La Alpujarra almeriense: una excursión entre paisajes naturales, tradición, historia y placeres tranquilos
LA RUTA. Un lugar a descubrir
02/10/09.Turismo. El
recorrido por la Alpujarra
almeriense permite conocer un espacio único con gran presencia de la naturaleza
y de la tradición, libre de los condicionamientos y de los esfuerzos de la vida
moderno y del desarrollo urbano. Con sus pueblos pequeños, que aún...
LA RUTA. Un lugar a descubrir 02/10/09.Turismo. El
recorrido por la Alpujarra
almeriense permite conocer un espacio único con gran presencia de la naturaleza
y de la tradición, libre de los condicionamientos y de los esfuerzos de la vida
moderno y del desarrollo urbano. Con sus pueblos pequeños, que aún presentan la
impronta del urbanismo árabe con el que nacieron muchos de ellos, y la
dedicación de su población a las labores ancestrales del campo, la visita a la Alpujarra almeriense es
una invitación constante al sosiego, con el que hay que disfrutarla y
saborearla. LA comarca de La Alpujarra se extiende
entre las provincias de Granada y Almería. Se trata de una zona interior, cerrada
por Sierra Nevada al norte y por el mar al sur. La Alpujarra almeriense es
más agreste y salvaje, más serrana. Sus paisajes son espectaculares, tanto los
naturales como los construidos por la mano humana, sus pueblos de inconfundible
tono árabe. LA visita a la zona puede comenzar por Alhama
de Almería, conocida también por ‘Puerta de La Alpujarra’. Se trata de
un oasis en medio de un paisaje seco. Sus aguas medicinales han dado lugar a
baños públicos y son conocidas en toda Andalucía. El pueblo está rodeado de
ricas huertas, en las que destaca el cultivo de la uva. Un lugar escogido para
detenerse a descansar, tomar un baño, disfrutar de sus aguas, pasear por sus
calles estrechas y saborear su gastronomía. Desde Alhama se puede optar por
dirigirse hacia Nacimiento y de allí hasta Fiñana, o llegar hasta Láujar. EL itinerario entre Alhama y Láujar está
jalonado de pueblos, unos más grandes que otros, y todos merecedores de una
parada. Huécija, considerado uno de los enclaves más señoriales de La Alpujarra; Terque, de
450 habitantes, un lugar lleno de serenidad y sencillez; Canjáyar, ya dentro
del Parque Natural de Sierra Nevada, y de fuerte sabor morisco… y así hasta una
docena larga de pueblos que conducen, a lo largo del Valle Medio del Andarax
hasta Láujar. UN recorrido por esta comarca no puede estar
completo sin una parada en Láujar de Andarax. Hay que visitar este pueblo y
pasear por sus alrededores. Parte del término municipal de Láujar está dentro
del Parque Natural de Sierra Nevada. Además de realizar una pausada visita al
pueblo y sus monumentos, es un lugar único para practicar senderismo. Cualquier
punto del que se parta desde el pueblo es un buen lugar. De inmediato comienza
ya el goce de encontrarse en plena naturaleza, en una zona cuya conservación es
producto de los siglos de respeto de sus habitantes. Desde el pueblo parten
varios senderos, el de Monterrey, el de la Hidroeléctrica y el
del Aguadero. Todos son del mayor interés, y en una visita de varios días o en
visitas repetidas, se pueden recorrer. EN otra dirección desde Alhama, se puede llegar
hasta Nacimiento, otro polo de atracción dentro del mismo parque natural. Al
orientarse hacia allí la visita se interna en el valle del río del mismo
nombre. Presencia permanente de una naturaleza fuerte en sus paisajes. La ruta
puede seguir hacia Fiñana, deteniéndose en Abrucena y las Tres Villas. LA Alpujarra almeriense es un paraíso natural.
Su accesibilidad permite visitas cortas y sus infraestructuras también
facilitan la posibilidad de plantearse estancias más largas. Es una zona de
alto interés cultural, arquitectónico, gastronómico y antropológico. Un plan
espléndido es llegar hasta allí y conocer de primera mano su naturaleza, sus
pueblos y su gente.