Con 18.402.585 euros de presupuesto anual, el edil de Cultura alega falta de fondos para no colaborar con el libro que aclara las circunstancias de la muerte del ‘Hijo Predilecto’ de Málaga

 24/05/07 MÁLAGA. El actual alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, es uno de los protagonistas del libro ‘La muerte de García Caparrós en la Transición política’ que publica Airon Sesenta, empresa editora de
EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. En la obra destaca no sólo por su presencia en la gran manifestación del 4 de diciembre de 1977 “dando saltitos” frente al edificio de Diputación, sino también por sus intervenciones durante la Comisión de Encuesta parlamentaria

Con 18.402.585 euros de presupuesto anual, el edil de Cultura alega falta de fondos para no colaborar con el libro que aclara las circunstancias de la muerte del ‘Hijo Predilecto’ de Málaga

 24/05/07 MÁLAGA. El actual alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, es uno de los protagonistas del libro ‘La muerte de García Caparrós en la Transición política’ que publica Airon Sesenta, empresa editora de
EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. En la obra destaca no sólo por su presencia en la gran manifestación del 4 de diciembre de 1977 “dando saltitos” frente al edificio de Diputación, sino también por sus intervenciones durante la Comisión de Encuesta parlamentaria, en la cual exculpó al gobernador Civil Enrique Riverola de cualquier responsabilidad política sobre los ‘sucesos de Málaga’ y la muerte de García Caparrós, al tiempo que justificaba el uso de armas de fuego por la policía antidisturbios. Por otra parte, el Ayuntamiento de Málaga se ha negado a comprar ejemplares del libro que arroja luz sobre las circunstancias que rodearon al asesinato del ’Hijo Predilecto’ de la ciudad alegando que no le quedan fondos de los más de 18 millones de euros del presupuesto anual de la Concejalía de Cultura dirigida por Diego Maldonado. Sí que han colaborado con esta obra el sindicato Comisiones Obreras, donde Caparrós era delegado en la fábrica de Cervezas Victoria, la Diputación de Málaga, el Ateneo de Málaga y las librerías Proteo y Prometeo.

EL gobernador Civil en Málaga en 1977, Enrique Riverola, a cuyo mando estaban las fuerzas de Orden Público cuya desproporcionada y violenta intervención provocaron los enfrentamientos que culminaron en el asesinato de Manuel José García Caparrós aquel fatídico 4 de diciembre, no fue cesado de su cargo. Más al contrario, se le eximió de cualquier responsabilidad política nombrándole director general de Correos y Telecomunicaciones.

ENTRE quienes justificaron el proceder del entonces gobernador figura el actual alcalde de Málaga, Francisco de la Torre Prados, cuyas muerte_garcia_caparros_portadaintervenciones como parlamentario de la extinta Unión de Centro Democrático (UCD) durante la Comisión de Encuesta contribuyeron a que nada se aclarase en esta investigación parlamentaria sobre el autor del disparo que mató a Caparrós y a que no hubiese ningún responsable político cesado por estas actuaciones.

A la luz de sus declaraciones recogidas en el libro de Rosa Burgos ‘La muerte de García Caparrós en la Transición política’ comprobamos cómo De la Torre cumplió con la doctrina de la UCD basada en el ‘borrón y cuenta nueva’ en unos años donde se tenía por preferible no agitar a ciertos sectores de la derecha y de la extrema derecha. “Pero que quede claro que no podemos imputar ninguna responsabilidad política a la máxima autoridad de la provincia de Málaga. El gobernador había participado, había colaborado de una manera ejemplar en lo que podríamos llamar poner los medios para que la manifestación pudiera tener lugar como los organizadores queríamos que se desarrollara”, replica en uno de los turnos el diputado De la Torre.

A este respecto vale la pena extraer uno de los pasajes del libro en el que uno de los cargos directivos de Fuerza Nueva en la Málaga de 1977, Francisco Jiménez Quintero, (alguien a quien durante muchos años se le acusó del asesinato de Caparrós), explica el papel del gobernador Civil poniendo los medios para el desarrollo de la manifestación: “La noche anterior a la muerte nosotros habíamos pintado todos los árboles, palmeras y plátanos orientales del parque con la bandera de España, nos habían facilitado pintura para todo el recorrido de la manifestación por un comerciante y bajo protección policial, ojo, por eso digo que es que la Policía de la UCD nos dejaba hacer, lo pintamos todo, ojo, eh… y el gobernador estaba en la ventana de su casa de la Aduana viendo cómo marchaba todo y llamaba y decía ¿Cómo va la cosa?”.

FRANCISCO de la Torre también justifica, en uno de sus turnos, el uso  de armas de fuego por parte de la policía durante la manifestación: “Una parte de los manifestantes, no todos, pero sí una parte, se convierten en agresivos y que son bastantes más de los que estaban agrediendo a la Diputación que enfrentados a la Policía recorren la avenida del Generalísimo, donde se producen acontecimientos totalmente distintos, pero que han sido reconstruidos con bastante fidelidad por la Ponencia y que hacen explicable y compresible a la Comisión el que la Policía, una vez entrado en juego esa dinámica de reacciones, tiene, en cumplimiento de su obligación y con los medios a su alcance, que procurar mantener la paz y la tranquilidad en la ciudad, que estaba en aquellos momentos  alterada en muchos de sus sectores”.

25 años después de la muerte de García Caparrós el gobierno municipal dirigido por Francisco de la Torre le nombró ‘Hijo Predilecto’ de la ciudad y puso una placa de mármol en el lugar de su muerte (lugar que el libro de Rosa Burgos demuestra que está equivocado). La placa fue atacada y destrozada apenas unos días después de haberse instalado, no se sabe si por unos simples gamberros o por activistas de extrema derecha. En sustitución pusieron una placa de metal en el que figura mal el nombre del homenajeado, José Manuel en lugar de Manuel José.

PARA la edición de este libro EL OBSERVADOR ofreció la posibilidad de colaborar a varias instituciones comprando un número determinado de ejemplares. Aceptaron la propuesta la Diputación de Málaga y el sindicato Comisiones Obreras, donde militaba García Caparrós. No lo hizo el Ayuntamiento de Málaga. El concejal de Cultura, Diego Maldonado, rehusó la colaboración alegando que no le quedaba dinero ya para el resto del año 2007. El presupuesto anual de este departamento asciende a 18.402.585 euros.

PUEDE consultar aquí las anteriores noticias publicadas sobre García Caparrós:
- 23/05/07 La revista EL OBSERVADOR publica un libro en el que por primera vez se saca a la luz toda la verdad sobre el asesinato de García Caparrós y desmonta treinta años de versión oficial