Las obras para convertir El Duende (Camino de San Rafael) en una zona sostenible podrían empezar en dos años, pero todo se supedita a la disponibilidad del suelo
22/09/14. Urbanismo. El programa que Málaga lidera con fondos europeos para crear barrios sostenibles en ciudades del Mediterráneo renquea: en Sevilla la sociedad que pilotaba el proyecto se disolvió y nadie en el consistorio hispalense sabe a quién acudir para retomar la iniciativa.EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com accede a la documentación del Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de El Duende.
LOS papeles señalan que esta zona del Camino de San Rafael podría empezar a transformarse en una “manzana verde” a partir del año 2016. El proyecto se ejecutaría en dos fases hasta el 2020. Sin embargo, la segmentación de estas fases depende del suelo disponible. Más humo.
EN junio se acordó en la Junta de Gobierno Local la aprobación inicial del PERI de El Duende, una zona del Camino de San Rafael donde se encuentran los garajes de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT), un campo de fútbol y varios edificios industriales. No cuenta con una población permanente, y en estos terrenos se plantea construir una “manzana verde” con numerosas viviendas de protección oficial. La “manzana verde” es un término que acuña el proyecto europeo CAT-Med (plataforma por los modelos urbanos sostenibles) que promueve la creación de barrios sostenibles en ciudades mediterráneas de Francia, Grecia, Italia o España. Lo lidera Málaga desde el año 2009. El Ayuntamiento explicó en 2010 que la idea de manzana verde es construir "una edificación bioclimática, en un ambiente de zonas verdes, que sea eficiente desde el punto de vista energético, que contenga los usos diversos que tiene la ciudad, residencia, comercio, terciario y equipamientos y que en su diseño se incluyan las nuevas tecnologías de captación energética y de recuperación de residuos".
SIN embargo ni en Málaga es seguro cuando se construirá esta manzana verde (el 10% del suelo en la zona de El Duende no pertenece al consistorio de la capital, y las fases de trabajo están supeditadas a la disponibilidad de los terrenos) ni en Europa el proyecto está dando los resultados esperados.
LA vecina Sevilla, una de las participantes, por ejemplo, tiene el programa paralizado. Esta revista ha conversado con una funcionaria de este Ayuntamiento que ha confirmado que la corporación hispalense no sabe en qué estado está este programa, aceptado cuando gobernaba el PSOE en la capital andaluza. La actual corporación, del popular Zoido, ahora se afana en intentar recuperar el programa, pero no sabe a quién acudir dentro del mismo Ayuntamiento para retomar el proyecto, que convertiría la barriada de Los Pajaritos en una manzana verde. El proyecto está paralizado y no se sabe cómo retomarlo porque el organismo que era contacto del programa CAT-Med, Sevilla Global, se disolvió con la nueva corporación.
TANTO en su proyección interior como en su proyección exterior, el proyecto, impulsado por el OMAU malagueño, es humo. Los vecinos de Camino de San Rafael vienen escuchando la creación de la “manzana verde” desde 2008, por lo que ya reciben con escepticismo toda información relativa al proyecto. En Sevilla la situación es la ya descrita. Y en el resto de urbes la situación no parece ser muy diferente. Este medio está a la espera de respuestas de los servicios de comunicación de los ayuntamientos valenciano y barcelonés. Pero un rápido vistazo a la página web de la plataforma CAT-Med demuestra, en su sección de noticias, como no hay demasiados avances en la elaboración de estas “manzanas verdes”: las únicas novedades son la asistencia, creación o participación de la plataforma en workshops, foros y conferencias sobre ciudades y desarrollo sostenible. Poco más.
EL proyecto, que lidera el Servicio de Programas Europeos del Ayuntamiento de Málaga (y que se esconde tras una marca conocida como OMAU, Observatorio de Medio Ambiente Urbano, que dirige el funcionario Pedro Marín Cots) cuenta con la participación activa desde hace cinco años del Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) así como de la Gerencia de Urbanismo y las universidades politécnicas de Madrid y Barcelona. Así informaba la agencia Europa Press hace cinco años. Sin embargo, en 2011 se suscribió la llamada ‘Carta de Málaga’ (febrero de 2011) que comprometía a varios consistorios en el programa (Tesalónica, Ática, Turín, Génova, Barcelona, Valencia, Sevilla…).
EN Málaga el proyecto continúa en el proceso de información pública recibiendo alegaciones, si bien el informe económico del PERI adelanta que la creación de la “manzana verde” en El Duende (que supondría la construcción de cientos de casas de viviendas de protección oficial) espera contar con viabilidad económica: unos beneficios de 12,7 millones de euros. Solo falta que el programa tanto en Málaga como en el resto de ciudades socias sea una realidad.
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