La empresa se niega a hacer declaraciones
ESTE pasaje es polémico desde su construcción,
ya que tuvo que ser declarado de interés general para poder ser construido. "Es casi imposible que una empresa consiga que el ayuntamiento
de una ciudad deje que se haga un pasadizo de estas características.
Es decir, es una construcción tan a favor de los intereses particulares
de una entidad privada, que difícilmente se consigue que den el
visto bueno, a no ser que te llames El Corte Inglés", declara a
EL OBSERVADOR un trabajador de la
Gerencia Municipal de Urbanismo, empleado en ella desde los
años en que se llevó a cabo su construcción, a mediados
de los años ochenta.
"PARA poder llevarla a cabo, el
Ayuntamiento tuvo que declararlo de interés general o público, siendo
su construcción muy complicada, puesto que lo que se hizo fue taponar con un muro la vía
natural de desagüe de los arroyos de esa ribera del Guadalmedina,
que bajan por calle Hilera. En las inundaciones de 1989 se
comprobó que esa fue una de las peores áreas inundadas en Málaga"
(en las ilustraciones, obtenidas de Canal Sur TV, se ve la
zona posterior a El Corte Ingles, por Santo Domingo, y la
lateral, junto a la delegación de Hacienda).
La revista EL OBSERVADOR quería preguntar a
El Corte Inglés qué tipo de convenio tiene con el Ayuntamiento de Málaga
para poder explotar esta vía pública. Si tiene licencia para efectuar
actividades comerciales en dicho lugar, y si cuenta con los permisos y
medidas de seguridad necesarios como para bloquear con mostradores,
estanterías, mesas, perchas, ropas,... un pasadizo tan
estrecho.
