photocall impedía que los trabajadores pudieran tener un “tiro limpio”, con el Teatro Cervantes al fondo, como es habitual en anteriores ediciones. La organización del certamen les explicaba que este panel no se iba a mover, y que está ahí por un contrato con los patrocinadores. Por este motivo, cada vez que un actor posaba junto a dicho photocall, los fotógrafos se daban la vuelta y le daban la espalda. No trabajaban. Más de un actor, desconcertado, se había acercado a los fotógrafos para conocer su causa, y algunos incluso la compartieron. Sin embargo, la dirección del festival reculó ayer a última hora y permitió a los trabajadores desarrollar su actividad con normalidad. Aseguran que será así hasta el final del certamen. Dos fotógrafos afectados originariamente por este panel publicitario explicaban ayer a EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com su situación. Son autónomos. “Comercialmente nos están matando”, “las revistas no tienen interés en publicar fotos con publicidad”, aseguran. El paso atrás de la directiva del Festival les saca de un atolladero.

LOS trabajadores gráficos que este año están cubriendo el Festival de Málaga se venían plantando desde este domingo frente al Teatro Cervantes, aunque ayer ya pudieron retomar su actividad con normalidad. El motivo: el año pasado podían tomar imágenes desde una zona reservada. Las instantáneas retrataban a los actores, directores y demás personal de las películas que participan en el certamen, con la singularidad de que de fondo se veía la fachada del Teatro Cervantes y a un expectante público. Este año, sin embargo, la organización del festival había colocado un panel lleno de publicidad de los patrocinadores. Aunque la zona reservada a fotógrafos es la misma, el panel impedía realizar buenas fotos. Y no se podían retirar, a tenor de las explicaciones que desde la organización se habían trasladado, ya que ese photocall es fruto de un contrato entre la empresa municipal que organiza esta cita cultural y las privadas que la apoyan económicamente. La imagen se venía repitiendo así desde el pasado fin de semana: los trabajadores gráficos, muchos de los cuales son autónomos (freelance), dejan sus cámaras en el suelo y se dan la vuelta.



ALGUNOS
de los fotógrafos afectados han explicado a esta revista que el photocall suponía un auténtico agravio para ellos. Muchos, al ser autónomos, se ven obligados a vender sus instantáneas a diversas revistas, muchas especializadas en el mundo del corazón. Señalan estos fotógrafos que estas publicaciones no tienen interés en publicar imágenes con publicidad, y que el photocall no interesa. La decisión original del Ayuntamiento de Málaga, aseguraban, “nos está matando comercialmente”.

LAS críticas son generalizadas en las redes. Sin embargo, los fotógrafos que han contactado con esta revista prefieren no revelar su nombre. Aseguran que es para evitar personalizar la reivindicación que este año organizan estos fotógrafos. Su anonimato se une al que se da, de forma generalizada, en el sector profesional del periodismo, combativo a favor de una libertad de expresión que muchas veces ejercen con miedo.

AL
cierre de esta edición se habían llevado de forma efectiva dos plantadas a los actores por parte de los fotógrafos. Ayer por la noche se preveía una tercera, según señalaron a esta revista algunos de estos fotógrafos. Estos profesionales indicaron, también, que algunos actores se han interesado por su reivindicación, e incluso la comparten. La actriz Ursula Corberó, por ejemplo, se acercó a los fotógrafos para preguntarles qué hacían.



POR
parte de la organización se habían incluso emprendido acciones para intentar amedrentar a los fotógrafos. Uno de ellos explica que algunos de los trabajadores le han llegado a preguntar si continuarían haciendo plantes a los actores, para destinar el espacio reservado a otros usos. De momento el conflicto no ha ido a más. Muchos agentes de los actores y actrices que pasan estos días por la alfombra roja también se han interesado por el conflicto, pero los propios profesionales gráficos no saben cómo acabará.

NO es la primera vez que los fotógrafos marcan la nota discordante del Festival de Cine de Málaga. Esta vez denuncian que sus compañeros blogueros o los cámaras de televisión sí cuentan con la posibilidad de hacer “un tiro limpio” sin el photocall de fondo. Uno de los interlocutores que han dado detalles a esta revista señalan además que hace un mes en Madrid se hizo la presentación del Festival de Cine de Málaga con el mismo photocall. “Mandé 400 fotografías a mi agencia y no vendí ninguna. Y por lo menos alguna era buena”, lamenta. Según informaba ayer Quesabesde, el fotógrafo Víctor Lerena, presidente de la Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa y Televisión, dio su apoyo a esta protesta.

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