"Tengamos en cuenta que un pintor se comunica a través de la pintura", afirma la directora de la Fundación Picasso Málaga en una entrevista a elpais.es
13/06/06 MÁLAGA. El
pasado
martes, Mariluz Reguero fue la protagonista de la entrevista
online con los ciberlectores de elpais.es. La directora de la
Fundación Picasso
Málaga ha llegado hasta Madrid con ocasión de la exposición que,
con el audaz título de ‘Picasso, tradición y vanguardia’, se celebra
entre el Museo del Prado y el MNCARS.

MARILUZ Reguero
no precisa presentación para la mayoría de los malagueños, y tampoco
en el ambiente profesional del arte. Mariluz Reguero forma parte,
junto a Carmen Giménez, Victoria Combalía, Gloria Moure, María
de Corral, Rosa Martínez, Estrella de Diego o Juana de Aizpuru,
entre otras, de ese grupo de mujeres luchadoras que han sabido
vencer las dificultades intrínsecas de un país montaraz y, por
méritos propios, sin quemar pólvora ni dejar cadáveres a su paso
–esos dos fáciles juegos de palabras hechos con el apellido de
la directora de la
Fundación,
que tanto envidioso repite en la ciudad de Mariluz, pero nunca
fuera de ella-, llegan a tener una presencia absolutamente necesaria
en el panorama nacional e internacional, tanto en el ámbito del
comisariado de exposiciones como en el de la historiografía, la
crítica o las publicaciones.
LLEGÓ Mariluz a ser la sonrisa que ilumina la Fundación en agosto de 2003, tras su paso por la Sociedad Económica –un gran presagio- y por Unicaja –esto no tanto. Elegida con toda justicia por unanimidad va a hacer ahora tres años, ha dejado la Fundación al nivel de lo que debía ser desde los duros comienzos en que su marido era el director, el pintor Eugenio Chicano. Él sacó adelante un proyecto en el que pocos creían desde el principio y que hizo desistir a otros –cuando se le concedió la beca Picasso a un pintor de Vélez-Málaga que regentaba una pescadería, muchos cayeron en la crítica fácil- y con la única confianza plena del alcalde Aparicio y de su partido, el PSOE.
LOS lectores de EL OBSERVADOR pueden echar un vistazo a la entrevista que Mariluz chateó con los lectores de elpais.es (http://www.elpais.es/); fue una clara demostración de que la Fundación Picasso tiene en Mariluz a su más digna representante. Con ese nivel de sutileza que caracteriza el vuelo intelectual de su persona y dueña de una profunda feminidad, Mariluz deja caer unas respuestas que van más allá de la iluminatoria orientación al que no sabe, lo que exige humildad y concentración, para llegar también, como puntilla de seda, suave pero contundente, a esos que se dedican a la insidia disfrazada de crítica contemporánea.
PARA comenzar
nuestra selección, recogemos la respuesta en que Mariluz expresa
la verdadera dimensión y proyección del compromiso de la
Fundación Picasso
Málaga con el pintor de las Senyoretas del carrer d’Avinyó;
pregunta ahb: me gustaría saber en qué consistirá
la participación de la
Fundación
en las conmemoraciones que se preparan.
Mariluz responde: “La
Fundación
está y estará emocionalmente implicada en todo lo que conlleve la
exaltación de la figura y la obra de Picasso”. Queda claro. Muchos,
abandonados a la mentalidad neoliberaloide, creen que basta con la
presencia del propio logotipo en los acontecimientos de relevancia;
ignoran que esa clase de visibilidad se puede comprar poniendo dinero; eso
lo hace cualquiera. Mariluz respondió lo que debe responder
Mariluz, militante socialista con carné del PSOE, con sus mentores: Paco de la Torre, alcalde de Málaga, y Maldonado, concejal de Cultura, ambos del Partido Popular | alguien que
lleva a Picasso y a Málaga en el corazón, no en el bolsillo. Es la
implicación emocional lo que vale y si es verdad que eso no sitúa a Málaga
en la órbita de los media, ni de
las academias, ni
de los circuitos profesionales del arte a ningún nivel -que no, eso desde
luego que no- la introduce de lleno en el corazón de las personas de
bien. |
EN otra respuesta, Mariluz desactiva por completo esa especie que algunos se han dedicado a extender con la malevolencia del fracasado celoso de la humanidad y la feminidad verdaderas de esta mujer. Obsérvese con qué elegancia, Mariluz Reguero cita a sus maestros y da un giro de 180º a la historiografía contemporánea.
¿QUÉ le puede suceder en su vida a un pintor, y en este caso a Picasso, para que pase de un tipo de pintura como era el retrato de personas donde se ven claramente definidas las partes del cuerpo, a personas completamente desfiguradas y desproporcionadas? La pregunta no deja indiferente el corazón picasiano y malagueño de nadie, y seguro que levanta la sonrisa del fariseo. Pero lo importante es la respuesta. La primera, la que brota del corazón, diría: “es culpa de los franceses, idiota, de Málaga salió en condiciones”; pero Mariluz llega más lejos que los franceses, incluso.
AHÍ va Mariluz: “Un artista tradicionalmente empieza a interesarse por lo que ocurre a su alrededor y a representarlo [referencia a Panofski], tengamos en cuenta que un pintor se comunica a través de imágenes, de la pintura [Gombrich]. Cuando va pasando el tiempo [Kubler] y se va haciendo más preguntas [Wittgenstein], y se va exigiendo más [Heidegger], necesita de unas nuevas maneras de expresión [Tatarkiewicz], fruto de una búsqueda [Assunto] y una necesidad íntima [Freud y Jung a través de Hartt]. Casi siempre es una exigencia que se hace a sí mismo [unheimlich y dasein de nuevo], con su yo propio [teoría del ‘yo propio’ del artista; enunciada y desarrollada por Argan, pero sin esa concreción]. Esto es casi siempre el origen de una evolución en su obra [respuesta a Kubler y a Gombrich, en la que da a cada uno por lo suyo; con ese ‘casi’, tan exacto, ahí puesto, define bien claramente la radicalidad de su perspectiva]. Eso Picasso lo hizo de la manera más intensa [la intensidad, ese fetiche post-estructuralista, aquí sabiamente diferido], más exigente y más genial [fuck up, Danto!]”. Para que después digan que Mariluz Reguero no tiene ni idea.
POR si fuera poca demostración, ahí va otra. ¿En qué escuela artística destacó más Pablo Ruiz Picasso? Responde Mariluz: “En todas porque Picasso es un artista axial, ya que pasa por casi todas las corrientes que se dan en su momento”. Y aquí se unen todas las propiedades de Mariluz: su talla intelectual, su profundo conocimiento y su amor por Picasso; él puso sus 88 años de momento biológico estando a todas, pero se ha garantizado la eternidad gracias a gente como Mariluz.
EN fin, EL OBSERVADOR exhorta a sus lectores a no perder de vista a Mariluz Reguero, a la Fundación Picasso, al relevo seguro en la dirección del MNCARS (después de esta entrevista, de esta exhibición, no le quepa duda a nadie de que si no hay relevo es porque no hay vergüenza), y a todo lo demás. Les queda algo de mirada libre, no la desperdicien. Vayan a ver la exposición de Man Ray, verdaderamente disfrutable. Entre otros iconos legendarios, podrán encontrarse con la imagen de espaldas de Marcel Duchamp, incluso.