CICO. 29/05/12. Alberto
R. Aguiar. Es “una polémica que se lleva
arrastrando varios años” recuerda Alberto R. Aguiar en este artículo de CICO / EL
OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, que constata el malestar que provoca
entre los universitarios la escasa frecuencia la línea nocturna que conecta la
Alameda con el barrio de Teatinos, con tres únicas salidas a las 23.30, a las 23.50 y a la 01.00.
“Teatinos queda
incomunicado de noche”. Quejas y carencias de la única línea nocturna de la EMT
con el barrio universitario
UN jueves como
cualquier otro. Cae el sol y en el centro de Málaga surge el bullicio. El casco
histórico de la ciudad se llena de centenares de jóvenes, en su mayoría
universitarios, con ganas de despejarse un poco y pasarlo bien. En los
principales locales de copas no cabe ni un alfiler, y a las puertas de las
discotecas ya se forman enormes colas que los porteros intentan mantener bajo
control. Un jueves como cualquier otro, y los estudiantes salen de fiesta. Los
que tienen clases en el turno de tarde lo suelen hacer cuando el sol ya ha
desaparecido, y regresan a casa sin mayor preocupación que la de despertarse a
la mañana siguiente no demasiado tarde para poder preparar las lecciones del
día. Los que por el contrario reciben sus clases por la mañana, son conscientes
de que han de irse a dormir pronto para procurar que el sueño no haga de las
suyas. Madrugar para ir a clase es una frustración que se acentúa con la
reducción de las horas de sueño. Por eso, numerosos estudiantes abandonan el
centro relativamente pronto, casi siempre, eso sí, pendientes del transporte
público.
EL Ayuntamiento de Málaga es consciente
de las necesidades de los ciudadanos. Al menos, de las más obvias. Por ello, la
Empresa Malagueña de Transportes (EMT) creó hace años la línea N4, que parte
desde la Alameda y deja a sus usuarios en Teatinos, donde reside gran parte de
la comunidad universitaria, y en el Puerto de la Torre. Es una línea nocturna,
a pesar de que sólo sale desde la Alameda a las 23.30, a las 23.50 y a la
01.00. Su escasa frecuencia genera numerosas críticas entre aquellos que hacen
uso de esta línea, y es motivo de malestar entre los estudiantes, que en
innumerables ocasiones se ven obligados a hacer uso del servicio de taxi,
notablemente más caro (1’20 euros el billete de bus urbano frente a los cerca
de 9 euros que cuesta la carrera desde la Alameda hasta el Palacio de
Justicia).
HUGO M. Beltrán, joven malagueño, lo sabe, aunque ya no suele hacer uso del transporte público. Considera que la línea nocturna 4 siempre “va petada”, tiene “poca afluencia” y un “recorrido mal planificado”. Carolina Arjona, estudiante de Traducción e Interpretación en la Universidad de Málaga (UMA), tampoco hace excesivo uso de esta línea. “No la cojo, pero sí se de gente que dice que es horrible”. Las críticas son semejantes a las que realiza Hugo. “Tengo amigos que se han tenido que ir a Teatinos andando”. Jennifer Hurtado, estudiante de Ciencias Ambientales también en la Universidad de Málaga, considera que deberían ampliar los horarios de la línea. “A muchas personas se le estropea la noche porque se tienen que volver muy temprano (01.00), cuando no hay apenas nada abierto”. Miguel Heras, también universitario, no coge la línea nocturna para ir a Teatinos, sino para volver de dicho distrito. Para él, en general, “las líneas de nocturnos malagueños son una vergüenza”. Aún así, destaca las carencias de la línea que une la ciudad universitaria con el centro, la N4. “¿Dos salidas únicamente entre el centro de la ciudad y la zona residencial universitaria? ¿Estamos locos?”, se cuestiona. Cuando se le pregunta si cree que hay dinero para acabar con las carencias de las líneas de nocturnos, responde tajante. “Sí había dinero para la inversión privada de la señorita Thyssen y para el Muelle Uno, hay dinero para alargar esa línea. Pero la fotito con Tita vende mucho”. Ángela Rodríguez Bonachera, también redactora de este suplemento, hace uso habitual de esta línea. Considera que “Teatinos queda incomunicado totalmente”. Alude a la frecuencia y también al alcance de la línea. “¿Y si vives en El Cónsul? ¿Entonces no puedes salir? Porque lo más cerca que te deja es en la Colonia de Santa Inés. Ir por ahí de noche asusta”.
LA línea de por sí es conflictiva. Jueves tras jueves, en la última salida de la Alameda, se forman colas enormes de jóvenes que quieren regresar a sus respectivas casas. Decenas de estudiantes que completan el aforo del autobús. Aglomeraciones que colman en más de una ocasión la paciencia y los nervios del conductor del coche. Juan Manuel González, residente en Teatinos, lo sabe. Recuerda que una noche lograron coger el último N4 de la noche, a las 01.00, de milagro. Sus amigos y él fueron los últimos en subir al vehículo antes de que el conductor cerrase con violencia la puerta del mismo dejando a una gran cantidad de jóvenes en la Alameda. “El conductor no nos trató de una forma correcta, según mi parecer”. Juan Manuel explica que la puerta de entrada en el vehículo golpeó su pierna en más de una ocasión durante todo el trayecto, lo que le impulsó a enviar una queja formal a la oficina de la EMT a través de correo electrónico. A pesar de que la actitud del conductor fue recriminada por los propios usuarios, llegó, según Juan Manuel, a clamar que no tenía por qué aguantar a “estos borrachos”. Lo que más le sorprendió a Juan Manuel fue la respuesta de la EMT a través de e-mail, en la que afirmaba que al autobús sólo habían viajado 118 usuarios, cuando el aforo máximo es de 146 (43 sentados, 103 de pie). “Dijeron que el aforo no se había completado pero estábamos todos pegados, agobiados”.
ES una polémica que se lleva arrastrando varios años. Ya en 2009, el grupo de IU en el Ayuntamiento de Málaga instó al equipo de gobierno del Partido Popular a mejorar la conexión de transporte público al campus universitario mediante autobuses y reduciendo la frecuencia de la línea nocturna 4 con el fin de fomentar el uso del servicio nocturno de bibliotecas universitarias. El por entonces concejal de Movilidad, Juan Ramón Casero, respondió recordando que la EMT ya dispone de numerosas líneas que conectan diversos puntos de Málaga con Teatinos y el campus universitario.
LOS responsables de este suplemento han intentado contactar en todo momento con la Empresa Malagueña de Transportes con el fin de recabar su postura, llegándose a personar en su sede ubicada en el Camino de San Rafael, pero a día de hoy no hay respuesta. Y el descontento de los usuarios de esta línea continúa siendo palpable.
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