El diario entrevista al alcalde y a gestores como Salomón Castiel, director de La Térmica, que no duda en señalar al arte como un producto de mercado a rentabilizar
30/03/15. Cultura. El prestigioso periódico The New York Times ha aprovechado una información sobre los nuevos museos de Málaga (AQUÍ) para recordar cómo la burbuja inmobiliaria de 2008 dejó el país plagado de centros de arte a medio terminar o infrautilizados. El medio se ha entrevistado con el alcalde de la capital de la provincia, Francisco de la Torre, con otros políticos, como el diputado nacional Alberto Garzón, y con directores de...
...espacios locales, como Fernando Francés (Centro de Arte Contemporáneo) o Salomón Castiel (La Térmica). Este último no tiene problema para referirse al arte como un producto a explotar mercantilmente. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com se hace eco de esta pieza, para la cual también se ha hablado con los directores del Centro Pompidou, Alain Seban; y el del Museo Estatal de San Petersburgo, Vladimir Gusev.
“ESPAÑA salió en 2013 de una larga recesión, pero el país continúa bajo una montaña de deuda relacionada con la cultura tras el estallido de su burbuja inmobiliaria en 2008”. La burbuja, incide el prestigioso periódico, dejó plagado el país de “museos y centros de arte infrautilizados o a medio terminar”. “Muchas de estas desmesuradas inversiones han incitado investigaciones por corrupción, incluyendo la de Valencia, la tercera ciudad española más grande”, explica, refiriéndose al reciente caso del Palau de Les Arts (donde se investiga una financiación irregular). “No tengo ninguna razón para pensar que vamos a tener los mismos problemas que Valencia”, explica sin embargo el alcalde Francisco de la Torre a Raphael Minder, autor de la pieza.
ASÍ el New York Times informa sobre los museos de Málaga y su particular inflación cultural: recordando a la burbuja inmobiliaria de hace siete años. El regidor defiende que “nuestros proyectos están basados a uno distinto al que sumió a España en la crisis”.
LA pieza, titulada ‘Málaga se autoproclama eje cultural español’, fue publicada el pasado martes, un día antes de la inauguración de la Colección Rusa en la fábrica de La Tabacalera y varias jornadas previas a la inauguración del Centro Pompidou en el Cubo del Puerto. Puede leer este artículo en inglés pinchando AQUÍ.
EN el artículo se dan cita varios políticos y gestores, tanto locales como internacionales. Además del alcalde, interviene Alberto Garzón, diputado en el Congreso por la circunscripción malagueña, de Izquierda Unida. Garzón, que ya es presentado como el líder nacional de IU, denuncia que la del regidor es un “intento” de reconstruir Málaga a través de la cultura, “cuando Málaga no tiene ninguna tradición cultural real”.
ADEMÁS de los directores del Pompidou (Seban) o de la Colección Rusa (Gusev) -que defienden cómo el modelo de inversión en estos museos ha sido razonable y más reducido con respecto a tiempos pasados-, también intervienen gestores locales. Así, Salomón Castiel, director de La Térmica, centro cultural responsabilidad de la Diputación de Málaga, señala que “uno de los cánceres de España es que la cultura es vista como un bien público que no puede generar ingresos reales y convertirse en un centro que dé beneficios”.
LA declaración de Castiel sorprende, cuando en el párrafo anterior, el autor, Stephan Minder, señalaba que La Térmica funcionaba con subvenciones, igual que el Centro de Arte Contemporáneo municipal. “El reto para Málaga es asegurar que la ciudad genera ingresos, además de costes, como resultado de hospedar museos extranjeros. Sobre 495.000 personas visitaron el CAC el año pasado, pero depende de subvenciones municipales para mostrar dieciséis muestras temporales anuales, sin precio de entrada. Un modelo de financiación subvencionada se aplica también a La Térmica, un centro cultural que abrió en 2013”. Cabe recordar que en los Estados Unidos la concepción de subvención no es la misma que en Europa. El de allí es un modelo realmente neoliberal.
FRANCÉS, por su parte, aporta que Málaga “se ha unido a un selecto grupo de ciudades que ofrece un itinerario artístico completo, desde el siglo XVII hasta el contemporáneo” (?).
EL diario finaliza su información señalando que los museos nuevos (el Ruso y el Pompidou) tienen acuerdos con el Consistorio para permanecer en Málaga 10 y 5 años respectivamente. Vladimir Gusev explica por correo que su institución no entrará “en una carrera” por crear otras sedes a lo largo de mundo, lo que considera “irrealista e imposible”. Sin embargo, Alain Seban sí planea llevar otras sedes a ciudades aun no reveladas de Asia y Latinoamérica. El alcalde reacciona. “El Pompidou puede, por supuesto, exportarse donde quiera, pero por el momento esos son solo proyectos, mientras que nosotros somos los primeros en aparecer en el mapa” (?).
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