El ex gerente de Urbanismo trabaja ahora en esa promotora
El ex gerente de Urbanismo trabaja ahora en esa promotora
"ESTÁN jugando a consolidar la obra, a la política de los hechos consumados, y con un descaro total y absoluto", asegura la portavoz de la comunidad, Maribel Pozo. "No respetan el descanso de los vecinos y trabajan a horas intempestivas por la noche y durante los festivos para correr lo máximo posible y después aducir que si se derriba el muro va a afectar a la seguridad de las obras. Además -añade Pozo- están cortando con total impunidad algarrobos, que son árboles protegidos, lo que tenemos perfectamente documentado y que en su momento denunciaremos ante la Delegación de Medio Ambiente".
EL 7 de junio de 2004 la GMU concedió una licencia a Evemarina para construir cinco viviendas en una parcela de C/ Bouganvilleas, aprovechando un muro de contención que ya existía allí y que perteneció a una promoción anterior. Dicho muro es ilegal según consta en la sentencia 414/1999 del Tribunal Supremo tras ganar el juicio los vecinos a una antigua promotora. El muro se quedó en la parcela sin derribar, y Evemarina ha querido ahora aprovecharse de él. La comunidad de propietarios avisó de la sentencia judicial al Ayuntamiento y su GMU el 23 de marzo de 2004, entregándole una copia de dicho auto judicial más de dos meses antes de la nueva concesión de la licencia. Tanto Gutiérrez Istria como el concejal de Urbanismo Juan Ramón Casero no se dieron por aludidos y argumentaron -según afirman los vecinos- que no se les había informado por los cauces adecuados, pese a que conocían la existencia de la sentencia antes de dar el visto bueno a Evemarina. "El Ayuntamiento no puede darse por enterado" llegó a decir Casero.
PERO tanto Evemarina como el Consistorio han sufrido un revés en sus decisiones al autorizar el Juzgado de Primera Instancia número 10, el pasado 4 de marzo, a que los vecinos hagan valer la decisión del Supremo y derriben el muro "cuando lo estimen oportuno a partir del próximo 7 de marzo". La Comunidad de Propietarios realizó posteriormente el proyecto de obra para el derribo y cumplimentó todos los pasos hasta que el pasado 30 de junio la GMU concedió la licencia para echar abajo el muro, de 92 metros de largo por seis de alto y que contraviene las normas de la comunidad de propietarios.
EN dicha licencia, además de dar vía libre al derribo, deja 'en el aire' la promoción de las cinco viviendas de Evemarina, pues ésta deberá presentar un nuevo proyecto de obras y reestructurar toda su construcción, con la pérdida de tiempo y dinero que todo esto conlleva (las licencias de obra mayor tardan un mínimo de un año en concederse), además del enorme retraso en la entrega de las viviendas a sus compradores.
"DE procederse a la demolición del muro, en cumplimiento de la ejecución de la sentencia antes referida, esta administración procederá, en su caso, a requerir al promotor la presentación de un nuevo proyecto en el que se contemple la realidad física del terreno (...), dado que la posible desaparición del muro cambiaría la configuración del proyecto de edificación aprobado en su día, teniendo la misma (la licencia) un contenido imposible, al haber cambiado las circunstancias que se tuvieron en cuenta para su aprobación".
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