EMPYRIA 04/02/14. Carlos Vivar. El coordinador del suplemento EMPYRIA / EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com explica en este artículo cuál es la corriente de cursos masivos en línea que está cambiando la forma de entender la educación en el mundo entero, los llamados MOOC (por sus siglas en inglés de Cursos Masivos Online Abiertos).

Cursos masivos en línea, la iniciativa que está cambiando la forma de aprender en el mundo entero

CON excepción de algunos planes experimentales de corto alcance, la estrategia de enseñanza no ha cambiado significativamente en varias generaciones. La masificación de las aulas que produjo la obligatoriedad de una enseñanza básica condujo a la creación de planes generales a nivel de estado. Estos sucesivos planes se han limitado en modificar el contenido que se imparte al alumnado sin prestar atención a la forma en la que se transmite este conocimiento, ni tampoco en la heterogeneidad que puede haber en una clase. Esta función se delega en el profesorado, el cual se siente desbordado ante la imposibilidad de impartir el temario obligatorio y poner en práctica la estrategia pedagógica más óptima. Esta desconexión entre los planes de estudio y los descubrimientos de la ciencia pedagógica se vive en mayor o menor grado en todos los niveles educativos.

EL esquema básico de la educación “actual” podría resumirse en un profesor impartiendo a una gran cantidad de alumnos una serie de contenidos elegidos por la administración en un tiempo finito también elegido por esta. Dentro de este esquema vertical y unidireccional no queda espacio para las diferencias de aptitudes ni los gustos de los alumnos, los cuales se convierten en el eslabón más débil en una de las épocas más importantes de sus vidas.

FRENTE a este panorama, el auge de las nuevas tecnologías y el acceso de la gran mayoría de personas a internet han conllevado al surgimiento de los llamados “Cursos Masivos Online Abiertos” (MOOC, por sus siglas en ingles). La característica principal de estos cursos es que son realizados en su vasta totalidad de manera online, a través de internet. Cada semana, a partir de la fecha de inicio, los profesores suben una serie de lecciones en cortos vídeos donde imparten los conocimientos de esa semana. Estos vídeos pueden ser acelerados o ralentizados según el nivel del alumno, así como las opciones básicas de cualquier vídeo pausa, atrás, etc.; además de poder ser visionados cuando se pueda (¿A quién no le gustaría no tener que madrugar para poder ir a clase?). Además cada semana se definen una serie de tareas a ser realizadas por el alumno, así como cuestionarios y exámenes.

ESTE planteamiento descrito arriba, a primera vista, sigue siendo esencialmente similar al actual donde la transmisión es de arriba hacia abajo. Sin embargo, el ser online ha posibilitado la segunda característica: que una gran cantidad de personas de todo el mundo estén al mismo tiempo aprendiendo lo mismo porqué les interesa aprenderlo. Esto ha ocasionado que las dudas no solo sean resueltas por el equipo de profesores en los foros y en los comentarios del vídeo, sino que se crean grupos de estudio locales donde los alumnos quedan para resolverse estas dudas y compartir sus inquietudes con respecto al tema (Esto tiene su análogo online con videollamadas y grupos de Facebook, por ejemplo). De esta manera se fomenta la transmisión de conocimiento transversalmente de alumnos a alumnos.

POR otro lado esta gran avalancha de personas se consigue principalmente gracias a la gratuidad del curso, de ahí lo de abierto. Es una característica indispensable de estos cursos, aunque en muchos de ellos te piden cierta cantidad por lograr un certificado oficial de que has realizado el mismo. Sin embargo, si optas por no pagar podrás realizar exactamente el mismo curso que la persona que ha pagado, la única diferencia sería el certificado.

HASTA aquí, con lo descrito arriba podríamos pensar en que esta novedosa estrategia educativa es la solución a todos los problemas que se viven en las aulas. Pero la teoría es una cosa y la realidad es otra distinta. Durante los cerca de seis años de vida de los MOOC se han podido realizar estudios sobre el impacto de estos y sus resultados. En la mayoría de los cursos el número de matriculaciones es muy alto pero también lo es la tasa de abandono. Muchos analistas argumentan que esto último es debido a que se sigue suponiendo la homogeneidad de conocimientos previos de los alumnos y, a una infravaloración por parte del alumnado del tiempo que requiere la realización del curso.

DEBIDO a estos problemas es probable que estos cursos no logren reemplazar a la metodología actual. Sin embargo, si es posible que se pueda alcanzar una simbiosis fructífera entre ambos tipos. Esta consistiría en la creación de cursos híbridos en los que parte de la materia se impartiera a través del mundo online mediante clases grabadas todas las semanas que pudieran ser vistas cuando más conviniese al alumno (similar a los MOOC), y la otra parte de la materia resultase en clases presenciales en grupos reducidos, junto con el profesor, donde se realizarían actividades de índole más práctica y personalizable como debates, resolución de dudas o talleres.

AÚN con sus pros y sus contras es innegable que este tipo de cursos está modificando la forma de aprender en todo el mundo, logrando que casi podamos aprender cualquier cosa independientemente de donde nos encontremos. Las principales páginas donde encontrar este tipo de cursos son Coursera (coursera.org), Edx (edx.org), Khan Academy (khanacademy.org) y Miriada X (miriadax.net), estando esta última centrada en cursos en español y portugués.

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