Ayer el director del Festival de Cine Español (que en 2017 será de ‘Cine En Español’) Vigar y su homólogo onubense defendieron mantener dos propuestas idénticas. El Festival sigue con el sambenito de ser ‘el de Atresmedia’

26/04/16. Cultura. El Festival de Cine Español de Málaga anunció este mes que en su próxima edición se transformará en el Festival de Cine En Español, lo que abrirá las puertas a producciones iberoamericanas a participar en las secciones oficiales del certamen. La preocupación en el sector de que esta propuesta acabe significando la pérdida de valor y esencia de este evento y del de Huelva...

...está justificada y la replican y comparten críticos de larga trayectoria, o productores con años a sus espaldas como es el caso de Carlos Taillefer, quien profundizó ayer a través de una conversación telefónica con EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre este tema. Taillefer acudió a la rueda de prensa de la Confederación de productores audiovisuales españoles, la FAPAE, donde trasladó esta inquietud al director del Festival de Málaga, Juan Antonio Vigar. Allí se encontraba Manuel H. Martín, su homólogo en el Festival de Cine Iberoamericano onubense. La respuesta le sorprendió: no ven problema en que estas dos citas convivan. Vigar dijo hace días en una entrevista en El País que en 20 países hay las suficientes películas para que haya suficiente para todos.

CARLOS Taillefer escribía este fin de semana en las páginas de La Opinión de Málaga sobre el hecho de que el festival será el año que viene iberoamericano. En un artículo titulado “Hablemos claro, hablemos de cine”, el productor mostraba su preocupación (AQUÍ) porque el certamen pierda su “marca original y sello significativo” y se lleve, además, por delante, el Festival Iberoamericano de Huelva. Así, Taillefer acudió ayer a la rueda de prensa de la FAPAE en la que valoran el estado del sector cinematográfico nacional año tras año. Y allí se encontró con el rechazo tanto de Vigar (Málaga) como de H. Martín (director del Festival de Huelva): ambos apostaban por la pervivencia de dos citas idénticas, a pesar de que ambas se han consolidado en su especialización y la cita atlántica ya suma más de 40 años de trayectoria.

AMBOS directivos defendieron que todos los festivales suman. Pero Taillefer lamenta que esto no se refleja en la realidad: incluso el Festival de San Sebastián, de categoría A e importancia internacional, introdujo hasta seis filmes españoles a concurso en su pasada edición, algo inviable e impensable en otras citas de calibre como la de Venecia, Berlín o Cannes.


TAILLEFER quiso llamar la atención sobre el hecho de que si el Festival de Cine Español de Málaga va a ser ahora de Cine En Español “eso tendrá que subir el presupuesto”. “Si se hace una sección a concurso con 20 ó 22 películas y 10 son de Sudamérica se tendrá que traer a esa gente con un incremento considerable para el festival, cuando hasta donde yo se ha venido mermando el presupuesto durante los últimos años. Eso no se ha explicado y se debería explicar”.

“EL Festival de Málaga es rehén de una televisión privada”. En su artículo en La Opinión Taillefer se refiere al ‘sambenito’ y a las críticas que el certamen recibe año tras año, en lo que expertos resumen que es más un festival de Atresmedia que de cine español. “El socio o patrono privado mayoritario del Festival de Málaga es una cadena perteneciente a UTECA, Unión de Televisiones Comerciales Asociadas. Tras más de 10 años de lucha en los tribunales, se acaba de hacer pública una sentencia del Tribunal Constitucional favorable a los productores independientes al obligar a la inversión del 5% por parte de las televisiones privadas en Cine Español, al habérseles concedido una licencia por parte del Estado, con la cual ellos hacen su negocio lícito. Pues bien, el malestar de UTECA por la sentencia ha sido palpable, como lo demuestran el manifiesto y comunicado publicados en los distintos medios de comunicación, volviendo a repetir, una vez más, esa odiosa frase de «Eso es el impuesto revolucionario que nos imponen». ¿Cómo se puede explicar ser socio de alguien que entiende que la obligatoriedad de invertir en cine español es un «impuesto revolucionario»? ¿Me lo podría explicar alguien de la organización del Festival de Cine de Málaga y encontrar un argumento con un mínimo de sentido común?”.

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