CICO. 27/12/11. Manuel García Borrego. Un pequeño ejército de trabajadoras se hace cargo de fijar, limpiar y dar esplendor, (desinfectar, desratizar…) los 300.000 metros cuadrados de la Universidad de Málaga. En este artículo para CICO / EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com...

CICO. 27/12/11. Manuel García Borrego. Un pequeño ejército de trabajadoras se hace cargo de fijar, limpiar y dar esplendor, (desinfectar, desratizar…) los 300.000 metros cuadrados de la Universidad de Málaga. En este artículo para CICO / EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, Manuel García evalúa un negocio de 21 millones de euros para uno de los gigantes del ladrillo en España, Sacyr Vallehermoso.

La limpieza de la UMA: 21 millones de euros para la promotora Sacyr, lumbalgia para las trabajadoras y disparidad de horarios y opiniones

CORRÍA el año 1972 cuando la Asociación de Amigos de la Universidad de Málaga tomó la decisión de fundar la UMA. El motivo: era la única ciudad europea con más de 300.000 habitantes que no tenía universidad propia. Hoy, 39 años más tarde, en ella conviven pacíficamente un colectivo formado por los doctores con vinculación permanente, el personal docente e investigador, el de administración y servicios (PAS), los estudiantes y los servicios de limpieza. El profesorado dedica su función a la docencia, el PAS se ocupa del correcto funcionamiento de la institución y el alumnado estudia. Pero… ¿y las limpiadoras?

ACTUALMENTE la responsabilidad en las labores de higiene y saneamiento de la Universidad de Málaga corren a cargo del grupo Valoriza Facilites, que se adjudicó, allá por 2006 (en pleno apogeo económico español), los derechos de limpieza de los centros e instalaciones de la UMA por la ingente cantidad de 12 millones de euros. La duración de los servicios estaba fijada en dos años, prorrogable por otros dos. En 2011, Valoriza volvió a adjudicarse el servicio de limpieza de la UMA, esta vez por 21 millones. Esta empresa constituye una de las filiales de Sacyr Vallehermoso, promotora que anunció el pasado domingo 18 de diciembre la venta de sus acciones en Repsol, con la consecuente pérdida de 940 millones de capital.

EL convenio firmado fija una serie de condiciones. Los operarios deberán, entre otras cosas, cuidar la limpieza de “las superficies cubiertas de cada dependencia, el mobiliario, los equipamientos fijos e informáticos, los elementos decorativos, las rejillas de ventilación, los techos, la luminaria, las persianas, las cortinas, los pasamanos, las ventanas, las puertas, los espejos y los cristales” en un espacio de más de 300.000 metros cuadrados. Además, se encargarán de los espacios exteriores, la desinfección de los centros y sus instalaciones, y la desratización.

ALGUNOS piensan que la inversión en limpieza supone un gasto desmesurado en las arcas del centro. Es el caso del estudiante de 2º curso de Matemáticas, Carlos Bejines, que opina que sobra “muchísimo personal, o ésa es la imagen que dan al menos”. Esta visión contrasta con la ofrecida por una limpiadora del turno de tarde en el módulo de Química: “Mi trabajo aquí es limpiar el edificio entero, todo, cuartos de baño incluidos. ¿Qué pasa, que hay quejas? Porque yo no paro, ¡eh!, y nada de grupos. Sólo tenemos media hora para comer y quince minutos para merendar”. Por otro lado, una de las limpiadoras de mañana en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de El Ejido declara que su trabajo “no es duro”. “Normalito”, expresa.

LA desigualdad en los repartos de horarios y lugares resulta palpable en muchos aspectos. El personal de mañana en la Facultad de Derecho (19 personas) cuadruplica prácticamente al de tarde (5 personas). Algo parecido ocurre en Ciencias de la Educación y Psicología (18 empleados de mañana por la tarde cuatro). En la Facultad de Empresariales está relación es de 15 personas por la mañana y dos por la tarde. “Hay gente con más trabajo que otra, esto está muy mal organizado”, reconoce una de las limpiadoras de Ciencias de la Comunicación. El motivo de esta distribución tan dispar es, según explica otra limpiadora.

PERO no todo son quejas entre los estudiantes. José Manuel Rodríguez cursa 1º de Derecho y considera la higiene de su facultad “sorprendentemente buena, muy decente”. Santiago Sánchez, estudiante de 2º de Publicidad, se muestra “en desacuerdo” con quienes critican la pasividad de estas trabajadoras. “Yo las veo siempre limpiando”, asegura.

EN cuanto a los salarios, las limpiadoras perciben un sueldo base de unos 805 euros. A esto se le añaden una serie de extras, como el Plus UMA (otorgado por la Universidad aunque no pertenezcan de manera directa a ella), el de mantenimiento de la ropa o el de transporte. También existen los llamados “trienios”, aumento proporcional del sueldo que se produce al cabo de 3 años. “Sin trienio se queda en unos 960 euros, y con trienio en 1.000 o 1.200, según”, afirma una empleada de Teatinos. “Pagan como tienen que pagar”, sentencia otra.

EL colectivo también tiene sus quejas. “Los alumnos ensucian mucho, sobre todo los baños. Tanto el de los hombres como el de las mujeres”, alega la limpiadora de Económicas. ¿Guarradas? Lo justo, pero bien”, opina otro miembro del servicio de limpieza, que identifica como principal problema del gremio la lumbalgia: “Se nota sobre todo en la espalda”.

POR último, resulta curioso el caso de Galería Central, espacio cultural de Ciencias de la Comunicación dedicado a exposiciones. En él se celebran numerosas inauguraciones, cuya posterior limpieza corre a cargo de los organizadores. Tecla Lumbreras, una de las máximas responsables de Galería Central, explica que lo hacen “por consideración”, ya que tras la fiesta “queda todo hecho polvo”.

SE podrán albergar dudas de su profesionalidad, se podrá criticar un excesivo derroche de dinero y una sobreabundancia personal. Pero de lo que no se puede dudar es de su gran simpatía. “Que os salga todo bien, hijo”.

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