CICO.
24/01/12. Javier
Martínez Montiel. “Con motivo de la implantación del plan
Bolonia, la Universidad
de Málaga ha estrechado lazos con la Universidad de Incheon, en Corea del Sur. Esta
nueva y prolífica relación traerá consigo donación a bibliotecas, intercambio
de estudiantes y de conocimiento y relaciones entre empresas de tecnología. Sin
embargo, la mayoría de los alumnos parece ajena a la oportunidad”. Uno de los
coordinadores de CICO / EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, Javier
Martínez Montiel, describe las implicaciones de los acuerdos estratégicos
alcanzados entre la UMA
y la universidad surcoreana de Incheon.
Corea del Sur, la apuesta internacional de
Andalucía Tech ante la pasividad de la mayoría del alumnado
LA UMA crece, pero no sólo de puertas adentro. Los cambios que se han
producido en la institución en los últimos años, aunque siempre con trabas y
dificultades, han sido muchos. El alumnado se ha enfrentado a un cambio de
sistema que ha revolucionado todo lo que conocían: el plan Bolonia modificó
hábitos, maneras de dar clase y de recibirla, edificó facultades y masificó
aularios, y también cambió el rumbo de la relación de la UMA con el exterior. En unos
tiempos en los que Europa está tan mal vista, la Universidad de Málaga
presentó un proyecto conjunto con la Universidad de Sevilla, Andalucía Tech, con
vistas a adecuar ambas instituciones al Espacio Europeo de Educación Superior.
El pasado mes, este suplemento indagó en el trasfondo de este proyecto. Y al
recabar información, una fuente mencionó una línea de trabajo más allá de
Málaga y más allá de Europa. “Corea es la gran apuesta”, afirmó con entusiasmo
el catedrático de Historia Antigua, Fernando Wulff. Nada de nuevos espacios,
ampliación de grados o innovadores métodos de docencia. Corea del Sur.
EN concreto, la
Universidad de Incheon, con la que la UMA ha firmado un acuerdo que
pretende, entre otros objetivos, intercambiar conocimientos de dos culturas con
radicales diferencias entre sí. Un interés por lo exótico que ya propugnaba
Andalucía Tech con la creación del grado conjunto de Estudios de Asia Oriental
y que ahora se profundiza. Gracias a esta colaboración, la UMA recibirá visitas de
diplomáticos, profesores y escritores coreanos. Pero el acercamiento a la
cultura coreana no sólo se producirá mediante la palabra hablada. El técnico de
la Oficina de
la Universidad
de Incheon en Málaga, Luis Alberto Botella, explica la cuantiosa donación que la Biblioteca Nacional
de Corea ha realizado a la UMA:
Unos 2.900 títulos de autores surcoreanos y, además, un compromiso de seguir
donando 200 títulos cada año durante cinco años. Las cuentas salen rápidamente:
4.000 libros de todo tipo de temas a disposición de los alumnos de la UMA.
SIN embargo, la Universidad de Málaga debe, nos guste o no, tener visión de empresa. La rentabilidad y el mercado de las investigaciones producidas en el seno de la institución se ampliarán en tierras orientales gracias a esta colaboración. Y especialmente, las relacionadas con tecnología, un campo en el que Andalucía Tech incide, como su propio nombre indica. Songdo Tecnopark, un parque tecnológico situado en Incheon, ha firmado acuerdos con el Parque Tecnológico de Andalucía no solamente a nivel académico, sino a nivel comercial y empresarial.
CON este derribo de fronteras las empresas vinculadas con la UMA y las empresas de Incheon aumentarán su competitividad, rentabilidad y una larga lista de palabras de índole económico que al estudiante medio que no pretenda investigar sobre mecánica de fluidos le son bastante indiferentes. Luis Alberto Botella conoce esta apatía de los alumnos sobre los acuerdos con Corea, y por eso añade el adjetivo “vistoso” sobre un ámbito de estas relaciones transoceánicas. El lazo UMA-Universidad de Incheon permite el intercambio de estudiantes entre ambas Universidades. Y si albergaban alguna duda de que la distancia, el idioma y la cultura resultarían ser un impedimento, desengáñese: ya se han ido. Y lo están contando.
PABLO y Kike son dos estudiantes de Arquitectura que, gracias a esta
colaboración, hicieron las maletas y se marcharon a Incheon. A estudiar, sí,
pero también a vivir una experiencia inolvidable. Sólo llevan diez días,
suficientes para intuir que allí todo es diferente. Y lo mejor es que lo
comparten. Han abierto una cuenta de blog (http://807inch.wordpress.com)
y desde la primera entrada dejan claros sus intenciones. No pretenden contar
sus aventuras “de un modo descriptivo y racional”, sino que quieren hacer del
blog “un recipiente de experiencias y sensaciones vitales”. Así, cuentan todas
las peripecias de las que son protagonistas en el país oriental: nuevos
compañeros, nuevos hábitos, nuevos lugares, nuevas ciudades... todo un alegato
contra la estabilidad y a favor de la movilidad que la UMA con su recién estrenado
plan pretende incentivar.
LOS alumnos son poco conscientes del camino que abre Andalucía Tech. Piensan más en Londres o en Malta que en Incheon. ¿Falta de comunicación y, en concreto, de publicidad por parte de la UMA o una desinformación culpa de los estudiantes? “Que se dejen de Corea y chorradas y que den más facilidades para la beca Erasmus, que es lo que realmente importa”, afirma Bea, estudiante de Historia. Muchos de ellos alegan que su principal objetivo para estudiar fuera es el aprendizaje de idiomas. “En Corea se habla coreano”, recuerda María, de Magisterio, con una pícara sonrisa: “¿Para qué me querría ir?”. La mayoría de ellos desconocen este plan de intercambio y, si lo conocen, no alcanzan a entender las ventajas que conllevaría.
ESTA nueva vía para alcanzar la excelencia crece entre luces y sombras. El intercambio de conocimientos se está produciendo diariamente, los libros cedidos han pasado de promesa a realidad, pero la ignorancia de los alumnos acerca de estas nuevas posibilidades es un lastre. Un problema común a gran cantidad de iniciativas de Andalucía Tech, con un nombre grandilocuente pero sin un calado real entre el educando. Posiblemente ajenos a las dudas acerca de la comunicación de la UMA, Kike y Pablo siguen disfrutando de una experiencia que no sólo cambiará su expediente académico sino su manera de ver la vida. Gracias a una Universidad de Málaga que sigue su marcha a gran velocidad: quizá demasiada para que los estudiantes, verdaderos pasajeros del viaje, puedan subirse al tren con seguridad y con firmeza.
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