El cineasta expone sus razones para asumir la titularidad del documental
24/03/06 MÁLAGA. El cineasta Fernando Merinero nos ha enviado tres correos en los que adjunta un escrito de réplica a las razones expuestas en EL OBSERVADOR ayer mismo por S. G., acerca de la titularidad de Las Huellas de Dylan.
El cineasta expone sus razones para asumir la titularidad del documental
24/03/06 MÁLAGA. El cineasta Fernando Merinero nos ha enviado tres correos en los que adjunta un escrito de réplica a las razones expuestas en EL OBSERVADOR ayer mismo por S. G., acerca de la titularidad del documental Las Huellas de Dylan.
MERINERO rechaza todo lo aducido por aquélla y hace suya la titularidad de la cinta en litigio. Reproducimos literalmente el escrito enviado.
Nota de la redacción
NO sabemos si el señor Merinero es el titular de los derechos de la película en disputa (ni nos corresponde ni nos interesa enjuiciar esto), lo que sí parece es que es un poco diletante y dado a emocionarse con sus propios escritos.
A las 13:57 horas envía un email a nuestra redacción que entendemos correcto en el que en el asunto se puede leer: 'Las huellas de Dylan réplica a S.G.’. Y el contenido literal dice así:
ESTIMADOS Sres. del Observador, Ante la justa indignación que me ha producio (SIC) la lectura en su revista digital de un escrito enviado por la señora S. G. en el que se mencionan tanto a mi película "Las huellas de Dylan" como a mi persona, les adjunto un archivo de texto con unas cuantas aclaraciones que espero lean sin dilación, y tras ello, actúen en consecuencia. Sin Otro particular, reciban un cordial saludo, Fernando Merinero. Director y Productor de "Las huellas de Dylan".
A las 14:02 horas envía otro exactamente igual, aunque ya parece que se va animando. Toma conciencia de su verdadero valor como persona humana que es, y en el asunto introduce ya su nombre y pone:
"LAS huellas de Dylan" réplica de Fernando Merinero a S. G.
LO demás es exactamente igual.
A las 14:57 horas envía un tercero en el que parece que ya se ha animado completamente a hacer valer su condición y con el mismo asunto que el anterior, modifica el contenido:
VER para creer.