Los ecologistas definen el MANIFIESTO de los alcaldes como un “afán de escabullir la aplicación de la ley” e invitan a Caamaño a visitar los chalés ilegales de la región

11/06/09. Urbanismo. Cuatro meses después de ver como su homólogo y compañero de partido, el alcalde de Alcaucín, José Manuel Martín Alba, ingresaba en el calabozo por un supuesto caso de corrupción urbanística, 17 alcaldes de la comarca malagueña de la Axarquía han remitido...

Los ecologistas definen el MANIFIESTO de los alcaldes como un “afán de escabullir la aplicación de la ley” e invitan a Caamaño a visitar los chalés ilegales de la región

11/06/09. Urbanismo. Cuatro meses después de ver como su homólogo y compañero de partido, el alcalde de Alcaucín, José Manuel Martín Alba, ingresaba en el calabozo por un supuesto caso de corrupción urbanística, 17 alcaldes de la comarca malagueña de la Axarquía han remitido este MANIFIESTO al Ministerio de Justicia criticando que los “procesos penales pretenden corregir la dirección política que les corresponde a los responsables municipales en materia urbanística” y solicitando que no sea la vía penal sino la de lo contencioso administrativo la que juzgue estos casos. La respuesta llegada desde el Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA-Ecologistas en Acción) a EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com aclara que el suelo “es un bien jurídicamente protegido. Por lo tanto, a no ser que se supriman los artículos del Código Penal sobre el delito ambiental y el de ordenación del territorio, es jurídicamente imposible que la administración pueda o deba interceder para que la Justicia obre por su cuenta”.

PARA los responsables del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA-Ecologistas en Acción), los alcaldes socialistas malagueños que firman este MANIFIESTO “parecen ignorar que en nuestro modelo de Estado, los poderes legislativo y judicial están separados, por lo que de ningún modo se puede exigir desde el poder legislativo la inacción del poder judicial en un objeto (en este caso la ordenación del territorio) en la que convergen ambos poderes”.

GENA señala que el afán de estos regidores “no es otro que escabullir la aplicación de la ley”, recuerda que los ayuntamientos “tienen autonomía en materia de ordenación del territorio, pero siempre que se ajuste y no vulnere el ordenamiento comarcal y regional” y apunta que los alcaldes “han estado abusando de esta figura, este resquicio de autonomía local, para consentir o impulsar desde los ayuntamientos la actividad inmobiliaria y residencial, por sus claros beneficios temporales para las arcas municipales y por sus réditos políticos”.

ASÍ, a juicio de los ecologistas, “la mayoría de los proyectos urbanísticos no vienen de agricultores, sino de nuevos residentes, inmigrantes climáticos, a menudo en avanzada edad, que lo único que buscan es una casa en el campo en un clima benigno. Se ha dado el caso, publicado en el Boletín Oficial de la Provincia de Málaga, de proyectos de actuación firmados por el alcaldes cuyo titular no es un agricultor, ni tan siquiera un residente, sino una inmobiliaria (!)”.

“PERO -continúa el comunicado de GENA- es preciso recordar que la única vivienda autorizada para el suelo no urbanizable es en realidad una simple caseta de aperos, una construcción sencilla, de una sola habitación, donde se supone que el agricultor guarda sus enseres de labranza. Pero la realidad es otra cosa. En primer lugar, todos los alcaldes de la Axarquía admiten que en sus municipios ya no hay actividad agrícola o que está a punto de desaparecer, y son estos mismos alcaldes los que luego justifican la edificación de una casa de aperos para una actividad agrícola ¿en qué quedamos? ¿hay o no hay actividad agrícola? Lo cierto es que la mayoría de las parcelas agrícolas son minifundios que hace tiempo que han dejado de ser cultivados, otros siguen cultivándose pero el agricultor vive en el pueblo y se desplaza en coche o moto (a veces sólo los fines de semana) para alguna actividad agrícola, no precisando nunca de ninguna casa de aperos. En segundo lugar, como dijimos anteriormente ningún nuevo residente es agricultor, sólo eso, residente climático. En tercer lugar, bajo el eufemismo políticamente correcto de la casa de aperos en realidad lo que se hace finalmente es una vivienda de dos pisos, azotea y sótano, piscina, etc., es decir, una vivienda tipo mansión de lujo, que en modo alguno tiene que ver con la actividad agrícola, de la que en el mejor de los casos sólo hay en todo el entorno un cortacésped y una chapulina”.

POR todo ello, GENA-Ecologistas en Acción “invita al ministro de Justicia a que hable con la Fiscalía de Medio Ambiente de la Audiencia Provincial de Málaga, para que le informe sobre estos supuestos, y que se dé un paseo por la Axarquía para que vea los 20.000 proyectos de actuación que bajo el eufemismo de casas de aperos se han desparramado por todo el solar rústico no urbanizable de la Axarquía, para pena de generaciones venideras”.