Ahora se tiene que resolver la gestión administrativa. El Cabildo siempre ha lamentado filtraciones, humedades y grietas, pero Cultura negó haber recibido estas denuncias

02/07/14. Cultura. Durante años, la Diócesis católica de Málaga ha denunciado que la Catedral de la ciudad sufre humedades y filtraciones debido a unas grietas en la cubierta del templo, aun cuando éste fue intervenido hace cinco años con unas obras que costaron casi dos millones de euros y que supuestamente dieron solución a este problema. A pesar de que las críticas continuaron, la Iglesia ha decidido gastar 300.000 euros en hacer accesibles las cubiertas a los turistas en lugar de emplear esta cuantía en mejorarlas.

EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com se vuelve a hacer eco de esta otra paradoja que comete el obispo católico de la ciudad.

ESTE verano, según ha anunciado en la cadena Ser el arquitecto responsable, la cubierta del templo catedralicio de Málaga podrá ser visitada. Las obras ya han acabado y ahora todo depende de la gestión administrativa, competencia de la Junta. Son los técnicos del gobierno autonómico los que ahora tienen que subir a la techumbre del edificio y valorar si los trabajos que se han llevado a cabo se corresponden con los permisos concedidos, para que se pueda proceder a autorizar las visitas. También hay que esperar a que el cuerpo de bomberos certifique que la obra está exenta de riesgos para los visitantes y entonces será una realidad: la Diócesis provincial que dirige el obispo Jesús Catalá se habrá gastado unos 300.000 euros en adecuar la visita a un techo del que siempre se han quejado por humedades, filtraciones y goteras.


QUEJAS que han llegado incluso después de que en 2009 se invirtiesen 1.700.000 euros en solucionar este problema. A tanto han llegado estas quejas que el grupo popular en el Parlamento andaluz llegó a preguntar al equipo de Gobierno autonómico sobre este problema. Desde Cultura no pudieron ser entonces más tajantes, tal y como informó esta misma revista: “el tejado está impermeabilizado y las grietas solo están en el material que lo recubre y que sirve para simular el aspecto histórico de la reparación. No se recibió ni una sola comunicación por parte del Obispado católico denunciando las filtraciones de las que lleva tanto tiempo quejándose”. La intervención de Cultura tuvo lugar después de que el parlamentario y portavoz de la misma materia del PP, Antonio Garrido, solicitase a la Junta asumir con “valentía” el problema de las filtraciones en este edificio histórico. El material de la polémica es conocido como “baldosín cerámico”. Las fisuras, según se explicó entonces, habrían aparecido en este material causadas por las dilataciones y contracciones del mismo con las diferencias térmicas. Insistiendo en que sólo afectan a la capa exterior, que se colocó sobre la impermeabilización para recuperar la imagen histórica de las bóvedas, y “que no tienen misión alguna que cumplir en el funcionamiento de la cubierta”.

DE haber supuesto un problema mayor para la estructura catedralicia es evidente que al Obispado le hubiese dado igual, ya que los 300.000 euros, un dinero que el Cabildo había reunido, se ha destinado en exclusiva para hacer visitable la techumbre del edificio, que se supone resquebrajada para disgusto de los responsables de la Iglesia.

LOS arquitectos Gabriel Ruiz Cabrero y Juan Manuel Sánchez terminaron de redactar en enero de este mismo año un Plan Director para las obras que la Catedral, se supone, necesitaba acometer para solucionar las goteras. Aunque lo usual es entender una gotera como un problema de carácter urgente, el Obispado católico de Málaga, decidió a mediados del año pasado comenzar unas obras en la techumbre del templo, pero no para tapar las grietas (que al final no son tales) sino para hacerlas visitables a los turistas. La institución religiosa defendió que con las visitas a la techumbre, la Catedral recaudaría una cuantía con la que podría ayudarse a sufragar las obras definitivas que atajarán los ya citados problemas. No hará falta, pero la recaudación de las visitas a la techumbre devolverá el mercadeo al templo.

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