En la sala Alameda, un recorrido por un momento clave de la historia de Málaga
23/02/07 MÁLAGA. Los malagueños y quienes se acerquen a la ciudad a ver la obra de Picasso o esas obras provocativas de esos grandes artistas internacionales de mucha provocación pueden perder un poco de su tiempo en asistir a una exposición que constituye en sí misma un acontecimiento histórico.
En
la sala Alameda, un recorrido
por un momento clave de la historia de Málaga
23/02/07 MÁLAGA. Los malagueños y quienes se acerquen a la ciudad a ver la obra de Picasso o esas obras provocativas de esos grandes artistas internacionales de mucha provocación pueden perder un poco de su tiempo en asistir a una exposición que constituye en sí misma un acontecimiento histórico por estar centrada precisamente en su propia historia. No es frecuente ni muy posible en esta ciudad donde el destrozo del patrimonio y de las pruebas de la experiencia es la norma desde el asedio de la ciudad musulmana. Quizás porque la destrucción de lo anterior, en todo o en parte, se mantiene como la tradición menos vulnerada de Málaga, la memoria es tan corta, los testimonios tan parcos y los silencios tan largos. Málaga 1937 es una de esas pocas ocasiones en que una institución (Diputación de Málaga) y un equipo de personas, dirigido por Rogelio López Cuenca, han rescatado memoria y testimonios para hacerlos visibles, legibles y audibles con la intención de incorporarlos al devenir de la ciudad.
LA producción Málaga 1937 incluye una exposición física de imágenes, documentos escritos, proyecciones de diapositivas y vídeo, y una exposición virtual, una completa página web (www.malaga1937.es), que se puede visitar en la propia sala Alameda y desde cualquier terminal conectada a la red. El tema es único: la toma de la ciudad de Málaga por las tropas fascistas durante la Guerra Civil y la posterior huida de la población hacia Almería por la carretera de la costa, sometida a bombardeos desde aire y mar.
LAS imágenes de la exposición son realmente de Málaga, febrero de 1937. Ampliaciones de fotografías e ilustraciones de los acontecimientos, junto a reproducciones de páginas rescatadas de distintos periódicos y revistas que las publicaron en informaciones del momento, conforman un itinerario narrativo que resume la entrada de los fascistas en la ciudad y la huida aterrorizada de la población hacia Almería. En rojo, distribuidas por las paredes acompañando las imágenes y los documentos, se dispone una selección de frases, citas alusivas al terror, al totalitarismo, a la guerra, y otras extraídas directamente de periódicos de la época o de las arengas de Queipo de Llano, quien, como puede comprobarse en los documentos escritos que forman parte de la exposición, se responsabiliza orgulloso de la matanza en la toma de una ciudad casi indefensa y del posterior genocidio de una masa civil a la fuga en absoluta indefensión. La exposición se completa con diversas proyecciones: diapositivas con las firmas de los supervivientes, y en video, el recorrido de la fuga, realizado actualmente en coche, documentales antiguos y actuales –el de Juan Madrid, producido por Televisión Española, en el que destacan las aportaciones de los supervivientes, entonces niños o muy jóvenes-, y entrevistas, entre las que sobresale el relato oral de Adolfo Sánchez Vázquez que Jorge Dragón y Manuel García Soler registraron en vídeo.
LA exposición exige tiempo. Si el material fijo –fotografías y reproducciones de periódicos- no es muy numeroso y permite un recorrido rápido, el visionado de material de vídeo pide al visitante reposo y atención durante casi dos horas. Que merecen la pena. La página web, diseño de José Luis Mercado, destaca en todos los sentidos, y no obliga a quedarse en la sala a verla. Una solución que también hubiese facilitado una mayor repercusión es la incorporación de un disco con todo este material audiovisual, y ponerlo a la venta con un catálogo-libro de la exposición. También hubiera estado bien buscar colaboraciones. Por ejemplo, el número 9 (diciembre 2006) de la revista del Ateneo de Málaga, es monográfico sobre el mismo episodio. Como el documental que Canal Málaga emitió el mismo día de la inauguración de la exposición. La paradoja de la situación es que todos los medios e instituciones que han realizado algún proyecto sobre la toma de Málaga y la huida a Almería han trabajado sobre lo mismo, contando prácticamente con los mismos asesores y equipos externos, y casi con los mismos materiales, y no se ha dado la colaboración ni el convenio, multiplicando el esfuerzo y restando fuerza al resultado: en lugar de impregnar este mes y servir para que los malagueños vivieran la recuperación histórica, se está produciendo una fuerte sensación de que la competencia ha desembocado en interninguneo.
MÁLAGA 1937 cumple un papel necesario en la recuperación de la memoria de esta ciudad, y, en rigor, la Diputación, institución que la ha producido, debería pensar que los acontecimientos que en ella se narran afectan mucho más allá del término municipal de la capital y a mucha más gente. Forman parte de la historia de la provincia y a ella debería extenderse. Como poco, puesto que en la caída de Málaga y la pérdida de lo que la ciudad era antes de la guerra también se podrían encontrar claves suficientes para hacer esa relectura indispensable y aún pendiente de la República y de las consecuencias del franquismo. Se echa de menos que Málaga 1937 no haya incorporado un ciclo de conferencias y debates, encuentros con testigos, historiadores o investigadores de cualquier ámbito y que su recorrido no tenga un alcance mayor.
LA inauguración de la exposición Málaga 1937 fue un viernes. No se sabe la razón, pero no llegó a tener el carácter de acontecimiento que se preveía. Es decir, alguna razón habrá para que la prensa local haga más caso a los extranjeros provocadores que exponen sus obras provocadoras en el CAC. Y también habrá razones para que en esta ciudad se hable y publique mucho más sobre Picasso que sobre cualquier otra cosa, y mucho más cuando está muerto que cuando vivía, y razones para que quienes más gritan y juran por su nombre sean herederos directos de aquellos que hicieron todo lo posible por silenciarle a él, y a todos los que pensaban como él o con alguna semejanza. Para todo hay razones. No hay cifras oficiales de asistencia, y ya se sabe lo que puede ocurrir con ellas. El conserje de la sala afirma que es muy alta, y es una referencia fiable. Será que parte de los malagueños tienen un interés por conocer su historia que a lo mejor en los medios institucionales y de comunicación locales no comparten ni desean que exista. Justo lo contrario de lo que Málaga y sus ciudadanos necesitan para incorporar a su memoria aquello que durante tantos años se les ha ocultado, y a cuyo fin esta exposición representa una significativa contribución. Como otras iniciativas ya hechas o aún por llegar; la misión no está concluida, queda mucho por investigar y desenterrar de aquellos días, y mucho tiempo y esfuerzo, sobre todo institucional, para que todos los malagueños conozcan de verdad lo que pasó con quienes les precedieron.
LA exposición se puede visitar en la sala Alameda (Alameda Principal 16) en horario de martes a domingo de 11 a 14 y de 17 a 21 horas.
PARA más información puede visitar la web www.malaga1937.es
PUEDE consultar otras noticias anteriores sobre el proyecto aquí:
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08/02/07 Una exposición y el Parque de la Memoria (Torre del Mar) se inauguran
como tributo a las víctimas del genocidio de la Carretera de Almería
- 08/02/06 Ya está operativa la web malaga1937.es realizada por Rogelio López
Cuenca y Santiago Cirugeda que presentará la Diputación en ARCO
PUEDE ver anteriores informaciones sobre la memoria histórica:
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- 09/05/06 Más de una decena de excombatientes de la Guerra Civil narrarán en Málaga su testimonio en una jornada dedicada a la memoria histórica